Expormim cumple 60 años y lo hace rindiendo tributo a sus artesanos. Esta es la historia de la firma valenciana de mobiliario que ha hecho del ratán y la artesanía su herramienta de expresión.
Con motivo de su aniversario, hablamos de Expormim y su apuesta por la fabricación artesanal a lo largo de seis décadas.
Expormim inicia sus pasos en 1960 como la antigua “Exportadora del Mimbre”. Una aventura empresarial en la que se embarca el abogado Miguel Laso Tortosa para llevar cierta industria y modernización a una larga tradición artesanal basada en el mimbre, el esparto y la caña. La comarca valenciana La Costera. y en concreto Moixent, de economía agricola, se convierte en su centro de operaciones.
Imágenes superiores: Primera: Silla Lapala, un diseño de Lievore Altherr Molina. 2015. Segunda: Silla Fontal de Oscar Tusquets Blanca. 2012
Los cestos y capazos de mimbre eran necesarios para el transporte de frutos del campo. Con esparto se realizaban las alpargatas, las esteras, los asientos de las sillas, abanicos para avivar el fuego y multitud de enseres de uso cotidiano y decorativo.
Expormim es heredera de aquellos artesanos domésticos, cuyos productos elaborados con materiales naturales empezarían a ser muy valorados en la emergente Europa. La Exportadora del Mimbre se dedicaría a exportar productos hechos del mismo material que le daba nombre y que fabricaban con el mimbre que traían de Cuenca.
Imagen superior: Silla Gata, un diseño de Miguel Milá y Gonzalo Milá. 2017
Cuatro años después de su fundación, el negocio familiar da el salto a la producción industrial. Miguel Laso, hijo del fundador, amplía la gama de productos que demandan los nuevos mercados. Estamos en 1964 y a las actividades de fabricación artesanal de cestas, biombos y pequeños utensilios de mimbre se suma la producción de sillones y butacas. Su ADN exportador ya era marca de la casa.
Entramos en la época dorada para el turismo en España. Alemanes, franceses y suecos inundan nuestras costas en los años 70, especialmente atraídos por la vida al aire libre. Durante este período, “La Exportadora” suma productos elaborados con caña. Las terrazas, hoteles y apartamentos de toda la costa mediterránea se amueblan con este material. Es el boom de Expormim.
Imagen superior: Columpio Nautica, un diseño de Mut Design. 2012
Con la escasez de caña y de mimbre en nuestro país a finales de esta década, es necesario que la empresa mire hacia Indonesia y sus grandes plantaciones de ratán. Son los años 80 y Expormim comienza a importar materias primas para sus productos de artesanía. El catálogo se amplía para ofrecer mesas, aparadores, camas, y objetos necesarios para las segundas residencias que se estaban construyendo en las costas españolas.
Estamos en 1984 e Indonesia prohíbe la exportación de materias primas. La firma se verá obligada a fabricar allí sus productos para, posteriormente, ensamblarlos y terminarlos en su fábrica de Moixent. Es durante esta década que la empresa pasa a ser Expormim, un nombre más adecuado a sus actividades exportadoras. Son años de auge gracias a la venta de sus productos artesanales en otros mercados emergentes como las colonias francesas en el Caribe, África y Polinesia.
Imagen superior: Sillón Tina, un diseño de Benedetta Tagliabue. 2013
A mediados de la década de 1990, algunos mercados ya no aceptan el ratán. Una vez más, Expormim debe buscar nuevas soluciones adaptadas a las exigencias de los gustos cambiantes. Se crea una nueva colección de muebles de madera de haya que inundan cafés y hoteles en todo el mundo.
Con la llegada del euro, la virtual desaparición del mercado de muebles de ratán y el aumento de las importaciones de los países asiáticos, Expormim busca la reinvención una vez más. La empresa, ahora dirigida por la tercera generación de la familia Laso, debe abordar un mercado donde se valoran más el estilo y el precio que la calidad o la durabilidad.
Estamos en los albores de la cultura de consumo y el ratán se considera pasado de moda. Es durante los 2000 que la empresa crea su departamento de I+D+i para adaptarse a las necesidades del consumidor. Los muebles de exterior se fabrican con ratán sintético y otros materiales. Expormim se despide del ratán natural temporalmente.
Imagen superior: Sillón Frames, un diseño de Jaime Hayon. 2019
Y es en plena crisis de 2008 cuando la firma de mobiliario artesanal decide rescatar del olvido el ratán natural. “Fue una apuesta arriesgada, pero el mundo ya empezaba a hablar de sostenibilidad y algunos creativos a nivel internacional volvían a mirar hacia las fibras naturales y la artesanía”, subraya el director artístico de Expormim, Javier Pastor.
Actualmente, la compañía trabaja tanto muebles de exterior como de interior con una fuerte presencia en el mercado exterior. Sus diseños están por medio mundo pero su columna vertebral sigue siendo Moixent, en cuyas instalaciones se siguen ensamblando y montando artesanalmente sus piezas. Ahora trabajan y combinan nuevos materiales y texturas para aportar calidez a su mobiliario, pero su lengua materna sigue siendo la misma: el ratán.
Imagen superior: Tratamiento del ratán con vapor en los talleres de Expormim