Entrevistamos a BelizeAterrizaron el año pasado en la escena con el lanzamiento de varios temas que hoy componen su álbum debut y homónimo.

Un disco que, producido por ellos mismos y Hans Krüger en Montreal Studios, y mezclado por Luca Petricca, esconde mucho más que esos primerísimos azotes pop que nos envuelven desde la primera escucha. El sexteto de Pamplona huye de las etiquetas y abraza la libertad creativa, de ahí estas diez canciones que, eclécticas y unidas por cinco interludios, suenan a ellas mismas y se fusionan en un todo con personalidad propia. Una sinécdoque sonora y conceptual donde cada una de las partes aporta un carácter, para después desembocar en un conjunto globalizador que no atiende a fronteras. Sonidos que nos transportan al otro lado del charco en un coqueteo con el tropicalismo y dejes exóticos. Letras de esencia urbanita que hablan de todos los días. Guiños a las melodías acústicas, en un juego de voces que protagoniza el sentido de sus canciones. Pero es quizás su gusto por la electrónica europea la que, convirtiéndose en una constante, ha dotado de un carisma especial a su primer disco. De la mano de Ángel y Pablo, nos adentramos de lleno en los fondos y las formas de Belize; o lo que es lo mismo, en ese paraíso en la ciudad.

¿Cómo os presentáis a quienes todavía no os han escuchado? 
Ángel: A mí me gusta ver Belize como un colectivo, donde hay cabida para músicos, Santi que hace videos, Hans Krüger productor… Cada persona que curra en Belize para mí es importante y juega un papel necesario.

Desde que el año pasado comenzasteis a lanzar algunos singles de este disco, hasta hoy, ha habido cambios en la formación… Ponedme al día:
 Pablo: Con la publicación de aquellos temas, que ahora forman parte de este disco, empezó a llegar el foco de atención hacia nosotros, de ahí adquirimos el compromiso de grabar este disco. Durante el proceso perdimos a Tasio por diferencias artísticas, él sigue adelante con Joe la Reina.

Hay canciones que ya conocemos que creasteis con la antigua formación, pero imagino que habrá canciones que han surgido tras el cambio… 
Pablo: Es que la diferencia de Belize es que no hay una estructura de grupo en el que uno lleve una canción, la toquemos y la desarrollemos juntos, y luego vayamos al estudio a grabar. Nosotros lo que hacemos es saltarnos toda esa parte y vamos directamente a grabarla. Esto nos da la opción de desarrollar todo sobre la marcha. Hemos trabajado los mismos todo el tiempo; realmente solo hay dos canciones creadas tras la marcha de Tasio.

Estas canciones que ya conocíamos desde el año pasado era obvio que iban a terminar en este álbum. Pero ahora, cuando empecéis a desgranar el disco, ¿qué singles vais a escoger?
Pablo: Hemos decidido que “Stab my heart”, que lo hemos publicado esta semana, sea el último single. Ahora trabajaremos los videos, o incluso videos en acústico…
Ángel: Sí que es cierto que las canciones con más estructura de single ya las hemos sacado, que son las que conocéis desde el año pasado.

Entrevistamos a Belize

Realmente anticiparse con varios singles es una buena manera de crear expectación. Como una carta de presentación. Imagino que era vuestra intención…
 Ángel: Claro, es una forma de decir quiénes somos. De hecho hemos trabajado tanto el disco que lo que nos interesaba era que los temas no cayeran en saco roto. Cuando sale el disco se suelen escoger en torno a dos singles, pero de esta manera hemos ido dando importancia a mayor número de canciones. Queríamos que la gente entendiera cada canción con su propio mundo, por eso escogíamos una portada para cada una, un video hecho por nosotros mismos…
De esta manera, ahora que ha salido el disco, muchas de las canciones ya tienen un recorrido; y cuando las escuchas dentro del álbum tienen sentido, no son canciones independientes. Todas ellas han dado forma a una única pieza que es este disco.

Toda una sorpresa la presencia de esos interludios entre canciones… ¿Qué papel juegan?
 Ángel: Son momentos de transición entre partes, son un movimiento entre pieza y pieza. Es bonito porque nos permite desarrollar mucho el concepto de disco. Son como los nexos de unión que, además, van cogiendo partes de otras canciones y las incluyen. El primer interludio, “Prelude: Joie”, comienza con un sonido de viaje que también aparece al final del disco. Y el primer acorde que entra es el sinte que se repite exactamente con el mismo patrón en la canción “Arde Pekín”, y Ana en esta canción canta “Bring me sunshine” que es la parte de “Tik’al”. En un solo minutos estamos haciendo referencia a tres canciones del disco. 
”Interlude I: Hossegor Plage”, que es el interludio que va antes de “Egos” hace referencia a todo el tema de videos que hemos hecho; el “Interludio III: Solitude” es un charango tocado solamente con un piano…

Se ve que es un disco muy hecho a conciencia, con mucho detalle, nada se escapa al “porque sí”… 
Pablo: Eso es cosa de Ángel que es muy detallista, muy meticuloso.

¿Qué dices tú Ángel?
 Ángel: Hombre, es que creo que hay que hacerlo así. En el fondo es como pensar “¿qué aporto yo?”. Sí aporto canciones, pero cuando estás haciendo un disco piensas en las personas que lo van a escuchar y entiendes que quieren escuchar el disco entero, tema tras tema, así que hay que darle un sentido. Si quieren escuchar canciones sueltas se irán a Spotify.

