El Palomar es un proyecto artístico expandido dirigido por las artistas queer Mariokissme y R. Marcos Mota –juntas, Equipo Palomar– iniciado en Barcelona en enero de 2013. El Palomar es, ante todo, un reducto de discursos, sujetos y prácticas de investigación, memoria, encuentro, producción y diálogo, que dan visibilidad política a estéticas y trabajos transmaricanbollo –tanto a nivel internacional como transgeneracional– con dificultades para penetrar en la esfera cultural contemporánea oficial. Tras un intenso periodo en el ático-atalaya de 30m2 del Poble Sec barcelonés, Equipo Palomar ha estado presente en Sala d’Art Jove en colaboración con el MNAC, en Espai 13 de la Fundació Miró con su sonado Hedonismo Crítico o en La Capella de Barcelona. En 2017, realizaron el videoclip “Pop ur pussy” para C. Tangana, su proyecto más “popular” hasta la fecha. Además han participado en numerosas acciones, charlas y conferencias en relación a sexualidades disidentes y genealogías queer.
Foto superior: Equipo Palomar foto de @ximenaysergio
¿Podéis ambas presentaros?, ¿de dónde venís?, ¿cual fue vuestro primer contacto con el arte?
Mario es lx quintx hijx de una familia numerosa de origen andaluz, de Campillos, un pueblo de ocho mil habitantes en Málaga. Nunca tuvo ningún contacto con el arte y nadie daba un duro por ella cuando decidió venirse a estudiar –con beca– a Barcelona hace catorce años. Como proletario de origen, no tiene ningún precedente familiar anterior que haya realizado estudios superiores de ninguna clase. En su entorno más cercano, es lx primerx en realizar una carrera. Por aquel entonces, coincide con Rafa en la universidad, aunque no llegan a conocerse hasta que ambos terminan los estudios. Rafa nació en Tarragona, donde la epifanía cultural consiste en recreaciones de peleas de gladiadores –extensión arqueológica de Port Aventura–. Es gracioso que ambas viniésemos a la gran ciudad para estudiar bellas artes y ninguna recibiera noción alguna de feminismo o teoría queer durante la carrera.
Género Menor, Equipo Palomar. Foto de Isabella con intervención de ¥€$Si. MNAC.
¿Cuando empezasteis a trabajar juntas?, ¿cómo y por qué fundasteis el Palomar?
Creamos El Palomar con el propósito pedagógico de transformar la opinión pública dominante en el sector cultural, y en concreto en los círculos de arte contemporáneo, dando cabida y dimensión política a todos los proyectos que tratasen temas y estéticas en relación a identidades y sexualidades disidentes. Fue en diciembre de 2012 cuando nos reunimos por primera vez por la preocupación común de encontrarnos en un contexto artístico donde una segunda ola de arte conceptual catalán copaba todas las convocatorias, y por tanto, las oportunidades para mostrar y desarrollar arte en Barcelona. No nos identificábamos con la sobriedad y neutralidad de éste tipo de arte y por eso decidimos iniciar un proyecto donde mostrar nuestros trabajos y las de otrxs de artistas afines a una estética y mentalidad queer. Un mes después inauguramos un espacio que mantuvimos abierto durante tres años y en el que se sucedieron más de una treintena de eventos. Ahora trabajamos sin espacio físico pero seguimos al pie del cañón colaborando con diferentes instituciones y otros proyectos.
Hedonismo Crítico, Maratón de performances sexo-disidentes. Fundación Miro.
Si bien había activistas, vosotras sois las artistas queer pioneras en el ámbito barcelonés. ¿Qué ha supuesto vuestro trabajo en el ámbito de la ciudad?
