El carácter híbrido de la obra del artista francés Donatien Aubert nos traslada a un universo paralelo, paradójicamente ultraconectado con la contemporaneidad distópica.
La obra de Donatien Aubert está marcada por la generatividad, la interactividad y la inmersión materializada en forma de videos, instalaciones interactivas y esculturas tecnológicas como en su reciente proyecto “Veille infinie”, expuesto en la última edición de la Bienal Némo de arte digital. La creación de Aubert se ve moldeada por una diversidad de corrientes filosóficas relacionadas con la cibernética, la ecología y la captología.
Imagen superio: “L’héritage de Bentham ou: La domestication et le calcul des plaisirs”. Estreno en 2024. ©Donatien Aubert.
“Shoot ‘em up” (Attracteurs series), 2022. Parte de la instalación “Veille infinie”. © Donatien Aubert.
Su trabajo indaga en la historia de las ideas y los inicios de la tecnología mediante una minuciosa investigación que establece conexiones entre conceptos pasados y teorías contemporáneas.
Su obra exhibe una elegancia minimalista, en ocasiones inquietante. Intercala elementos románticos con toques industriales y alude a una narrativa transhumanista como representación de posibles futuros inminentes.
“Shoot ‘em up” (Attracteurs series), 2022. Parte de la instalación “Veille infinie”. © Donatien Aubert.
Charlamos con el sobre su propuesta artística
Para aquellos que no te conocen. ¿Cómo describirías tu trabajo?
Donatien Aubert: Mi trabajo pretende abordar mutaciones antropológicas contemporáneas. Para ello, implemento dispositivos tecnológicos de última generación y colaboraciones con laboratorios. Me esfuerzo por abordar cada proyecto con un punto de vista tecnocrítico basado en un sólido conocimiento de la historia de las ideas. Estoy particularmente interesado en el legado de la cibernética y la resistencia de sus paradigmas en movimientos como la ecología y el transhumanismo.
Pieza de la instalación “Veille infinie”. © Donatien Aubert.
Creo obras híbridas como videos, instalaciones interactivas, experiencias de realidad virtual y esculturas creadas mediante diseño y fabricación asistidos por ordenador.
Estas obras de arte se basan en formas que deben tanto a la cultura clásica de la curiosidad, tal como existía dentro de los gabinetes de curiosidades, como a la de la tecnociencia contemporánea.
Las tecnologías digitales han transformado la producción, el acceso y la circulación de conocimientos, opiniones y experiencias estéticas. Desde hace varios años vengo analizando esta transición epistemológica, política y perceptual.
Vista de la instalación “Jardin cybernétiques”. © Donatien Aubert.
Tu trabajo suele tratar sobre la interacción entre humanos y máquinas. Un tema cada vez más habitual debido a la accesibilidad que existe en la actualidad a herramientas como la IA. ¿Cómo crees que influirán estas herramientas a tu trabajo futuro?
Donatien Aubert: He escrito una tesis doctoral en literatura comparada sobre la reactualización en el campo de la interacción hombre-máquina. He trabajado mucho en los escritos de pensadores que han intentado automatizar la producción del razonamiento; gente como Ramon Lull, Gottfried Wilhelm Leibniz, Charles Babbage, Alan Turing, Norbert Wiene o Marvin Minsky. Estoy muy interesado en los avances que se están produciendo en el campo de la inteligencia artificial, pero creo que la forma en que la presentan la prensa y algunos ingenieros alimenta muchas fantasías perjudiciales.
“Chrysalide n°3”, 2020. Parte de la instalación “Jardin cybernétiques”. © Donatien Aubert.
En el ámbito artístico, estas novedades son bastante interesantes. La IA permite crear rápidamente prototipos de ideas en una forma visual comprensible y realizar transferencias o incrustaciones de estilo, lo que hace que la IA sea muy útil desde la etapa de diseño hasta la posproducción de un proyecto.
“Chrysalide n°1”, 2020. Parte de la instalación “Jardin cybernétiques”. © Donatien Aubert.
Tu instalación “Les jardins cybernétiques” (2020) plantea la cuestión de la influencia de las tecnologías sobre la especie humana y el medio ambiente. ¿Puedes contarnos más sobre la cuestión de la ecología en tu obra?
Donatien Aubert: Las vanguardias modernistas asignaron a los artistas el papel de anticipadores del cambio social y a día de hoy, dudo que los artistas contemporáneos se hayan emancipado de esta expectativa. La era contemporánea está marcada por muchas crisis, pero una de las más serias es, sin duda, la amenaza que representa el calentamiento global para nuestra forma de vida.
