El artista Filip Custic, de origen croata, cuestiona la rentabilidad de la existencia humana en “Human Product”, su primera exposición en la capital nipona, hasta el 24 de abril.
La obra de Filip Custic explora la relación entre nuestro cuerpo, nuestra mente y la tecnología, y explica de qué manera estos tres elementos interactúan para dar forma a nuestra identidad durante el tiempo en el que estamos conectados. Estos días se puede ver su exposición “Human Product” en el Museo PARCO de Tokio.
Imagen superior: Filip significa amante de los caballos, 2020. © Courtesy Onkaos.
Virtualhypermetasuperultramegaconnected, 2022.
Esta exposición multidisciplinar “Human Product” expresa la esencia de su práctica artística a través de una variedad de obras de arte diferentes; desde grabados hasta wearables, instalación y performance, algunos de ellos producidos especialmente para la ocasión.
La creación artística de Filip Custic centra en la cultura de internet, examinando sus símbolos, formatos y habilidades transformadoras, a través de fotografías, videos, esculturas y performances. El universo del artista presenta individuos uniformados y hermosos, personajes que se muestran a ellos mismos detrás de máscaras, filtros, retoques de Photoshop y sus dobles de silicona. Los temas de Custic son homogéneos en su apariencia a la vez que despiertan una extraña ternura.
Filip wearing erich borchert, 2018.
Estudio de guerrero derrotado, 2021.
Filip Custic es colaborador habitual de María Forqué y Kito Muñoz, también ha trabajado para el diseñador Palomo Spain y artistas como Rosalia, Julia Stone y Lil Nas X han recurrido a sus trabajos visuales.
La cultura capitalista dispara la imaginación del artista para esta muestra, que abre una conversación enfocada a cómo la cultura consumista intenta convertirnos en “mercancía”, planteando una existencia más válida que se pueda monetizar. “En “Human Product” quiero reflejar nuestra tendencia a convertirnos en una especie de mercancía, que actualizamos de vez en cuando, bajo esa idea auto-impuesta de ser rentable”, cuenta Filip Custic.
Prisma humano, 2018.
Never-ending under-construction, 2020.
A través de esta exposición, el artista plantea cuestiones pertinentes en relación al mundo en el que habitamos y examinamos aquellos modelos sociales a los que respondemos observando cómo nuestras identidades y cuerpos están moldeados por la tecnología. Custic explora hábilmente estos elementos alineándolos con marcas, modelos económicos, estrategias comerciales e innovación tecnológica. En “Human Product”, Filip Custic también juega con la identidad y la cultura coleccionable contemporánea creando su propio mundo de personajes.
Mujer pájaro, 2021.
Bolso de pantalla transparente 23:45, 2022.
Series de wearables
“Human Product” cuenta con wearables únicos, creados por el artista como la serie “Bolso de pantalla” y “Face-Mapping”. Estos wearables se inspiran en el deseo de Custic de documentar y retratar el presente y el futuro cercano, entrelazando la realidad con lo virtual. De esta forma, el artista propone una visión alternativa del mundo: predecir que los humanos evolucionarán orgánicamente a versiones biónicas de sí mismos. A través de estas obras de arte, utiliza su propio cuerpo como lienzo de experimentación y se convierte en parte de la evolución.
Face mapping, 2022.
Muñecos y performances
La exposición también cuenta con una sala de pantalla verde que consta únicamente de obras de arte invisibles. Estas piezas incluyen tres esculturas como “Cabeza Yin”, “ZZZ” y “Human Product”, así como una instalación compuesta por dos videos. Las esculturas están inspiradas en BJD y la “Doll Culture”, pero también en el mundo coleccionable y la obsesión que lo rodea. A través de estas obras, Filip Custic distorsiona la idea de individualismo al crear dos cascos-moldes de su propia cabeza y un muñeco que se parece a él, convirtiéndose a sí mismo en un producto coleccionable.
ZZZ, 2023.
Human Product, 2023.
Las máscaras juegan un papel importante, en la práctica de Custic, como instrumento para distorsionar la imagen de uno mismo y como una forma de acercarse a un avatar virtual. “Japón es el principal creador de estas culturas, por lo que se convierte en el escenario perfecto para unir los mundos del avatar y el coleccionable en una sola exposición”, explica Custic.
Bolso de pantalla 12:34, 2021.
Durante los días que dura la exposición, el artista creará una performance exclusiva para el Museo PARCO. Esta performance tratará sobre la cultura de internet y el capitalismo, temas claves en el “Human Product”, y contará con su obra inédita “Cabeza Yin”.