Es cierto, cuando comenzamos no había mucha cohesión en el plano artístico en relación a estos temas. Una cosa lleva a la otra, sobretodo debido al continuo rechazo que lamentablemente ha penetrado hasta los propios artistas. En un punto decidimos que en lugar de disimular los contenidos que tenían que ver con nuestra propia disidencia sexual, los evidenciaríamos y manifestaríamos en nuestros trabajos como urgencia política. Desde el principio somos muy conscientes de que no éramos las únicas que estábamos en ésta situación, pero nos dábamos cuenta de que no nos conocíamos entre nosotrxs y de que necesitábamos un lugar común donde compartir procesos y puntos de vista más allá de las competitividades y rivalidades propias del sector. Nuestra labor fue cohesionar dichas prácticas bajo un mismo discurso, el de las político/poéticas de género. No negamos que existiesen otros agentes investigando sobre lo queer, pero siempre desde la comodidad que ofrece la academia y en la mayoría de los casos recurriendo a genealogías anglosajonas, como si aquí no existiese una herencia, una historia y unos referentes que encumbrar… Nosotras partíamos de la disidencia y el riesgo a experimentar. La idea de arte en la que trabajamos va más allá del puro formalismo en la que muchos centros de arte aún siguen anquilosados. Defendemos la pluralidad de los formatos, estéticas y formalizaciones. No todo lo que es arte para nosotras pasa por la idea de cubo blanco o tiene que legitimarse por el museo y sus agentes.
Fotogramas de Pop Ur Pussy, videoclip musical dirigido por Equipo Palomar. SONY.
¿Qué impacto ha tenido vuestro proyecto en el tejido social?
El Palomar siempre ha llamado la atención. Hemos tenido la habilidad de recoger un enorme trabajo realizado en el activismo para defender lo que queremos decir. Los primeros años fueron de una generosidad indiscutible que compartimos con todxs lxs artistas con lxs que colaboramos. Como equipo, tenemos la suerte de entendernos muy bien y de compensar nuestras carencias. Nos tomamos muy en serio nuestro trabajo. Sobretodo porque sentimos que lentamente estamos abriendo paso a lxs que siguen. No nos han regalado nada porque sí, como a otros… Trabajamos duro para dejar huella por donde pasamos, el cierre de nuestra sede física responde a un énfasis en ésta dirección. Somos conscientes de que El Palomar es un proyecto complejo, pero pensamos firmemente que en arte, y más siendo a su vez un proyecto con intenciones pedagógicas, se debe dar este nivel de complejidad. Nos alarma que muchas de las cosas que hemos propuesto se estén repitiendo en su versión más tediosa. Nos gustaría ver planteamientos más radicales, pero por lo visto el riesgo sigue siendo una asignatura pendiente en los días que corren. Trabajar en un contexto como el de Barcelona no es nada fácil, Mario es andaluza y en Cataluña eso determina. Ocaña ya se quejaba en su momento. A día de hoy esto también ocurre, aunque nadie lo reconozca. Los filtros son muy diferentes para alguien que nace con un apellido catalán. Aunque también es cierto que si luchas por encontrar una oportunidad, la encuentras, pero hay que insistir y esforzarse. Además de esto, ambas somos personas que tendemos a ser juzgadas fácilmente por las apariencias y el contexto arte sigue teniendo un punto burgués y clasista. Tenemos el privilegio de vivir un momento histórico favorable y eso hemos de agradecerlo a todxs lxs que han luchado antes que nosotras. Sin embargo, cuando comenzamos, en España no existía cohesión alguna en el mundo del arte y menos aún visibilidad y variedad de producciones artísticas transmaricabollo. Fue comenzar con El Palomar y salieron maricas artistas con trabajos maricas por todas partes, algunos con cierto aire de oportunismo… cuando, sin ir más lejos, en los bares de alterne y apps de contactos gais existe una plumofobia y transfobia terribles.
Película “No es homosexual simplemente el homófilo sino el cegado por el falo perdido”, de Equipo Palomar y Alberto Cardín.
¿Creéis que el sistema del arte está pensado para colectivos?