“Chrysalide n°3”, 2020. Parte de la instalación “Jardin cybernétiques”. © Donatien Aubert.
Para poner en perspectiva la transición ecológica que estamos atravesando y la forma en que ha evolucionado nuestra visión de la vida y el medio ambiente, me he interesado por la historia de la arquitectura del paisaje y el arte de los jardines; desde los jardines italianos del Renacimiento hasta la época post-parques industriales de nuestro tiempo.
En el siglo XX, la cibernética iba a ser la corriente de pensamiento más transformadora en relación con nuestras representaciones del mundo viviente. Popularizó la representación del mundo como un todo termodinámico, fomentó el uso de ordenadores para simular el clima e inspiró a numerosos arquitectos. Los ejemplos incluyen proyectos de Buckminster Fuller, Yona Friedman y Archigram, algunos de los cuales se inspiraron directamente en la ciencia ficción de su época, como por ejemplo, “Walking City” de Peter Cook, miembro de Archigram.
Vista de la instalación “Jardin cybernétiques”. © Donatien Aubert.
“Les jardins cybernétiques” aborda esta evolución con un cortometraje CGI y varias esculturas. Incorpora una serie de esculturas denominadas “Crisálidas”, que reaccionan a la presencia de los espectadores emitiendo sonidos de la naturaleza y variando la iluminación del espacio expositivo. También se exhibe un ramo impreso en 3D de cinco especies de plantas que desaparecieron entre el advenimiento de la era industrial y la actualidad, reconstruido a partir de representaciones de estas plantas realizadas poco antes de su extinción.
Secuencias de “Veille infinie”, 2022. © Donatien Aubert.
Es fácil intuir algunas influencias e intereses en tu trabajo. De la literatura a la sociología, pasando por la ciencia o la filosofía. Háblanos sobre tus principales fuentes de inspiración.
Donatien Aubert: Me apasiona explorar la historia de las ideas: me parece necesario comprender las cuestiones filosóficas, políticas, económicas y técnicas que dan forma a los desarrollos culturales si quiero proponer formas maduras y reflexivas como artista. Tengo una particular curiosidad por las cuestiones epistemológicas que están en juego en el paso de la Edad Media a la Edad Moderna, y he leído atentamente a autores como Frances Yates, Paolo Rossi y Umberto Eco.
También estoy muy interesado en la cibernética, que fue en sí misma un importante punto de inflexión en la historia de la ciencia a mediados del siglo XX.
Los escritos de Norbert Wiener, Claude Shannon y John von Neumann me parecen, desde este punto de vista, muy interesantes para comprender algunas de las cuestiones que estructuran las culturas digitales hoy.
Secuencias de “Veille infinie”, 2022. © Donatien Aubert.
Otro concepto que me interesa es la idea de la “tecnocritización”, con filósofos como Lewis Mumford, Hannah Arendt, Günther Anders, Jacques Ellul y, en cierta medida, Jean-François Lyotard.
Y aquellos que escriben para comprender los trastornos asociados al cambio climático como Michel Serres, Bruno Latour y Peter Sloterdijk.
Más recientemente, tuve la oportunidad de profundizar en la historia de la captología, es decir, el estudio de cómo se puede utilizar la tecnología informática para hacer cambiar las opiniones de las personas o persuadirlas para que hagan algo. En este contexto, he tenido la oportunidad de leer a Yves Citton, Sherry Turkle, Jaron Lanier y Gérald Bronner, entre otros.
Secuencias de “Veille infinie”, 2022. © Donatien Aubert.
Tu obra “Veille infinie” ha formado parte de la última edición de la Bienal Némo, celebrada en el espacio Le 104 París hasta el pasado mes de diciembre. ¿Cuál es la idea principal que intentas transmitir con este proyecto?
Donatien Aubert: Nuestra era está marcada por el control que ejercen sobre nuestros pensamientos, a veces incluso los más íntimos, los contenidos distribuidos y puestos en circulación por las grandes plataformas de la industria digital. Estos esfuerzos por “regular” nuestras vidas han desdibujado las distinciones tradicionales entre vida pública y privada, y entre trabajo y tiempo de descanso. Como estas empresas han organizado su negocio principal en torno a captar nuestra atención y crear perfiles personalizados, se centran en los raros momentos en los que todavía estamos disponibles y distraídos.
Secuencia de “Veille infinie”, 2022. © Donatien Aubert.
“Veille infinie” muestra cómo estas empresas buscan capitalizar y monetizar nuestro comportamiento en línea por la noche, una temporalidad hasta ahora percibida como improductiva.
