No es la primera vez que Nudozurdo nos muestra su cara experimental, pero sí nos estrenamos ante unos códigos más refulgentes que, desconocidos hasta ahora, nos presentan con este cuarto disco, Rojo es peligro (Everlasting, 2015).
Publicado el 7 de Abril, el trío formado por Leo Mateos, Meta y, ahora también, Ricky Lavado de Standstill, ha vuelto a dar un giro en su registro. Sin apartar su predilección por los sonidos perturbadores e incluso tóxicos, con estos diez temas apuntan hacia ciertos gustos melódicos menos frenéticos, más mansos. Una concesión a la voz en primer plano y afán por hacer de lo disperso una familia digital, cuyos padres son los sintetizadores. Leo Mateos, dividido en hemisferios, nos habla de este evocador disco.
¿Rojo es peligro es una advertencia? ¿Intentáis prevenirnos de algo? De nada. Aunque sí hay varios cambios. Intensidad, sonido… Quizá advierta de que es otro tipo disco. Puede que la voz tenga más protagonismo. Es normal trabajar buscando caminos opuestos a lo que vienes haciendo. Es una manera de mirar hacia adelante y evitar versionarte.
¿En qué punto o momento de la vida de Nudozurdo llega este cuarto disco? Difícil responder a eso. En un momento donde tiene que seguir haciendo discos que les ilusionen y que le gusten a la gente. Y de ir creciendo con tu audiencia.
Ha sido grabado y producido en dos semanas… ¿teníais las ideas muy claras, no? Si tardas más de dos o tres semanas en grabar y mezclar es que no lo tienes muy claro. Otra cosa es el trabajo previo. Tampoco está el tema para tirarte un mes en el estudio.
¿Estáis sacando a la luz vuestro lado más positivo y optimista con este disco? Puede ser. Es un disco menos nervioso. Más seguro de sí mismo. Quizá hay menos rabia.
Es verdad que es algo más luminoso que trabajos anteriores, sin embargo conserva ese halo perturbador que define el sonido Nudozurdo ¿cuesta desprenderse de lo que se ha sido o es que no queréis hacerlo? Es imposible. Uno disfruta con determinadas cosas. Con determinados sonidos… Si te sales demasiado de ese círculo estás perdido.
“No siento el amor y tu amor es falso”, a nivel conceptual no os habéis cortado nada… Es importante contar historias que nos pasan a todos. De eso se trata. Es el disco donde las letras han llegado más tarde. Me apetecía hablar más de las cosas que veo en vez de las que siento.
¿Qué factores te han inspirado para dar vida a estas canciones? Por un lado he podido ir componiendo el disco en casa. Parte de esa serenidad viene de ahí. El otro han sido los sintes y teclados. En muchos casos ha sido la primera piedra de la canción y eso las ha llevado por un cauce determinado.
Precisamente, hablando de sintes… Ahora son vuestros grandes aliados y el tema “Felicidad Réplica” es un buen ejemplo de ello. ¿Es fiel el directo con tanta base mecánica y de software? ¿Conseguiréis crear el clima que habéis conseguido con el disco? Estamos probando. Dispararemos determinadas cosas en directo. Puede que en el futuro cambie y toquemos con alguien más. De momento nos suena bien así. No queremos liarnos demasiado con las bases así que habrá que buscar un punto intermedio.
¿Se podría decir entonces que habéis encontrado el bienestar en el espectro eléctrico o es solamente una etapa más? Es una etapa más. Mañana podríamos hacer un disco de ruido puro. Depende de muchos factores. Equipo, músicos, sensaciones…
Parece que le has cogido gusto a lo experimental Leo… Depende de lo que entiendas por experimental. El acústico que hicimos era también de alguna manera experimental. Por lo menos para nosotros. Pero en este nos hemos apartado más de lo que solemos hacer como grupo. Las canciones estaban bastante hechas cuando se las presenté al resto del grupo. La diferencia es que he empezado a trabajar con ordenador y las he ido construyendo poco a poco en casa. Antes llegaba con una línea de guitarra y alguna letra o directamente nos poníamos a improvisar.
También minimalismo con “Semillas Nuevas”… ¿Habéis llegado al punto de que menos es más? Sí. Siempre ha sido así pero tienes razón, porque en este disco hay más silencios. Los instrumentos no están todo el rato sonando una vez aparecen. Eso sí que lo tenía claro cuando empecé con las canciones. Hace que desaparezca cierto nivel de tensión.
Del pop experimental al pop electrónico. ¿Estás de acuerdo con este salto evolutivo?
No me gustan las etiquetas. Es como simplificarlo todo. Además nunca he sentido que lo que hacemos fuera experimental.
¿Cómo se ha producido la llegada de Ricky Lavado de Standstill hasta vuestras baterías?
Nos conocimos hace unos años a través de Josechu (Pasajero, Nudozurdo). Empezó a colaborar con las baterías de Acuario. Surgió la chispa. Hay afinidad musical dentro y fuera del escenario. Un gran tipo. Un batería muy energético. Estamos muy contentos.
¿De qué manera ha influido su aportación en el álbum? Aunque el disco estaba muy avanzado cuando nos pusimos a trabajar juntos le ha dado vida a las baterías. Le ha aportado estabilidad. Suena contundente y al mismo tiempo hay muchos detalles elegantes.
¿Y cómo os veis ahora cuando echáis la vista atrás hasta vuestro debut homónimo? Han pasado tantas cosas desde entonces que a veces me parecen otras personas.
Tu voz Leo y tu forma de expresarte, tan personal y tan tuya, juega como un instrumento más, no solo en Nudozurdo sino también en tu proyecto en solitario como Acuario ¿Qué tal ha funcionado Cassette para los Niños? Bien. En realidad está despegando. Es un nuevo escenario para mí. Comprendiendo en directo lo que funciona y lo que no. Pero sobretodo un desahogo musical de cosas que están fuera del circulo nudozurdo. Aprendiendo a cacharrear que puede ser muy divertido.
¿Vas a seguir compatibilizando los dos proyectos? Sí, sigo trabajando con los dos. ¡¡Un hemisferio para cada proyecto!!
Nudozurdo en directo: 17 y 18 de abril, Sala Sol, Madrid
Fotos: Luis Diaz Diaz
