Mezcla todo lo que más te gusta en una coctelera: eso es el SOS 4.8. Crónica: María Bernal. Fotos + video: Nacho G Riaza.
(Esperamos que lo tuyo no sea el aeromodelismo o la papiroflexia, en cuyo caso, puedes dejar de leer) Dicen los responsables del SOS 4.8 que este festival es la primera opción para los españoles. Los datos son así: un 98% de los asistentes es de aquí (doy fe). No es que sea importante, pero sí significativo. Con el SOS 4.8 se inaugura la temporada festivalera, y como buenos devotos de todo lo que suponga disfrutar y pasarlo bien, toca peregrinar a Murcia para celebrarlo por todo lo alto. El SOS 4.8 es desde hace unos años (y eso que esta es nada más que su 5ª edición) una referencia clara a la hora de quemar suela y dislocarse caderas bailando. Cuatro días en los que la ciudad se llena de música en cada una de sus salas y rincones de los cuales dos transcurren por entero en el recinto de La Fica. Hasta ahora, todo normal. Pero el SOS 4.8 no es un festival normal, ni mucho menos. En el SOS 4.8 lo mismo te comes un pastel de carne (típico de la zona) que te tragas el Ultrashow de Miguel Noguera. En la misma tarde igual echas la lagrimilla con The Magnetic Fields tocando “No One Will Ever Love You” que te partes la columna intentando seguirle el ritmo a Buraka Som Sistema. Pasas de una exposición de arte a un concierto de Kiko Veneno, con la gente subida a los asientos del auditorio bailando y haciendo palmas. Música, arte, humor, series… todo tiene cabida aquí.
¿Y qué es lo mejor del SOS 4.8? Además de no hacer cola para prácticamente nada (ni en los baños ni en las barras, lo que es un tema importante), lo mejor del festival murciano es que cada uno lo vive como le da la real gana. Por la mañana, con las conferencias. Por la tarde, con los conciertos. Por la noche, con las sesiones. Por la mañana, por la tarde y por la noche (rollo non-stop) con… otras cosas. Y así, todos contentos (y bailongos).
Destacar de este año la presencia de unos algo descafeinados Pulp, grandes cabeza de cartel, y de unos soberbios Mogwai, que consiguen con cada nota que te quieras quedar a vivir en sus canciones. El ARTE de The Magnetic Fields, emocionantes como pocos. El genio de Kiko Veneno dejando el pabellón nacional muy, muy alto, seguido por unos autóctonos Klaus & Kinski y Parade, que pese a la incómoda lluvia de la segunda jornada, durante sus conciertos hicieron que saliera el sol por unos momentos. La conga que se formó en Buraka Som Sistema, con esa cantante que no paraba de sobarse a sí misma. Lo majas que son CSS, dejándose el micrófono bajo el brazo para poder aplaudir y hablar con el público a la vez. Lo impepinable de La Casa Azul, cuyas canciones levantan a un muerto (y le robaron bastante público a Love of Lesbian). La grandeza de Miqui Puig y el cariño con el que trata la música, casi arrodillado ante ella. La poca vergüenza de MeNeO, deleitando al público con su desnudo integral a los platos (o a las Game Boy, mejor dicho). Y muchas, muchas cosas más. Y en Murcia, donde todo se riega con litros y litros de Estrella Levante y mucho buen humor. Se me ocurren pocos planes más apetecibles para el primer fin de semana de mayo, la verdad. Así que el año que viene allí nos vemos. Un consejo: por nada, nada del mundo (o por muy ciegos que vayáis aún el domingo) no olvidéis felicitar a vuestra madre en su día, anda. Que eso está muy feo. Jarvis nunca lo haría.