“Pandataria” es la obra teatral que reflexiona sobre la censura, la libertad y de cómo, la isla de Ventotene ha acogido a los raros que han creado historia. Elio Toffana nos habla de la obra en la que participa y se consagra como actor
“Pandataria” es la obra teatral dirigida por Chevi Muraday y protagonizada por Cayetana Guillén Cuervo, Elio Toffana, Basem Nahnouh, La Merce y Chus Western. En esta pieza, se explica la historia de la isla de Ventotene, una isla en la que, durante el Imperio Romano, se exiliaba a las mujeres díscolas, liberales o que tenían opiniones diferentes. Pero la isla ha dado mucho más de sí, durante la Segunda Guerra Mundial, tres personas estuvieron exiliadas y, gracias a eso, nació la Unión Europea.
El rapero y actor nos explica en profundidad de qué va la historia de la isla de Ventotene. Libertad, censura, luchar contra los prejuicios… Este sábado 21 de octubre puedes disfrutar de la obra en País Vasco.
¿Cuál es tu posicionamiento frente a la censura?
Creo que es absurdo intentar censurar una obra de arte, porque al final es ponerle patas al arte, y ponerle patas al arte es simplemente imposible. Creo que muchas veces lo que se genera es el efecto contrario.
Cuando uno intenta censurar una obra, lo que se genera es promoción e impulso para esa obra, que al final termina incluso teniendo más fuerza.
Considero que la censura del arte es un error básicamente, porque es imposible poner una mordaza a las ideas. Puedes encarcelar a la gente, pero al final las ideas son libres y seguirán fluyendo por mucho que las ataques.
¿Crees que es importante ser consciente de que supone un ataque a la libertad de expresión y que uno debe enfrentarse a esto?
Sí, a pesar de esto, creo que es importante ser consciente de que supone un ataque a la libertad de expresión y que uno debe enfrentarse a esto y organizarse, porque tiene un trasfondo oscuro que, realmente, es de lo que trata nuestra obra.
Cuando la obra habla de cómo se ha marginado a ciertas personas a lo largo de diferentes culturas y de la historia, simplemente por existir, o simplemente por tener posiciones de poder frente a personas acomodadas que no quieren perder sus privilegios. Sí, a las personas que molestan, básicamente.
Cayetana Guillén Cuervo durante la representación de “Pandataria”
¿Puedes explicar un poco más sobre cómo “Pandataria” aborda la inclusión y la diversidad?
“Pandataria”, en ese sentido, es una obra que habla de la inclusión, que habla de la diversidad y que intenta abrazar de una manera al otro. Creo que genera la pregunta de qué harás tú un poco por ser mejor.
Esta mujer, es decir, en este caso Cayetana, interpreta a diferentes mujeres a lo largo de la historia. Y pone el foco en eso, un poco en las sombras y en las luces del ser humano y en lo que uno hace para formar parte de la sociedad y no marginar a los demás.
Cayetana Guillén Cuervo y Elio Toffana sobre el escenario
¿Cómo te llegó la propuesta? ¿Ya conocías antes de la propuesta la historia de Pandataria?
No tenía ni idea de todo lo que había ocurrido en este lugar, la verdad. La historia de la isla de Ventotene es muy intensa e importante. Me llegó a través de Cayetana y Chevi Muraday, que es el director. Ellos se pusieron en contacto conmigo para proponerme la idea.
Me contaron la historia y me mostraron conceptualmente hacia dónde querían llevar la obra. Y aluciné. Sí, sentí que iba perfectamente en línea con cómo entiendo el arte, cómo quiero transmitirlo y a través de la belleza y de crear conciencia. Dije, tengo que formar parte de esto. La historia me parece impactante y me emociono mucho.
Elio, ¿qué resonó en ti para decir quiero formar parte de este espectáculo?
Claro, a nivel interpretativo, uno de los mayores desafíos que me motivaron fue el hecho de trabajar con Cheiy Muraday, es un coreógrafo que trabaja a través del cuerpo, que trabaja a través del físico.
Y, para mí, como actor, nunca había trabajado desde este lugar, como actor siempre había trabajado a partir del texto, a partir del texto uno va creando también a los personajes, pero Chevy, él ha creado esta obra todo el tiempo a través de la coreografía, a través de la danza, hemos construido las escenas todo el tiempo a través de la danza, e incluso los personajes también surgen a través del cuerpo.
Era un desafío, porque, aunque estudié arte dramático y siempre tienes ahí la asignatura de movimiento, trabajar con bailarines profesionales, realmente uno entiende aún más que el cuerpo es una herramienta de trabajo, una forma de encontrar poesía, también, ¿no?
