Esta joven fotógrafa lo tenía claro, quería dedicarse a la fotografía sí o sí, ha residido en múltiples lugares, después de vivir una temporada en Londres ha decidido volver a España. Bárbara Traver con solo 26 años ya ha expuesto en múltiples galerías y recibido muchos premios como el Nikon Photo Contest (Japón, 2015) o el de Photo Festival Benidorm (España, 2017), el pasado septiembre recibió otro más, el premio Artista Neo2 2018 de la Feria Cultur3 Club. Teníamos muchas ganas de hablar con ella.
Bárbara eres muy joven pero ya tienes mucho trabajo realizado ¿Cuándo te diste cuenta de que lo tuyo era la fotografía?
Creo que de estas cosas no te das cuenta, es un impulso. Yo no tenía pensado ser fotógrafa ni estudiar fotografía, lo cierto es que yo quería estudiar criminología, pero hubo un parón en mi vida donde acababa de cumplir veinte años, había terminado los estudios y dejado el trabajo, vamos, estaba más perdida que nunca… Y ese año conecté más con la fotografía, era como volver a tener doce años, pero con una madurez y reflexión más amplia, por lo que fue más un impulso y me metí de lleno en esta profesión, eso sí, sin saber dónde me metía. A día de hoy me doy cuenta de que es la mejor elección que he hecho en mi vida, ya que la fotografía no es sólo hacer fotos, es juntar todas las piezas de lo que te apasiona en una sola profesión.
Bárbara cuéntanos tu trayectoria hasta hoy.
Pues sería a los doce años donde cogería por primera vez una cámara, donde pasé por un momento difícil y también crucial de mi vida, utilizándolo como una herramienta de expresión haciéndome autorretratos, aunque por aquel entonces yo sólo me dejaba llevar más por la emoción y el poder que tenían estas fotografías sobre mí. Sería ese año cuando la madre de una amiga me animaría a presentarme a un concurso de fotografía y gané. Seguí haciendo fotografías y los dos años siguientes volvería a ganar ese mismo concurso. Más tarde mi madre me regalaría mi primera réflex, fue una Olympus, me acuerdo como si fuese ayer… y seguí haciendo fotografías, pero siempre desde la intimidad. Luego empecé a estudiar animación sociocultural, mientras que seguía presentándome a concursos, etc. Y tres años más tarde comencé a dedicarme de forma más seria a la fotografía, ganando por el camino varios concursos y becas que hicieron que no dejase de luchar por lo que me apasiona.
Has recibido unos cuantos premios ¿crees que estos son importantes para la trayectoria de un artista?
Desde mi humilde opinión, los premios no te hacen mejor artista, ya que parece que en la sociedad en la que vivimos si no tienes un buen currículum no eres interesante. Para mí estos premios son necesarios como un impulso para seguir luchando y creer en ti, una manera de valorar no sólo el trabajo realizado si no todo lo que hay detrás.
Ahora vives en Londres, ¿es por cuestiones de trabajo?
Lo cierto es que me fui a Londres por amor, y aun habiendo encontrado trabajos de freelance como fotógrafa, la vida allí me pareció un tanto hostil, por lo que decidí volverme. Tampoco he cerrado la puerta a Londres, ni descarto el irme a vivir por una temporada más larga en el futuro.
Bárbara ¿Trabajas con galerías?
Empecé a trabajar con una galería que se llama “Luna 13”, que apuesta por artistas jóvenes y emergentes.
Bárbara ¿Vives de la fotografía? cuéntanos…
No del todo, pero sí que puedo decir que voy abriéndome camino en este aspecto. Es duro, como todo comienzo. El empeño, la determinación y el esfuerzo tiene que ser el 90% de tu vida, mientras que el otro 10% es lo básico – comer y dormir –. Empiezas trabajando de cualquier cosa… He sido docente, camarera, cuidadora… Y de repente estás de prácticas en una empresa de fotografía, ser ayudante de fotografía, haciendo eventos, etc. o te llaman para exponer ¡Y te pagan! Son pasos cruciales, pequeños retos y objetivos. En toda esta trayectoria no dejas de aprender y resolver, a veces siendo cansado, pero no dejan de ser experiencias que me ayudan en mis proyectos.
Bárbara En tus proyectos siempre hay una narración, cuéntanos tu proceso de trabajo.
Depende del proyecto en el que esté metida de una manera u otra, siendo algunas veces un juego y dejándome llevar para no llegar a la frustración – esto lo he aprendido ahora – y otras necesito que todo sea más calculado, pero siempre llevándolo con calma y reflexionando sobre lo que hago. Me ayuda mucho hacerme ciertas preguntas que para mí son básicas en un proceso de trabajo: “¿Cómo? ¿Por qué? ¿Hacia dónde quieres ir? ¿Qué quieres contar y/o transmitir?”. Supongo que esa narración viene influenciada mucho por el cine y la literatura, que para mí es una inspiración básica para llegar a donde quiero llegar, además de la introspección.
