Decir que Antoni Hervàs (Barcelona, 1981) hizo la mejor exposición de arte del año resultaría muy osado si la que lo sostuviese fuera únicamente la firmante de este texto. Recurriremos a la artimaña de enunciar los premios obtenidos (esa que solo se saca cuando coinciden con el criterio de una) para corroborarlo. Los críticos de arte catalanes y el Ayuntamiento de Barcelona otorgaron a El Misterio de Caviria* ese galardón: el dibujo como hilo conductor y escenario para hacer coincidir a la Barcelona canalla de los 70 con la mitología griega. Puro espectáculo: pasen y lean.
En torno al dibujo
El dibujo, que se suele someter a otras disciplinas, a mí me gusta emplearlo al revés. En cada proyecto intento llevar mis dibujos al límite y que flirteen con la performance, el baile, el cómic, la instalación y sobre todo música. Para el proyecto en La Capella tuve que adaptarme al espacio porque es gigante. De alguna manera tuve que dominar al dibujo. Mi trabajo es muy manual y muy cutre. Trabajando soy muy obsesivo, nada metódico. Antes siempre intentaba disimular esta cosa cutre y darle un acabado más perfecto a mis dibujos, hasta que poco a poco he ido comprendiendo la importancia de mostrar la verdadera naturaleza del dibujo. En lugar de esconderlo, quise potenciarlo y defenderlo, y esta exposición fue el mejor momento para hacerlo. Me he desacomplejado.
El cabaret de Barcelona
Siempre me ha gustado mucho el espectáculo, el baile, las escénicas. El hallazgo fortuito en la basura del manuscrito “A la recerca del cony perdut”, del dibujante y cantante Lluis Miracle, me abrió una ventana fascinante. Empecé a bucear y descubrí la noche y el cabaret barcelonés de los 70. Averigüé que mucha gente de aquella época resiste hoy en día y sigue trabajando. Me empecé a plantear, por otro lado, por qué a otros muchos esto no les interesara, que les sonara a franquista. A mí me emocionaba y empecé a investigar primero sobre la copla. Evidentemente la copla fue un género que el franquismo empleó para legitimarse, pero al mismo tiempo los travestis de la época cantaban copla como arma de denuncia política. Más tardé di con un documental en Super 8 sobre Pierrot, un transformista de Barcelona, que fue uno de los que primero hizo fanzines de terror y ciencia ficción aquí (autor del primer cartel del Festival de Sitges). Fue un filón, encontré a mucha gente de aquella época que hoy son archivo vivo.
La mitología
El proyecto gira en torno a la leyenda de la expedición de Jasón y los argonautas en busca del vellocino de oro. Me interesaba el pasaje en el que Jasón se detiene unos meses en Lemnos, la isla del fuego, al norte del mar Egeo. Aquí habitan una suerte de amazonas organizadas bajo la ginecocracia de la reina Hipsípila que ocultan un suceso sangriento. Tomando este fragmento, decidí explorar la posibilidad transformista del dibujo, un medio que me permite cohesionar dos mitologías: los ritos cabirios de la Grecia clásica y los personajes de la escena del cabaret barcelonés.
El espectáculo a cuestas
Cuando veo espectáculos de cabaret se me pone la piel de gallina: ver a gente muy frágil brillando y entregándose a la escena. Yo quería replicar en mi dibujo esa misma honestidad con la que ellos se entregan. Y también respecto al uso de materiales; recogí cartones usados e intenté hacerlos brillar con el color y la iluminación. Tengo fascinación por todo lo que está a punto de desaparecer, algo a lo que le encuentro una enorme potencialidad.
Imagino mis paneles dibujados como personajes que se suben al escenario y son radiantes. Su fragilidad los hace aún brillar más. Su capacidad nómada de poder llevar el espectáculo a cuestas y el posicionamiento (hazlo tú mismo) también me hacía recordar las imágenes de un documental sobre La Bodega Bohemia, un local del underground barcelonés que se cerró. Los artistas que allí actuaban se llevaban todo en carritos de la compra: el decorado, el vestiario, el maquillaje para el siguiente bolo… A mí me interesa eso, no tratar las obras de arte como algo totémico, intocable y para el que si no hay unas condiciones espaciales determinadas no se puede exponer. Me interesa que además las obras se puedan mezclar unas con otras, su mutabilidad.
Fotos: Pep Herrero.
*El Misterio de Caviria de Antoni Hervàs, comisariado por Latitudes en La Capella para BCN Producció.
www.antonihervas.com