Pero hoy en día, en la era de la inmediatez y de las prisas, parece que casi no se escuchan discos enteros… ¿cómo lo veis?
 Ángel: Tienes razón, pero nosotros hemos hecho este disco para quien lo quiera escuchar entero. Y estamos seguros de haber apostado por la música. Hemos hecho canciones sí, pero ahora tocaba hacer un disco y lo hemos hecho completo, con todo detalle, donde las canciones tienen una conexión. Como los discos conceptuales de Pink Floyd donde cada cosa tiene un sentido…

Ángel compartes la parte vocal con Ana, tu hermana, en un disco en el que se podría decir que os habéis convertido en personajes. ¿Quién es protagonista y quién antagonista? ¿Qué papel jugáis cada uno? 
Ángel: De alguna forma, las canciones se construyen sobre diálogos entre dos personajes. Ana representaría la parte de la personalidad que te anima a saltar al vacío, a arriesgarte, más visceral, más seductora… Y yo juego el papel de la reflexión, más analítico, de mayor conciencia… 
Pablo: es como los dos hemisferios del cerebro, uno es más artístico y otro es más racional. 
Ángel: Lo bonito de las canciones así, es que pueden ser interpretadas como dos personajes dentro de la misma canción, más allá del personaje que juega Ana en Belize y el papel que juego yo.

Cantáis en inglés, en castellano e incluso en portugués (“Sausade”), hay títulos de canciones en francés… ¿esto despista o enriquece?
 Pablo: Creo que Belize es, más que el idioma en el que se canta, es un sonido. Incluso el hecho de utilizar varios idiomas puede ser una característica del grupo. A mí no me asusta despistar. Además, cuando escuchas el disco ves que todas tienen algo en común.
Ángel: Además también, cuando metemos el portugués o el francés, es cierto que hay una lógica, pero son decisiones más viscerales. Es como si esa canción tuviera que sonar así, y te dejas llevar por la intuición.

Sois entonces de los que pensáis que cada idioma tiene su propio sentido y carácter…
 Ángel: Yo sí que lo creo. De hecho “Sausade” tiene una influencia directa de escuchar a Rodrigo Amarante y su último disco, pero también de profundizar en las canciones de los nuevos bahianos. Yo pensaba, “¿por qué no voy a poder escribir algo que me gusta? esta línea melódica que acabo de escribir me suena a esto… ¿por qué no lo voy a hacer?” Me gusta que arriesguemos.

Entrevistamos a Belize

Profundicemos en el sonido Pablo, tú que eres el experto… Belize podría encuadrarse perfectamente dentro del género pop, aunque guardáis toques tropicalistas y exóticos, pero también electrónicos…
 Pablo: A mí el sonido de Belize me suena bastante europeo, por las texturas de sintes que hemos utilizado… De repente tiene también esos ritmos un poco latinos a veces. 
Ángel: La influencia del otro lado del Atlántico es impresionante, pero aquí en España solo entra lo que ya sabemos, el reggaeton. Pero de verdad, hay grupos y sonidos increíbles y nos los estamos perdiendo! A mí por ejemplo me flipan The Plastics Revolution.
Pablo: Sí, pero muchas veces este tipo de grupos definen su propio sonido como más europeo que latino.



Volvamos un momento a esa influencia eléctrica que os hace sonar a rollo europeo… ¿de dónde viene exactamente?
 Pablo: Sobre todo viene de la electrónica francesa. A mí me gustan mucho Daft Punk, Justice, Phoenix… No sé qué tienen, es como un saber hacer francés concreto, con un carácter súper marcado… Hay un microcosmos de música de ese estilo alucinante que encima tiene una tirada internacional brutal.
 Ángel: Pero incluso también en la parte electrónica nos hemos basado en gente como Sufjan Stevens. A mí este tipo me flipa, porque es capaz de hacerte una canción de dos minutos impresionante sobre su vida en acústico, pero luego va y te hace el disco The Age of Adz y te quedas loco en plan, ¿de dónde ha salido esto?. Es un tío capaz de no encasillarse y eso es admirable. 


Por este híbrido sonoro que tenéis… ¿es este un disco perfecto para el otoño en la ciudad, o es más veraniego y llegamos un poco tarde?
 Pablo: A mí me daba miedo que sonase a eso segundo. Es un disco que propone varias imágenes a nivel sonoro, y aunque que tiene ese punto veraniego tropicalista, tampoco tiene tanta presencia como puede parecer en un principio.

¿Qué tal la experiencia en esta última edición del Sonorama? 
Pablo: Muy bien, hubo canciones que sí tuvimos que cambiar un poco para el formato directo.
 Ángel: Es que la experiencia de escuchar un disco no debe ser la misma que la de escuchar los temas en un concierto. El disco está pensado para que uno lo escuche en su casa, desde la tranquilidad, en el coche, en el metro… En cambio la experiencia del directo implica compartir, entregarte de otra manera… No puede ser lo mismo.

No habéis planteado el disco, ni por asomo, pensando en el momento de llevarlo al directo entonces…
 Pablo: Para nada. Ni se compuso ni se grabó pensando en eso.
Ángel: De hecho se hizo al margen de eso. Hicimos la música que queríamos hacer y luego ya, en directo, ya veremos cómo nos lo montamos. 
Pablo: Realmente hacerlo así también requiere su trabajo, porque al final es cómo volver a plantearte el disco. Es como un doble trabajo, pero eso también es enriquecedor para nosotros; además, lo bueno de nuestras canciones es que son fácilmente reinterpretables, las podemos abordar desde muchos puntos.


¿Tenéis pensada ya la ruta de gira?
 Ángel: La idea es hacer una gira de presentación del disco a partir de Octubre. Empezar haciendo showcases acústicos en Fnac y formatos más sencillos y reducidos en Septiembre, y tocar en gira propiamente dicha por las salas en Octubre y Noviembre.

(Foto inicio: Ingrid Ribas)