En muchos de tus retratos los personajes salen de espaldas o con la cara tapada, explícanos este detalle.
Cuando estaba realizando mi proyecto de autorretratos “Retrato”, te percatas de que la identidad está ahí sin la necesidad de mostrar un rostro. Para mí esto fue crucial y lo llevé a otros aspectos de mi trabajo. No me importa tanto el retrato en sí, sino todo lo que esto conlleva. Sus gestos o su manera de mostrarse, de poder mostrarles mi yo al espectador sin esa necesidad de enseñarlo todo. Además, me interesa lo enigmático y la inquietud, que haya algo que descifrar. Para mí la magia reside en aquello que no se muestra, de lo no visible.
Bárbara hay 2 proyectos que nos han llamado la atención “Fake Trip” y “Human” – háblanos de ellos.
¡Muchas gracias! Pues en “Human” hablo de los prejuicios que nos hacemos muchas veces, poniéndoles etiquetas y catalogando, siendo yo complice de todo esto, es por ello que decidí poner en las caras de las personas más cercanas a mí elementos que reflejasen la primera impresión que me causaron. Este proyecto me gustó especialmente por el proceso, ya que no dejaba de ser una performance. El abrirme y hablar con éstas personas, donde la confianza crece aún más, el juego que existe a la hora de la realización… Y en cuanto a la realización de “Fake Trip” fue por una frustración en las redes sociales, teniendo constantemente que mostrar o más bien demostrar lo bien que nos va siempre ante la vida, es por ello que realicé un recorrido ficticio por Estados Unidos usando el Google Street View como herramienta. Todo esto con una intención humorística, pero a su vez expresando una crítica de cómo creemos todo lo que vemos en las redes sociales.
¿Qué te parece esta revolución de las Redes Sociales de hoy en día, qué parece que todos somos fotógrafos y a la vez modelos?
Lo pienso y hace veinte años el arte se llevaba a la calle ¿Por qué no a una plataforma que nos abre puertas? Comprendo ese sentimiento de frustración que nos crean, pero no creo que haya que renegar de éstas. Las RRSS son una herramienta poderosa si sabes cómo y por qué lo usas, y el ser humano tiene la necesidad de expresarse sin que nos censuren –Dentro de la medida de lo posible– y las redes sociales nos dan esa posibilidad. Lo importante aquí es saber quién eres y por qué haces lo que haces, entender que las RRSS son una plataforma más donde nos abren las puertas, pero que no lo es todo. Y hay gente que realmente hace cosas increíbles, y esto no habría sido posible sin éstas.
Bárbara ¿Cuáles son tus fotógrafos favoritos y por qué?
Me fascina la crudeza de Nan Goldin, la cotidianidad de Rinko Kawauchi, lo enigmática que es Sophie Calle… Todas ellas representan y me hacen ser parte de sus trabajos.
¿A quién o a qué te gustaría fotografiar y por qué?
A mi madre, ya que hace tres años le diagnosticaron un cáncer y, aunque siempre le he tenido muy presente, no es hasta ahora que quiero embarcarme con ella en un proyecto. Su lucha y su energía es lo que me hace que hoy por hoy esté yo aquí, y eso de alguna manera quisiera retratarlo y agradecérselo.
Próximos proyectos
Desde hace un tiempo que trabajo en un proyecto que se llama “Los no lugares”, es un proyecto personal que habla del desarraigo, ya que desde los nueve años he ido mudándome de casa en casa, algunos lugares repitiéndolos en diferentes años y esa falta de arraigo hizo que tuviese la necesidad de volver a estos lugares que he vivido. Y ahora tengo otro en mente, aún por empezar, que trata sobre las relaciones familiares y la identidad como mujer en estas relaciones, pero no puedo decir mucho más porque aún se está gestando.
Bárbara ¿Cómo te ves dentro de 5 años?
Mi vida no se parece en nada a lo que me imaginaba hace tres años, pero espero y deseo, que haciendo lo que más me gusta, ser feliz y verme en un museo como es el National Portrait Gallery. Esto último sería como un sueño, ya que es el objetivo más largo que me he puesto.
¿Quieres comentar algo de lo que no hayamos hablado?
Creo que lo he dicho casi todo, aunque me gustaría decir algo para aquellas personas que están empezando y que a mí en su momento me ayudó. Recuerdo cuando estudiaba fotografía donde un profesor me dijo que es mejor quemarse lentamente que arder en un instante. Cuento esto porque a mí en su momento me ayudó a reflexionar, a no desanimarme y, que a pesar del esfuerzo que conlleva cualquier disciplina del arte, siento que al final está valiéndome la pena. Y por último, muchas gracias por esta oportunidad. Es un placer poder hacer esta entrevista.