La formación musical Cachopou se despide con “Encore Unmastered”: su último proyecto de caos sonoro.
Entrevistamos a Juanma LoDo y David Quiles Guilló, fundadores de Cachopou, que se despiden con un proyecto que desafía convenciones. Un intento de crear música sin etiquetas y que han mantenido su esencia rebelde e innovadora a hasta el final.
Imagen superior: Portada de “Encore Unmastered” de Domenico Barra
Exploramos el viaje de Cachopou, el innovador dúo de Juanma LoDo y David Quiles Guilló, que se despiden con el álbum “Encore Unmastered”. Desde su encuentro en Asturias, Cachopou ha desafiado los límites musicales con experimentación e improvisación. Su trayectoria incluye producción musical, gestión cultural y colaboraciones con J.M. Rosillo, dejando una marca global. Su gira “The Weird World Tour”, en 2016, consolidó su creencia en la improvisación y colaboración. Ahora, ambos reflexionan sobre su legado y comparten sus futuros proyectos, destacando su impacto cultural único.
Together ~ Cachopou + AUJIK (Official video) from TheWrong. on Vimeo.
” Nos consideramos los precursores analógicos de la nueva ola de música artificial que ya invade Spotify. Nuestro sonido es precario, desajustado, imperfecto y muy humano.”
Imagen: Jon Vaughn
Este álbum marca la despedida del proyecto Cachopou, formado por Juanma LoDo y David Quiles Guilló. ¿Qué necesidad surgió para que formaran este dúo?
Cachopou nació de un encuentro inesperado en septiembre de 2014, durante el festival Trendeleburg en Asturias. Nos dimos cuenta de que compartíamos una obsesión casi enfermiza por romper esquemas musicales. Ambos estábamos hartos de la monotonía y queríamos traspasar las barreras de la música convencional para crear algo que no se pudiera encajar en ninguna etiqueta.
¿Qué hacíais antes de que Cachopou explotara en sus vidas?
Antes de Cachopou, Juanma estaba metido hasta el cuello en la producción musical y la ingeniería de sonido, creando caos organizado en su estudio. Por mi parte (David), me movía en el ámbito de la gestión cultural, montando plataformas para artistas que deciden no jugar según las reglas del sistema. Ambos teníamos nuestras carreras, pero necesitábamos un nuevo proyecto, y así nació Cachopou. Nombre que por cierto no es del agrado de la mitad de la banda.
Stakes are high ~ Cachopou + Fernando Velázquez (Official video) from TheWrong. on Vimeo.
¿Quién es J.M. Rosillo?
J.M. Rosillo es más que un productor e ingeniero de sonido; es el alquimista que ha convertido nuestras ideas en algo tangible desde nuestro primer álbum, “Creating Standards”. Es el tipo que entra al estudio y hace magia, convirtiendo el caos en belleza sonora. Sin él, Cachopou no sonaría como suena.
Vuestra gira mundial “The Weird World Tour” en 2016 os llevó a ciudades como Barcelona, São Paulo o San Francisco. ¿Qué impacto tuvo esto en el proyecto?
“The Weird World Tour” fue como una extensión de la performance en cámara lenta. Nos permitió llevar nuestro caos organizado a diferentes rincones del planeta, interpretado por bandas locales creadas a medida, y lo mejor de todo, conectar con esos artistas locales que compartían nuestra locura. La gira confirmó lo que ya sospechábamos: nuestra música no tiene fronteras ni límites, es un lenguaje universal raro que habla a cualquiera que esté dispuesto a escuchar.
Unexpected reminder ~ Cachopou + Jorge Sellés (Official video) from TheWrong. on Vimeo.
¿Por qué decidisteis concluir el proyecto?
Llegamos a un punto en el que sentimos que habíamos exprimido todo lo que podíamos de Cachopou con “Encore Unmastered”. No queríamos ser esa banda que sigue lanzando discos hasta que nadie se acuerda de ellos. Queríamos salir en lo más alto, dejando una explosión final en lugar de un susurro. Además, los dos sentimos que era hora de explorar otros universos, otros proyectos que no busquen el fracaso de forma tan frontal.
¿Cómo definiríais vuestra música?
