El patrimonio de Valentino queda recogido en Re-Signify Part One. La exposición de moda, que no es una exposición, invita al espectador a adentrarse en una experiencia sensorial.
El ritmo frenético de la moda hace que muchas firmas pierdan la esencia de sus orígenes. Este no es el caso de Valentino. Pasado, presente y futuro están muy presentes gracias a Pierpaolo Piccioli, quién dirige con maestría la casa romana. Muchos de vosotros sabríais identificar algunos de los emblemas más característicos de la casa. El principal, el color que su fundador hizo suyo: el rojo Valentino, un tono característico que aportaba sensualidad, femineidad y elegancia a sus clientas. Después llegaron el stud, o tachuelas, el universo estético, representado a través de la botánica y por último el saber hacer y la maestría de su Couture.
Todos estos valores de la casa quedan recogidos en una exposición de moda que no quiere ser una exposición. Es una experiencia, un recorrido interactivo, concebido con la idea de generar dudas y curiosidad, con el objetivo de no dar respuestas.
El pasado y el presente de la casa se fusiona con la investigación artística y visual contemporánea, desde el videoarte hasta el cine underground, desde la fotografía hasta la infografía.
Un nuevo formato de exposición de moda donde diferentes facetas y artistas pueden convivir para redescubrir el significado de una casa de moda con 60 años de historia y que a día de hoy sigue redefiniendo su pasado para convertirlo en futuro. Y para ello ha contado con la presencia de diferentes artistas que dan forma a esta explosión sensorial.
Las creaciones de la última colección de Alta Costura “Of Grace and Light”, creada durante el confinamiento, conviven con obras de Jacopo Benassi, Cao Fei, Jonas Mekas, Stanley Mouse, Robby Müller, Quayola, Anna Ridler, Rachel Rose, Sølve Sundsbø, Natália Trejbalová y Weirdcore.