Las mejores fotos y la crónica del idílico festival Paredes de Coura en Portugal por Markus Rico y Juan Achiaga
Todos los años nos gusta ir a algún festival en Portugal. Los portugueses saben muy bien cómo organizar festivales de música, el sonido y la organización en general de los festivales nunca fallan. Este vez nos tocó el Paredes de Coura, un festival situado en el interior del norte de Portugal, muy cerca de la frontera con Galicia, y no defraudó, mas bien es de esos festivales que se te quedan guardados en el corazón.
Nos encontramos en Oporto, y dede allí condujimos hacía Paredes de Coura, un pueblo que está situado en un valle por donde pasa el río Coura. Este año se celebró del 14 al 18 de Agosto, 4 días y 4 noches aunque al coincidir con las fiestas del pueblo hay conciertos y bastante ambiente desde días antes del mismo. Al llegar a este pequeño pueblo nos impresionó el paisaje, un bosque denso y verde, naturaleza en estado puro.
Nos dirigimos directamente a prensa para coger las pulseras, destacar el trato amable que dan al equipo de prensa, y así poder ir a buscar un buen sitio dónde poner la tienda. No hay muchas opciones de hospedaje debido a la ubicación así que la mayoría de nosotros no tenemos otra opción a parte de acampar. Era curioso ver la cantidad de tiendas de campaña que ya había alrededor de las laderas y junto al río. Debido a que también son las fiestas del pueblo, hay mucha gente que va varios días antes de que empiece el festival, pero con un poco de paciencia y suerte consigues tu sitio perfecto. Se puede decir que la experiencia de acampar allí es mejor de lo esperado.
Una vez instalados fuimos a tomar unas “cerves” y a dar una vuelta para reconocer el terreno. El festival festival Paredes de Coura se divide en tres zonas: las zonas de acampada situadas en las laderas que rodean al río, la zona del río con amplias zonas verdes, colinas, con algún escenario, puentes, una “playa”, zonas para tirarse desde los árboles, foodtrucks, bares… incluso podías intentar cruzar el río haciendo equilibrismo a través de una cinta situada de una orilla a otra. Todo estaba adornado con luces, hamacas colgando de los árboles, barcas y colchonetas por el río y por supuesto, música. Y por último, está la zona de los conciertos oficiales dónde hay dos escenarios; el principal situado en una colina y rodeado de un bosque y el segundo escenario, una carpa situada un poco más arriba y dónde acabábamos bailando hasta que salía el sol.
El miércoles durante el día nos tiramos al sol, en las colinas, debajo de inmensos arboles verdes. Había conciertos alrededor del río, el ambiente ya era muy festivalero: gente bebiendo, durmiendo, leyendo, fumando, jugando, bailando, tirándose al agua….. Todos ellos ¡muy sexys!, ¿por qué están tan buen@s los portugueses? Ya por la tarde-noche, después de una buena ducha fría, nos lanzamos a la zona de los conciertos, estábamos impacientes por ver la ubicación. Nos encantaba y prueba de ellos es que nos tiramos un buen rato haciendo fotos sin parar. Allí estaba Julia Jacklin, guitarra en mano y el atardecer a sus espaldas. Después venía Parcels, aún con un sonido muy mejorable nos lo pasamos teta cantando “ohh I can just believe!”. Después de asomarnos por The National y antes de que nos durmiéramos salimos corriendo a la carpa para darnos unos buenos bailoteos con Kokoko!. Éstos fueron uno de los grandes descubrimientos del festival Paredes de Coura, nos encantó la mezcla de sonidos africanos con una perfecta base electrónica.
Amanecimos el segundo día en el festival Paredes de Coura, y zumo de naranja en mano nos fuimos directamente a las praderas a tirarnos en el césped, podríamos decir que teníamos resaca, pero no es así, en éste festival no hay resacas, quizás sea el verde de los arboles o el agua fría del río. Escuchamos algún concierto, leímos un poco de El Quijote e incluso escuchamos un recital de poesía. A última hora de la tarde nos movimos para ver a Car Seat Headrest, su rock oscuro y sus letras imponentes calentaron nuestros motores para uno de los mas esperados, New Order. No nos defraudó, mas bien enloqueció a todo el público allí presente. Bailamos y cantamos sus temas y algunas de Joy Division. Es ya costumbre que introduzcan temas de la banda de Ian Curtis. Acto seguido nos fuimos a la carpa para escuchar y bailar con Acid Arab. Nos dejaron con ganas de bailar más y así lo hicimos con Krystal Klear que cerraba el festival ese día.
De repente ya era viernes, estábamos aguantando el camping y el festival Paredes de Coura como campeones, cosa que nos daba miedo el primer día. Pero el tiempo volaba y aún queríamos más. Lo mismo de siempre, nos fuimos al río, un bañito, una fotos, alguna que otra cerveza… queríamos entrar al recinto de conciertos un poco antes de nuestro horario habitual porque estábamos expectante por ver a First Breath After Coma. Este grupo portugués está empezando a pegar duro y cuando los vimos entendimos porqué… un sentimental rock alternativo que tiene mucho rollo y mucho ritmo con sus guitarras y sintetizadores. Sus 5 componentes lo dieron todo en el escenario y nos transportaron a un mundo alternativo donde allí ellos son los reyes. Aún emocionados nos fuimos a ver a Balthazar, cantamos y nos movimos con sus pegadizas letras, aún conservamos el estribillo en nuestra mente “ohhh. ohhh. I get the fever. Every time you cross my mind.” Aún en bañador nos fuimos al agua, nos cambiamos al otro look (solo llevábamos dos) y nos fuimos a darlo todo. Ahora sonaba Deerhunter en el escenario principal, lo vimos desde la sala de prensa. Gracias “Sala de prensa” por estar en una ubicación excelente, delante del escenario con unas vistas privilegiadas, y además, por tener birra gratis. De allí nos movimos para ver al chulesco de Connan Mockasin que tocaban en la carpa, tenemos sentimientos encontrados con su actuación, lo quisimos y lo odiamos una infinidad de veces durante su corto concierto. Tuvimos un final estelar con Peaking Lights y Romare.
Y sin quererlo ni beberlo, bueno… bebiéndolo sí… llegó el último día del festival. Y como siempre, tras disfrutar de un paseo en una barca hinchable por el río, algún salto desde un árbol al agua y de algún otro concierto fuimos a ver a Alice Phoebe Lou, que calentó el ambiente para la llegada de Patti Smith. Patti contagió su energía a todo el festival que acabó bailando y coreando sus canciones al unísono; aún se nos ponen los vellos de punta al recordar la energía que esta poeta nos transmitió aquel día en ese entorno tan místico y maravilloso que es el festival Paredes de Coura. Luego fuimos a ver a Kammal William, pasamos un poco de Suede para coger sitio en el escenario pequeño para bailar con Flohio. El duo londinense puso en modo “crazy” a los allí presentes. No faltaron los empujones, los saltos y los corrillos. Jayda G cerró el festival oficial aunque se montó after junto al rio para los mas animados hasta mas allá del amanecer.
En definitiva, un festival con muy buena calidad de música de todos los géneros, un ambiente muy divertido y en un lugar casi místico. Al terminar y ya de vuelta en el coche, cogimos nuestro “First breath after Coura” y pensamos… “¡nos vemos en la próxima!”.
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Texto y Fotos: Markus Rico + Juan Achiaga
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Para saber más del festival Paredes de Coura visita su perfil de Instagram.
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