Nuestra música es un coctel molotov de electrónica, ruido, post-jazz y arte sonoro minimalista. Nos encanta jugar con la aleatoriedad, la improvisación y la contradicción, creando piezas que pueden ser tan caóticas como hermosas, dependiendo de cómo te pillen. Es una búsqueda continua de los límites del sonido, una especie de montaña rusa emocional donde no sabes si vas a salir eufórico o destrozado. Eso si, todos los temas acaban de forma magistral.
Para los que aún no os conocen, ¿qué pueden esperar de este álbum?
Cachopou: “Encore Unmastered” es nuestra carta de amor a la música. Encontrarán un collage de ritmos electrónicos, melodías orgánicas y caos generado por inteligencia artificial. Cada pista es una improvisación cruda, sin acabar, lo que le da al álbum un sentido de urgencia, de ahora o nunca. Es como si metieras tu cerebro en una licuadora y le dieras al máximo.
Foto: Manuel Mirnar
Tanto David como Juanma sois conocidos por ser agitadores culturales. ¿En qué estáis trabajando ahora?
Juanma está experimentando con nuevas tecnologías y sigue generando colaboraciones en directo sobre el escenario. Yo (David) sigo metido hasta las cejas en proyectos culturales y artísticos, y preparando nuevas plataformas para artistas que están tan hartos del status quo como nosotros. Ambos seguimos buscando maneras de canalizar nuestros impulsos creativos en algo tangible y, si todo sale bien, absolutamente inclasificable.
The mountain is just a hill ~ Cachopou + Alexandre Louvenaz (Official video) from TheWrong. on Vimeo.
Tengo entendido que vuestro método de creación y grabación es bastante inusual y está basado en la improvisación. ¿Qué podéis contarnos al respecto?
Nuestro método es puro caos controlado. Entramos al estudio sin un plan, sin una idea preconcebida, y dejamos que la música nos lleve a donde quiera. Grabamos todo en vivo, dejando que la energía del momento dicte el camino. Luego, seleccionamos y editamos las partes más intensas, las que tienen más vida, creando piezas que son únicas e irrepetibles. Es como capturar relámpagos en una botella.
¿Hubo otras colaboraciones interesantes en este álbum?
Sí, en “Encore Unmastered” dejamos de lado las colaboraciones humanas, y trabajamos con herramientas de inteligencia artificial para generar algunos de los sonidos más inquietantes y envolventes del álbum. Nos dicen que sonamos a “Una desconcertante deconstrucción de música punk-jazz-minimal-glitch que parece ser reproducida infinitamente por una IA musical libre para explorar el reino y los límites de la música: ritmos, melodías, sonidos.” Nos consideramos los precursores analógicos de la nueva ola de música artificial que ya invade Spotify. Nuestro sonido es precario, desajustado, imperfecto y muy humano.
La parte visual tiene mucho peso en vuestro proyecto. Muchos de vuestros trabajos van acompañados de elementos audiovisuales. ¿Qué podéis contarnos sobre eso?
Lo visual es el complemento perfecto para nuestra música. En los discos anteriores trabajamos con artistas visuales de primer nivel, que entienden nuestra visión y la amplifican, creando un universo completo donde sonido e imagen se fusionan. Creemos que esta combinación lleva la experiencia a otro nivel, haciendo que el espectador no solo escuche, sino que se sumerja por completo en nuestro mundo. Es un viaje multisensorial, una inmersión total en Cachopou.
¿Qué músicas y tendencias os han influido al crear este álbum de despedida?
Hemos bebido de muchas fuentes: desde el jazz más rebelde y el punk más crudo hasta la electrónica más experimental y el arte sonoro más abstracto. Hemos intentado no repetirnos. Cada album tiene un sonido muy particular que creo complementa al resto de nuestras grabaciones. Sonamos a Tortoise pasado por la trituradora de Secret Mommy. Aunque conozcas las referencias, no se parece a nada que hayas escuchado antes.
Para dos almas tan inquietas como vosotros, seguro que ya tenéis algo entre manos. ¿Qué será lo siguiente?
La pregunta del millón. Ahora estamos en ese limbo entre proyectos, un lugar extremadamente caluroso y soleado donde no apetece tomar decisión alguna. Lo único seguro es que en unas semanas nos juntaremos de nuevo para crear nuevas iniciativas y planificar la traca final del proyecto. Cachopou siempre será una parte de nosotros, pero hay nuevos horizontes que descubrir evitando el éxito a toda costa.
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