El sistema del arte está pensado para los ricos. Para triunfar hay que pagar un peaje, independientemente de que tu trabajo pueda tener más o menos valor cultural. El éxito no es gratuito, si no tienes dinero te jodes. Así de sencillo. A partir de aquí podemos decir que el mejor compañero del éxito es el individualismo. Por esa razón, para dedicarse al arte lo menos apropiado es pensar desde lo colectivo, todo se encarece y eso en ningún sistema que contemple el éxito es bienvenido. La mayoría de los jóvenes basan sus relaciones sociales en el éxito y el individualismo a toda costa, lo que conlleva a un narcisismo intolerable y por ende a la banalización. Nos cansa un poco que los artistas de origen “proletario” se estén quejando todo el tiempo de lo inútil que resulta dedicarse a esto, pero que a la hora de la verdad no se atrevan a pensar y trabajar de manera colectiva, imaginando que el éxito es gratis. El arte es parte de la sociedad frustrada en la que vivimos, por eso entendemos –aunque nos agote– dicha postura. En nuestro caso, el unirnos y trabajar con mucha otra gente afín, no es más que una forma política de luchar frente al artista individualista y sin problemas económicos. Igual hace unos años esto no ayudaba, pero visto lo visto, hoy es indispensable. Para nosotras supone expresarnos en formatos y medios diferentes. Nos reinventamos continuamente, jamás damos nada por hecho. Alguna gente podrá pensar que partimos desde cierta comodidad, ya que nos sentimos afortunadas de habernos enamorado de personas que nos apoyan y nos ayudan para que podamos seguir presionando el sistema y seguir adelante con nuestras carreras. Al fin y al cabo esto no deja de ser una cuestión y estrategia feminista, porque en el fondo venimos de entornos complejos y cuando estás realizando algo urgente y necesario verá la luz, ya sea precariamente o no. El colectivo es una de las formas más interesantes de organización. Otra cosa muy diferente es el esfuerzo que ha de realizar la institución arte para absorber las realizaciones artísticas y ayudarlas. Pensamos que lo más interesante en la actualidad está surgiendo desde lo colectivo. Estamos seguras que a nivel individual no hubiésemos llegado a exponer en ciertos lugares, no porque no tuviésemos calidad proyectual, sino porque es mucho más fácil obviarnos. Uno de nuestros proyectos más queridos, Hedonismo Crítico, fue una exaltación de expresión colectiva. Ante la máxima en vigor “divide y vencerás”, “volvimos y fuimos millones”. Tomamos siete horas de un teatro para compartir proyectos radicales de más de veinte artistas, curiosamente todas precarias. El caso es que llenamos el teatro como nunca se había llenado e incluso mucha gente se quedó fuera y claro, eso a los dueños –que no son precisamente precarios– les molestó. A veces, separándonos, nos vemos incluso obligadas a disimular nuestra propia precariedad, tanto económica como simbólica, y a perpetuar que todo está bien. El cambio pasa, sin duda, por juntarnos y alzar la voz.
Barcelona Sexy, Ocaña-Alberto Cardín. Las ramblas, Bar project.
Me acuerdo de esa tarde/noche de performances en la sala Hiroshima. Fue apoteósico. Cambiando de tema, sois muy versátiles, ¿cómo se entiende vuestra práctica artística?
Procuramos experimentar y darnos la vuelta continuamente, diversificándonos lo máximo posible sin encajarnos en un modelo, formato o estética reconocibles. Priorizamos los proyectos según su urgencia política, tratando de subordinarlos a ritmos y procesos personales. Aplicamos la teoría queer a nuestro modelo de trabajo y organización. Reconfiguramos una y otra vez las arquitecturas físicas, ya sea en su modo espacial o en sus usos. Además fluctuamos por papeles concretos propios de los agentes culturales, intercambiando una y otra vez otras posiciones y tareas, como si fuesen continuos ejercicios de travestismo. Un primer paso para entender lo que hacemos es considerar el acto de comisariado como acto artístico y viceversa. Mantenemos un desarrollo horizontal con quienes colaboramos, así como una transparencia en los procesos. Apostamos por artistas que vuelcan su vida y su intimidad en obras, estar en contacto con sus procesos no solo es una oportunidad para aprender, sino para reforzar lazos de afecto. Todo esto son ejercicios y voluntades que las instituciones deberían esforzarse en asimilar, sobre todo si pretenden dar cobijo a realidades no necrófilas. De cualquier manera, no nos limitamos simplemente a incidir en la esfera de museos e instituciones, sino que participamos en ámbitos más educativos dando charlas y talleres, o haciendo de DJ… En líneas generales, si la propuesta nos parece interesante, nos encanta entrar en contacto con públicos inesperados. Un ejemplo de esto es el videoclip que rodamos para el tema “Pop ur pussy” de C. Tangana.
