Enemigos es mucho más que una película; es un reflejo de la realidad social de los barrios de Alicante.
Enemigos es una historia que explora las complejidades de la amistad, el perdón y la música urbana como herramientas de transformación. Dirigida por el cineasta alicantino David Valero, se presentó en la 28ª edición del Festival de Cine de Málaga.
Una historia que trasciende el conflicto
La trama de Enemigos gira en torno a dos adolescentes, Chimo (Christian Checa) y El Rubio (Hugo Welzel), quienes representan las dos caras de una misma moneda: víctima y verdugo, acosado y acosador. Ambos viven en barrios humildes de Alicante, como Colonia Requena y zonas de San Vicente del Raspeig, que en la película se convierten en personajes, con su estética visual potente y su carga sociológica. La historia comienza con un acto de acoso, pero pronto se revela que la película va mucho más allá del conflicto superficial, adentrándose en las raíces familiares, sociales y emocionales que alimentan estas dinámicas.
Un giro inesperado en la trama coloca a Chimo ante un dilema que pondrá a prueba su carácter y su capacidad de perdón, demostrando que las enemistades pueden transformarse en algo más profundo si se enfrentan con empatía y comprensión. La película invita a reflexionar sobre cómo las heridas del pasado y las circunstancias del entorno pueden influir en las decisiones de los jóvenes, pero también cómo la amistad y la música pueden ser caminos hacia la redención.
Enemigos promete ser un ejemplo de cine social juvenil con un enfoque fresco y auténtico.
El barrio como ecosistema de vida
David Valero, que conoce bien los barrios en los que se rodó, describe estos espacios como “ecosistemas de vida”. La película fue rodada en localizaciones naturales en Alicante, con una estética visual que refleja la crudeza y la belleza de estos entornos. La comunidad local se volcó con el proyecto, aportando autenticidad y calidez a la historia. La elección de rodar en estas zonas, en lugar de en localizaciones más alejadas o ficticias, busca ofrecer una visión realista y cercana, rompiendo con la percepción despectiva que a menudo se tiene de los barrios humildes.
Christian Checa destaca que abordar el concepto de barrio desde una perspectiva positiva fue un lujo, ya que en muchas ocasiones estos espacios se representan de manera marginal o negativa. Para él, estos barrios son un gran ejemplo para la sociedad, con gente que quiere aportar y que cuida de su comunidad. La película busca mostrar esa realidad con honestidad y respeto.
La música como terapia y lenguaje emocional
Uno de los elementos más importante de Enemigos es la banda sonora, que ha constituido un gran trabajo para la producción y que además se convierte en un personaje más del filme. La música, nexo de unión de la historia de Chimo y El Rubio dejándoles, a la vez, su espacio, está a cargo del productor musical Steve Lean, pionero de la música urbana en España, con la participación de Remate y de Bnet, campeón internacional de freestyle, quien ha creado varios temas improvisados para el proyecto. La supervisión corre a cargo de Juan Ibáñez (‘La ruta’, ‘Loco por ella’).
Tratar el acoso
Dice Checa que la gestión del acoso, como actor, “supuso un reto complicado e interesante” porque exigió “generar capas” que favorecieran la veracidad. Capas que hablan de contextos familiares y sociales, de violencia, de desafecto, de abandono, de aspiraciones truncadas.
Según indica Welzel, “una familia condiciona tu vida, si te cuida o no, si necesidades básicas están cubiertas con el cariño… Creo que en esta película se trata el acoso desde un lugar profundo; es necesario saber por qué ocurre y dar contexto. ‘Enemigos’ profundiza en el error y en la capacidad de perdonar”.
Enemigos: Reparto
Christian Checa, Hugo Welzel, Estefanía de los Santos, Luna Pamies, Sara Vidorreta, José María Peinado y José Manuel Poga.
David Valero dirige y escribe el guion junto a Alfonso Amador.
Fotos: @juanma_bernabeu
Enemigos estreno en cines el 9 de mayo.