Las alertas enviadas por nuestras aplicaciones, instándonos a consultar las últimas informaciones, nos sumergen en un universo donde reina un miedo irracional. El de experimentar una forma de degradación simbólica si optamos por permanecer desconectados. “Veille infinie” muestra cómo las tecnologías digitales han transformado nuestras relaciones con el trabajo, el ocio y la sexualidad, al imponer nuevas limitaciones a nuestras relaciones sociales.
Les jardins cybernétiques (corto), 2020.
Cuéntanos más sobre las diferentes piezas que conforman esta exposición. Hay esculturas, vídeos, hologramas…
Donatien Aubert: La instalación incorpora pantallas holográficas, esculturas creadas mediante diseño y fabricación asistidos por ordenador y objetos de aluminio fundido. Estas obras evocan implícitamente diversos temas vinculados a la cultura digital, abordando cuestiones como la captación de atención y la insularidad cognitiva, como en el caso de las esculturas “ALERTE” y “Les perfilurs profilés”.
Les jardins cybernétiques (corto), 2020.
Las pantallas holográficas de la exposición aprovechan nuestra fascinación tecnófila por los dispositivos inmersivos. También reflejan los puntos ciegos de la industria digital: la elaboración generalizada de perfiles individuales, la insularidad cognitiva y la profusión de desechos electrónicos.
Con la serie “Attracteur” pongo el foco en tres formas de absorción específicamente contemporáneas. La catarsis violenta de los videojuegos (la escultura Shoot ’em up), el consumo de pornografía, que por sí solo representa casi un tercio del consumo de vídeos en línea (Débordement), y las nuevas formas de narcisismo, implícito en el comportamiento adulador que fomentan las redes sociales (Autophage). Las carcasas metálicas cortadas con láser de la escultura siguen los patrones de la envoltura exterior de los ordenadores para juegos.
Estos temas tratados implícitamente en las esculturas, son retomados de forma concreta y precisa por el cortometraje CGI que acompaña la exposición.
Les jardins cybernétiques (corto), 2020.
Como ya hemos dicho, este trabajo se muestra en la Bienal Némo. En esta edición versa sobre las ventajas y desventajas de la era tecnológica que vivimos poniendo énfasis en la idea de hiperconectividad e identidad. Me interesa mucho conocer tu punto de vista teniendo en cuenta tu edad y tu experiencia en este campo.
Donatien Aubert: Las telecomunicaciones han acortado distancias al minimizar el tiempo necesario para transmitir información. A su vez, desde el siglo XIX hasta nuestros días, han sido presentadas desde diferentes perspectivas ideológicas: en la época de la radio y los inicios de la televisión, fueron descritos como capaces de moralizar la vida pública, al sincronizar la mente de oyentes y espectadores.
Les jardins cybernétiques (corto), 2020.
Más tarde, se creyó que podrían emanciparnos de las fronteras geográficas y tradicionales, a través de nuestra interconexión con las redes globales de información. (La Declaración de Independencia del Ciberespacio de John Perry Barlow refleja la ingenuidad de la época).
Nuestros tiempos están marcados por la crítica de estos ideales, sobre todo ahora que los asuntos Assange y Snowden han arrojado una dura luz sobre la concentración de poder practicada por las empresas digitales.
Y también la extensión de los métodos que han puesto en marcha para permitir diversas actividades de inteligencia, servicios para monitorear cada uno de nuestros movimientos.
“L’héritage de Bentham ou: La domestication et le calcul des plaisirs”. Estreno en 2024. ©Donatien Aubert.
¿Cuál será tu próximo proyecto?
Donatien Aubert: Mi próximo proyecto se llama “L’héritage de Bentham ou: La domestication et le calcul des plaisirs”. Se trata de una instalación organizada en torno a un cortometraje, que hibrida CGI, acción real y procesamiento de inteligencia artificial. El cortometraje se dividirá en tres episodios de cinco minutos, mostrando desde diferentes perspectivas y en diferentes géneros (documental, terrorífico y grotesco) las consecuencias imprevistas en nuestros tiempos de la fundación del utilitarismo por Jeremy Bentham en el siglo XVIII.
“L’héritage de Bentham ou: La domestication et le calcul des plaisirs”. Estreno en 2024. ©Donatien Aubert.
La cultura de los espacios abiertos en el lugar de trabajo, las plataformas de redes sociales y el uso generalizado de la vigilancia remota también refuerzan esta impresión en nuestros estilos de vida contemporáneos. Estos desarrollos han hecho de la culpa un afecto estructurante de la época contemporánea.
“L’héritage de Bentham ou: La domestication et le calcul des plaisirs”. Estreno en 2024. ©Donatien Aubert.