Propaganda Queer, Barcelona 2017. Equipo Palomar.
Vuestra práctica también se basa en recuperación de referentes, Cardin, Ismael Smith. Habladnos de esto.
La mella de fascismo que ha dejado la dictadura de Franco nos hizo encontrarnos prácticamente huérfanas de referentes. No solo hemos trabajado para tener referentes coetáneos, sino que nos creemos en la obligación de mirar atrás para tejer posibles genealogías. Tratamos de hacer más plural y democrática la representación artística política en el campo de la cultura, dando oportunidad a gente que vive su día a día en una realidad disidente. Literalmente, estamos reescribiendo historias censuradas que hoy deberían formar parte del discurso de la academia, pero que son totalmente desconocidas, incluso en las asignaturas de estudios de género. Hemos desarrollado trabajos tan importantes a nivel contextual –y difíciles de obviar– como No Es Homosexual Simplemente El Homófilo Sino El Cegado Por El Falo Perdido, un guión inacabado y desconocido de Alberto Cardín que hemos finalizado y filmado nosotras, además de realizar todo un proyecto de investigación entorno a su figura, convertirlo en pieza de arte y presentarlo en una mesa objeto. Nos podemos sentir orgullosas de cerrar círculos que seguían abiertos 25 años después de la muerte de Cardín y a 40 años de la realización del guión. En esta tesitura también podemos hablar de Fons, Armari i Figura per Ismael Smith, un proyecto que pone al descubierto el modernismo como estética conservadora y reflejo del estatus burgués. En él, partíamos del caso de Ismael Smith como paradigma de artista maldito para investigar las subculturas de principios de siglo y su paulatina persecución. Smith pasó sus últimos doce años de vida en un hospital psiquiátrico, probablemente sin ni siquiera expresar sus pulsiones de atracción hacia otros hombres. Cuando hablamos de censura y olvido no hacemos hincapié solo en las trayectorias artísticas; entendemos las vivencias personales como materia política indisoluble. Esta recuperación haría que el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) se plantease realizar la primera retrospectiva individual del artista el año pasado, nosotras fuimos las instigadoras. De hecho hemos sido las primeras en realizar una performance con mucha pluma en dicho museo. Además hemos sido las primeras en dirigir un videoclip con temática trans para el cantante mainstream C. Tangana –mencionado arriba y portada del número previo de Neo2–. Y también somos las primeras en hablar sobre el concepto de “hedonismo crítico” como el porvenir que está por llegar sobre la idea de fiesta y crítica. Eso no es poco para unas artistas jóvenes del siglo XXI, un siglo en el que va a ser muy difícil innovar en arte.
Equipo Palomar presentando su taller para “Autogestión Cerda”, Seguir de Fiesta. MACBA.
Ahora trabajáis más con otros cuerpos –a parte de los propios –, supongo que con el fin de darles crédito político…
Nuestra disidencia de género no es puntual, ni es estratégica, como la de quienes se disfrazan para su exposición/obra/actuación. Con profundo respeto a todas las transformistas que se vieron obligadas a llevar una doble vida por miedo a la persecución policial o violencia física, como aún pasa en muchos países, estamos en un contexto donde es vital y coherente defender éstas libertades para no volver a situaciones donde las agresiones y el miedo son generalizadas. Pensamos que para mantenerse en la disidencia de género no es obligatorio pasar por el quirófano, aunque apoyemos firmemente a quienes lo necesiten, simplemente no es nuestra elección personal. Entendemos nuestro cuerpo como cuerpo colectivo, sin caer en reduccionismos, haciendo hincapié en las particularidades y diferencias como pluralidad y riqueza. El Palomar es un vehículo para dar voz a quienes la necesitan, aportando siempre un marco apropiado. Creemos en las historias que pueden contar otros cuerpos, desde su experiencia diaria, con mayor o menor pericia, pero siempre con compromiso.
