Cuando todo parecía establecido en géneros tan arraigados como el flamenco y la electrónica, aparecieron ellos para alborotarlos
Desde sus inicios hace ya unos siete años, Fuel Fandango se han dedicado a acotar la distancia entre universos que, hasta su llegada, parecían equidistantes, contrarios, irreconciliables incluso. Han tejido con la tradición de uno y la vanguardia del otro un cosmos común en el que habitan sus composiciones, demostrando a la vez la comodidad y la destreza en la que estas se asientan desde una perspectiva única que escapa a estándares. Hoy, el dúo formado por el productor Alejandro Acosta y la cantante cordobesa Cristina Manjón, conocidos popularmente como Ale y Nita, presentan su tercer álbum de estudio, Aurora (Warner, 2016). Un trabajo para el que han dedicado un tiempo, un espacio y unas influencias tan eclécticas como su propio sonido, y con el que además han querido contar con emblemas consagrados como Estrella Morente e innovadores como el Niño de Elche. Ale nos adentra en los detalles de este Aurora que no conoce fronteras y se alza como la nueva evidencia de una antítesis sonora y conceptual que no solo es posible, sino que para muchos paladares es exquisita.
¿Cómo pasará a la historia este tercer disco de Fuel Fandango? Lo que pase a partir de ahora no tengo ni idea, lo que tengo claro es que en nuestra historia personal nos ha marcado mucho todo el proceso de composición, hemos disfrutado más que nunca componiendo.
¿Un tiempo para deleitarse creando, no? Sí, hemos disfrutado porque hemos estado casi un año componiendo canciones, hicimos más de 30 bocetos y le hemos dado mil vueltas a los temas, con tranquilidad, sin prisas. Los otros discos los hicimos más rápido y con poco tiempo y no queríamos volver a correr con este álbum.
Parece que Aurora trae consigo la consolidación de vuestra identidad sonora, pero en mi opinión vuestra propuesta siempre ha sido personal e inconfundible, ¿qué era necesario asentar? Teníamos ganas de seguir investigando y ver hasta donde llegábamos con la mezcla del flamenco y la electrónica. Siempre nos ha importado poco el mezclar estilos y no poner reglas a la hora de componer, pero en este ya nos hemos lanzado más al barro.
Esta vez os han inspirado viajes a numerosos rincones del mundo y el acercamiento a diferentes culturas, ¿cuál es, de todas estas experiencias, la más patente en el álbum? Es curioso porque en el disco hay influencias de nuestros viajes a África, Asia o Cuba pero son pequeños detalles de percusión, samplers de grabaciones que hacemos, instrumentos que compramos… Pero esas experiencias se notan sobre todo en las letras, hemos crecido personalmente en esos viajes y lo contamos en las canciones.
¿Qué música os ha acompañado a vosotros en esta tournée continental? De todo y muy variado, desde James Blake, Fink o SBTRKT hasta Los Van Van, Camarón o Little Dragon.
Parece que definitivamente os habéis inclinado por el castellano, a pesar de abrir el álbum con la tribalista “Burning” y que en varios de los temas lo mezcléis con el inglés , ¿ha llegado el momento de haceros entender más directamente? Pues puede ser que lo hayamos hecho de manera inconsciente, de verdad que no pensamos cuando nos sentamos a componer si lo hacemos en español o inglés, hasta que no terminamos el disco no nos dimos cuenta que teníamos más de la mitad del disco en español.
Ahora ya hay mensajes que no se escapan, como: “Y ahora ya la gente no puede respirar, ni caminar en libertad” que canta Nita en “Salvaje”, ¿incisiva y elegante crítica al mundo de hoy, no? Pues sí, estamos un poco hartitos de cómo nos tratan y la dirección que está cogiendo todo lo que nos rodea. Este mundo se está volviendo muy loco y a veces dan ganas de salir de este circo.
¿Va encaminado hacia ese punto el cometido principal de Aurora? ¿Cuál es su intención principal? Aurora es la primera luz de la mañana, queríamos transmitir esa sensación de empezar de nuevo que transmite cuando amanece un nuevo día, el ser positivo, pensar que después de la oscuridad de la noche siempre aparece el sol; esa actitud es la que queremos tener los dos y la que queremos contagiar a la gente.
Vosotros os habéis convertido en gurús de la renovación de un género tan arraigado y clásico como es el flamenco para traerlo a un presente ecléctico e innovador ¿Os llovieron muchas críticas entonces por parte de la vertiente más purista del género? No muchas, por lo menos no llegan a nuestros oídos, tenemos muchos colegas flamencos a los que admiramos y nos animan a seguir con esta investigación.
En este nuevo disco habitan con la misma habilidad las guitarras clásicas de “Not true” y las multicapas electrónicas de “La Primavera” ¿cuesta llegar al equilbrio o no es algo que premeditéis? Trabajamos mucho en ese equilibrio, yo personalmente le dedico muchas horas en la producción para que ese contraste no sea brusco y que entre por igual una guitarra flamenca o un sinte con distorsión, ahí es donde está el reto para mí como productor.
Por lo que habéis demostrado desde vuestros inicios estáis a favor de la modernización de escuelas y estilos, en pro de un mayor acercamiento a todas las épocas y géneros… Además de la unión de flamenco y electrónica, ¿con qué otro híbrido os atreveríais? Pues posiblemente con la música salsa y la electrónica por ejemplo….
¿Qué os llevó a que el Niño de Elche y Estrella Morente participaran en este disco? ¿Otras visiones del flamenco? Exactamente. Nunca habíamos colaborado con nadie y nos planteamos que en este disco viniesen a dejar su arte dos artistas que admiramos y nos encanta su visión del flamenco. La gran Estrella Morente por toda su tradición y porque cuando canta nos estremece y nos emociona mucho, y El Niño de Elche porque nos flipa lo que está haciendo con el flamenco, lo está llevando a terrenos inexplorados.
Otra aportación externa ha sido la de Steve Dub. ¿Cómo ha sido el trabajo mano a mano en la producción, en la que tú has trabajado junto a él? Steve le ha dado el toque que le faltaba a los temas, ha sido capaz de sacarle una pegada a los temas que yo no era capaz, una visión más arriesgada en la mezcla. Ha sido una gozada trabajar con él, he aprendido muchísimo y sobre todo muy emocionante trabajar codo con codo con el productor que ha mezclado todos los discos de los Chemical Brothers, una de mis bandas de referencia desde hace ya casi 20 años.
En Aurora también encontramos ciertos dejes souleros en “Toda la vida”, algo de música disco en “El viento”, funk, dance… ¿hay algún tabú sónico en Fuel Fandango? Pues no tenemos nada prohibido, ahora estos estilos son los que nos van inspirando y le damos hueco en las canciones, y así seguiremos, dejándonos llevar para no aburrirnos.
Por cierto, los colores elegidos para vuestra imagen, incluso la estética de las fotografías, me recuerdan a The White Stripes; sin embargo, nada suena a ellos… ¿mera coincidencia? ¡¡Nos lo han dicho!! Pero hemos tenido el rojo y el negro desde el principio, son colores con los que nos sentimos muy cómodos.