Del 20 de mayo al 15 de octubre se puede visitar la exposición “Enredos: Eva Fàbregas”, ganadora del premio ARCO 2023, en el Centro Botín, de Santander.
La exposición “Enredos: Eva Fàbregas” propone una relación intuitiva y visceral entre las esculturas y los dibujos de la artista y una selección de obras de la colección de arte de la Fundación Botín, que se extiende a la arquitectura de la sala expositiva y a los visitantes.
Imagen Superior: Eva Fàbregas posando junto a la instalación.
“Enredos. Eva Fàbregas” consiste en el primer capítulo del nuevo programa expositivo “Enredos” con el que el Centro Botín pretende apoyar y colaborar estrechamente con aquellos artistas que han disfrutado de una Beca de Arte de esta institución.
Comisariada por Eva Fàbregas, quien fuera becaria de Arte en 2010, en colaboración con Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, “Enredos” trata del deseo, de lo corporal y de lo lúdico, pero también habla de lo amargo, lo atrevido y lo perturbador.
Este viaje expositivo de Eva Fàbregas, titulado “Un murmullo visceral” comienza con la serie “Polifilia”, unos dibujos en guache acrílico que posibilitan juegos de escalas difíciles de realizar en el espacio físico, gobernado por las leyes de la gravedad, las dimensiones del cuerpo de la artista y los materiales de trabajo. La idea del tacto está muy presente en estas obras, que despiertan el deseo de tocarlas a pesar de ser dibujos bidimensionales.
Continúa la marcha con una escultura de Fàbregas de forma similar a un gusano, un intestino o un alienígena y que se retuerce y atraviesa los espacios expositivos, rompiendo incluso las paredes de la sala.
Acompañan a esta exposición obras de artistas representados en la colección de arte de la Fundación Botín que, al igual que Fàbregas, fueron beneficiarios de una de las Becas de arte. Artistas como Leonor Antunes, Nora Aurrekoetxea, David Bestué, Cabello/Carceller, Asier Mendizabal y Sara Ramo, así como una serie de fotografías de Gabriel Orozco, también incluidas en la colección.
“Quería reunir una selección de obras de arte que establecen un diálogo complicado, a menudo inesperado entre sí, que no corresponde a cuestiones de influencia, generación o canon. Y así comencé a imaginar la exposición como un organismo vivo y a gran escala, que obedezca a su propia lógica libidinosa, una máquina deseante”. Asegura la propia Fàbregas.
Los vínculos entre las obras expuestas crean un diálogo complejo, a menudo inesperado, en torno al deseo, lo corporal y lo lúdico, pero también lo amorfo, lo atrevido y lo perturbador. Este entrelazado de obras se ha concebido como un organismo vivo, a gran escala, que se adueña del espacio arquitectónico en un crecimiento incontrolado, generando espacios de experiencias colectivas.
En las esculturas de Eva el aire se convierte en un material tangible, que crea volúmenes, formas y escalas capaces de alterar la percepción de nosotros mismos y del espacio en el que nos encontramos.
Estos volúmenes biomórficos y enmarañados aluden a procesos y ritmos biológicos relacionados con la digestión, la gestación o la metamorfosis. De esta forma, generan una duplicidad de emociones (de amenaza o cuidados, de inocencia o perversión) al tiempo que invitan al visitante a relacionarse somáticamente con el arte y la experiencia estética de una manera sensorial – a sentir su textura, su temperatura o su ritmo- y a ejercitar su imaginación hasta acostumbrarse a su presencia.
Será muy especial el espacio final de la sala, donde podremos abrazar sus esculturas, sincronizar nuestra respiración con ella y sentir su piel como extensión de la nuestra, todo ello en un ejercicio de comunión tan bello como extraño”. Explica Bárbara Rodríguez Muñoz, co-comisaria de la muestra.
Entre las obras seleccionadas por Eva Fàbregas para completar la muestra encontramos “Archivo: Drag modelos” (2007-en proceso), de Cabello/Carceller, que se trata de una galería de retratos realizados en diferentes países europeos, protagonizados por personas que fueron asignadas al género femenino al nacer, y que personifican en este trabajo actores o personajes masculinos en películas de su elección. También veremos la serie “Esculturas de flores” (2022), de David Bestué, modeladas por el artista con materiales blandos, algunos orgánicos, que se transforman con el paso del tiempo, como papel maché, pétalos de flores, frutas o cera.
Podremos presenciar otras intervenciones como aquellas que se expanden en el techo y una hendidura en la pared de la sala de Leonor Antunes y Sara Ramo, respectivamente; una lectura fetichista de las fotografías de objetos ergonómicas de Asier Mendizabal o de los arneses de cuero de Leonor; también la incorporación de objetos de producción industrial que, sin embargo, nos transmiten intimidad y cuidado, como los anillos y las trenzas de Nora Aurrekoetxea y la bisutería que atiborra una grieta en la pared de Sara, como si fuera una «herida» o disrupción en la arquitectura de un edificio moderno.
La selección finaliza con una serie de fotografías de Gabriel Orozco, también de la colección de arte de la Fundación Botín, las cuales nos invitan a considerar posibles perspectivas y escalas de tiempo más allá de la experiencia humana y que, de alguna manera, anticipan la escultura principal de la muestra: “Oozing” (rezumamiento), 2023.
La exposición vendrá acompañada de un catálogo, coeditado con Mousse Publishing, que contará con textos de la comisaria española Chus Martínez y de la escritora británica Daisy Lafarge, así como una entrevista realizada a Eva Fàbregas por Bárbara Rodríguez Muñoz.
La exposición tendrá lugar del 20 de mayo al 15 de octubre.
Entradas de la exposición en centrobotin.org
19 de septiembre de 2024 a las 13:15
[…] Vermijs, Embassy of the North Sea, Eva Chettle, Félix Blume, Jonathas de Andrade, Radio Slumber, Eva Fàbregas y Jokkoo Collective. Más […]