Equipo Palomar presentando su taller para “Autogestión Cerda”, MACBA.
¿Qué pensáis de la explosión el pasado año a nivel mundial de las reivindicaciones feministas, sobre todo en el entorno del arte y la cultura?
Esta no es ni mucho menos la primera explosión feminista, aunque es probable que Internet haya ayudado a que sea la más viral. A muchos les cuesta entender que la lucha feminista es una lucha por la igualdad. Cada vez hay más consciencia de que nos encontramos en una sociedad heteropatriarcal que debe reinventarse en muchos niveles. Es lógico que un sistema discriminatorio provoque demandas de igualdad. Sinceramente, que recoja lo sembrado, como cuando la inquisición se puso a quemar brujas y gatos durante el medievo y los ratones que transportaban la peste provocaron una pandemia en Europa. Tenemos que evitar que esto se repita, porque por un lado, tenemos grandes empresas y partidos políticos que están tratando de vaciar de contenido el potencial del feminismo para convertirlo en una tendencia, y por otro, siguen asomándose machunos que prefieren saltar a puñetazo limpio –sino directamente a matar– antes de hacer autocrítica y análisis de sus privilegios. La situación sigue siendo alarmante y no podemos permitirnos dar un paso en falso. Queda mucho por hacer… dicen que cae antes un imperio que sus costumbres. Quizás estamos siendo demasiado pacifistas y hay que pasar de una vez a la acción directa. Está claro que tanta energía volcada en ésta dirección no puede caer en balde, como también está claro que las demandas feministas no pueden conseguirse sin un replanteamiento radical que implique sectores y temas como el racismo, el capitalismo, la diversidad de género y el derecho al propio cuerpo, las libertades sexuales en consenso, la educación y el acceso al conocimiento, la ecología, el control migratorio o la reorganización del trabajo.
Frau Diamanda en Seguir de fiesta, taller de Equipo Palomar, MACBA.
Fantástico, “El Palomar for President”! Además en los últimos veinte años han surgido múltiples términos para denominar el feminismo. ¿Pensáis que hay diferentes tipos de feminismo?
La terminología tipológica respecto a los feminismos responde a la evolución o trayectoria política que la comprensión feminista ha realizado por distintas vías. Sin duda es positivo que el feminismo tenga ésta pluralidad y podamos hablar de él como un campo de conocimiento, expectativas y experiencia complejo. A veces hablar de feminismo en general termina siendo muy castrante. Hace poco salió un artículo donde se analizaba cómo las siglas LGTB en ocasiones plantean reduccionismos y eliminan las diferencias experienciales entre los distintos miembros que quedan incluidos en las siglas. Por ejemplo, no siempre es positivo englobar sexualidad y género en el mismo saco. Socialmente, una persona cis y bisexual y una persona trans heterosexual no tienen los mismos privilegios. U otro ejemplo, en un plano informativo, a veces el uso las siglas han entorpecido la comprensión a nivel práctico de la prevención en la transmisión del SIDA. Hay momentos en los que es muy positivo aunar experiencias y luchas para generar presión política, y otros en los que debemos tener claras nuestras diferencias y recorridos para no dejar atrás urgencias y demandas concretas.
Para acabar, ¿dónde y cómo os podremos ver en los próximos meses?
Ahora mismo acabamos de inaugurar la exposición Principios de Refinamiento en el Solleric de Palma de Mallorca, un comisariado en el que hemos apostado por dos artistas jóvenes, Dani Curbelo y Daniel Amorós, cuyo nexo no consiste únicamente en el hecho de ser tocayas. Toman su juventud como una ventaja para distinguirse contundentes en la disidencia. Ambxs son exopeninsulares, condición isleña que no debe tomarse como una anécdota o simple metáfora, sino como un condicionamiento recrudecido –periferia de la periferia– donde Dani y Dani han fortalecido su sensibilidad y delicadeza con extremado refinamiento. Por otro lado vamos a producir dos trabajos educativos en video sobre “otras historias del arte” con el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) que se presentarán después del verano y por último estamos preparando una investigación de carácter internacional… Si todo va bien, pronto os enteraréis. ¡Desearnos suerte!
