June Crespo y Xabier Salaberria inauguran sendas exposiciones en el CA2M
A partir del 2 de febrero, y hasta el 21 de mayo podremos visitar 2 nuevas exposiciones en el CA2M de Madrid (Museo Centro de Arte Dos de Mayo) de los artistas June Crespo y Xabier Salaberria.
“Vieron su casa hacerse campo”, es el título de la muestra de June Crespo, comisariada por Marc Navarro, que reúne una colección de esculturas de la artista, cuya disposición y repetición de un mismo motivo, obedecen a la voluntad de situar la escultura al margen de su función representativa.
“Vieron su casa hacerse campo” de June Crespo, es una de las exposiciones que se pueden ver estos días en el CA2M de Madrid.
Las esculturas, que se disponen perimetralmente, instauran una relación interdependiente con los muros del espacio expositivo, estableciendo un modelo de lectura secuencial, a modo de friso discontinuo, en el que variaciones sobre un mismo motivo, aparecen incrustadas o reclinadas sobre la pared.
La obra de June Crespo, explora las diferentes asociaciones de una gran diversidad de materiales como el hormigón, el textil, la resina, la cerámica o el bronce.
Sus obras introducen lo pétreo y lo perecedero, lo mecanizado y lo manual, lo abyecto y lo sensual, siendo el resultado de esta combinación de materiales una contradicción. En sus piezas robustas, unidas o ensambladas, encontramos huecos o canales, en los que se abren nuevos espacios relacionados con la idea de circulación y corriente. El resultado son diversas formas que producen extrañamiento, y que hacen alusión a la idea de apropiación y re-contextualización.
El título de la exposición,“Vieron su casa hacerse campo”, hace referencia al ver y al hacer como actividades indisociables y comprometidas, con una voluntad de transformación y mudanza, capaces de desdibujar el límite entre el cobijo y la intemperie.
Al vestir sus esculturas, June Crespo emula dispositivos arquitectónicos, industriales o anatómicos que definen zonas de contacto y exclusión entre lo interior y lo exterior: cortinas, pétalos, vestidos, comisuras. Atendiendo a esta premisa, y a pesar de que las esculturas describen energías direccionalmente opuestas, estas manifiestan un mismo propósito: erotizar el muro. Abandonar su carácter opresivo – como forma de contención – y explorar su plasticidad – como un espacio de fuga.
Otra de las exposiciones que se pueden ver estos días en el CA2M de Madrid, es “Infraestructura” de Xabier Salaberria.
El trabajo de Xabier Salaberria, se desplaza entre los ámbitos de la escultura, el diseño y la organización de espacios, la arquitectura. Su obra explora las formas en las que ciertas estructuras se comportan en espacios específicos, desnaturalizando su aparente neutralidad, es decir, mirándolas como construcciones culturales e ideológicas, y cuestionando las categorías en las que convencionalmente se inscriben.
Los espacios expositivos son abordados por Salaberria como infraestructuras que necesitan ser interrogadas, respondiendo a su arquitectura con gestos que consiguen generar un cierto extrañamiento, perturbando sutilmente nuestro movimiento en el espacio, aunque a menudo partiendo de materiales fácilmente reconocibles.
Los trabajos que componen “Infraestructura”, comisariada por Catalina Lozano, se sitúan ambiguamente entre diferentes categorías.
El granito de la Sierra de Guadarrama con el que se han construido infinidad de edificios en Madrid, aparece en su estado pretendidamente ‘natural’ dentro del espacio, aunque esa naturalidad es rápidamente cuestionada por medio de metodologías ya características, aunque no por ello reconocibles a priori, del trabajo de Salaberria, que consisten en generar un cierto extrañamiento, respecto al uso de los materiales o su función en el espacio.
En esta exposición, la noción de infraestructura, como aquello que subyace el funcionamiento de una sociedad productiva, desdibuja más que define las clasificaciones que normalizarían los códigos expositivos. La piedra es a la vez montaña y ejercicio arquitectónico de poder, cantera y arquitectura.
Una piedra extraída de una cantera de granito gris de la Sierra de Guadarrama que pesa aproximadamente 5 toneladas, reposa sobre una plataforma, diseñada junto al arquitecto Patxi Eguiluz, que redistribuye el peso en una superficie de unos 36 m2.
La plataforma, conformada de travesaños de madera y placas de acero, genera un medio propio dentro del espacio expositivo, y está a medio camino entre elemento infraestructural, la peana y la escultura. Esta piedra es a su vez una suerte de fuente, de contenedor, de mediadora entre el interior y el exterior del edificio, recibiendo en su parte superior, el agua que gotea desde arriba del espacio, mediante un sistema que controla el ritmo de la caída de las gotas. Precaria y, a la vez, innecesariamente pesada, la piedra se convierte en una fuente que funciona a contrapelo, de manera antimonumental, y paradójicamente excesiva.
Las dos exposiciones van acompañadas de sendas publicaciones editadas para la ocasión. La primera muestra un trabajo diseñado por Manuel Raeder y coeditada por Bom Dia Books, con textos de Aimar Arriola, Sylvia Lavin, Marc Navarro y Julia Spínola. Por otro lado, “Infraestructuras” reproduce la forma en la Salaberria se acerca al propio espacio expositivo dentro del CA2M y a cómo su obra puede ser percibida en él.
Fotos de sala Sue Ponce.
13 de septiembre de 2024 a las 11:17
[…] exposición “Vascular” presenta una selección de obras de June Crespo, una de las principales figuras emergentes de nuestro país y con mayor proyección internacional. […]