Y no solo eso, el cuerpo acaba siendo también, el descubrimiento de que la danza también acaba siendo un arma política. Sirve para reclamar ciertas cosas. El desafío, para mí, más motivador creo que era este, poder intentar bailar, poder intentar crear movimientos con el cuerpo y una serie de frases con el cuerpo también. Y creo que humildemente he logrado algo.
¿Qué has aprendido como actor?
Siento que he aprendido a moverme mejor en el escenario, antes era más estático y, ahora, al darme cuenta de la importancia del movimiento, he conseguido más soltura y espontaneidad de movimientos.
¿Eres actor, eres rapero?
Sí, totalmente. Siempre he sentido que soy un poco un forastero. Como que de alguna manera no encajaba en ningún lado. También he querido creer que tal vez era porque encajaba en todos los lados a la vez. Pero la verdad es que nosotros justo cuando comenzamos en el rap estábamos surgiendo o hicimos que surgiera de alguna manera con mucha otra gente un punto de inflexión en el rap. Como que se empezaba a generar un cambio por diversas cuestiones, ¿no? Estaba ocurriendo un cambio en la forma de entender las cosas. Y de alguna manera en el teatro también he sentido lo mismo siempre, o incluso en el cine.
En las otras películas que hacíamos sentía que éramos como marcianos, fuera de lo común. Era como si nos vieran como estos locos de otro lugar. Pero de ningún lado. Somos gente normal, ¿y sabes lo que quiero decir? Lo que pasa es que siempre he sentido que, incluso en el teatro y el cine, no nos han contado historias de la misma manera profunda que nosotros queríamos contar. Digamos que las tendencias comerciales o mainstream imponen ciertas formas y también ciertos contenidos. Y cuando te alejas un poco de eso, ya parece que no encajas.
Entonces, ¿sientes que tu música y enfoque artístico están más en sintonía con la mentalidad de la gente más joven?
Exacto. Ya sea más de barrio o más ecléctico o lo que sea. Pero cuando te alejas de la tendencia mainstream se genera un poco de rechazo, creo yo. En ese sentido, quizás por la incomprensión no quizás por lo novedoso, quizás porque no encajas del todo, por lo que sea. Así que sí, siempre me he sentido un poco como alguien que provoca incomodidad. Quizás ahora menos. Propuestas como “Pandataria” o el momento mismo en el que se encuentra el rap en España, creo que se están abriendo las mentes mucho de alguna manera. Hay gente que está intentando buscar nuevas fórmulas, buscando a nuevas personas, a nuevos intérpretes, a otro tipo de raperos.
¿Cuáles han sido tus herramientas para que nada se te haya subido a la cabeza?
Sí a ver, porque ninguna de las películas que he hecho, aunque les ha ido bien, que ganaron premios destacados, realmente ninguna de las obras que he creado ha supuesto un cambio radical en mi vida, crear una realidad completamente diferente de la que estaba viviendo.
No ha sido mi caso, de repente no hacer nada y de repente hacer una serie como Élite y convertirte en una estrella mundial. Eso nunca me ha pasado a mí. Todo ha ido como sumando poco a poco, y he notado que siempre he ido subiendo escalones, pero no de manera brusca que se me subiera a la cabeza.
He tenido esa suerte también, creo, ¿sabes? La gente de Élite, los chicos jóvenes, que pasan de 10.000 seguidores a 7.000.000 en tres meses, es que se les sube a la cabeza, es inevitable, ¿sabes? Además, tú eres de esa generación que creció sin redes sociales, eso también te ayuda un poco.
¿Tienes algún personaje interpretado que te haya gustado más que los demás?
Les tengo mucho cariño a todos, porque en “El truco del manco” hacía de kinki/medio gitano, en “Alacrán enamorado” hice de nazi, en esta hora de repente como que sois varios a la vez, como que sois sois en un momento de caos, en otro momento sois la justicia, en otro César Augusto, no lo sé. Creo que lo grande todavía está por venir.
¿Tienes miedo de que te encasillen o crees que solo te verán ciertos perfiles?
Sí, porque parece que la gente rica y pija puede hacer todo de tipo de papeles, pero la gente pobre solo sirve para un tipo de perfil y no creo que sea ni correcto ni lo justo.
¿Cómo te sientes acerca de la capacidad interpretativa de personas con diferentes trasfondos y experiencias?
Entonces me hago la pregunta, ¿quién tiene más capacidad interpretativa? ¿Una persona con una vida super amplia, muy vivida, con muchas experiencias, o una persona que ha vivido en una burbuja de oro o en una burbuja la mayoría del tiempo?
Entiendo que como artista tienes más herramientas cuando has vivido más. Creo que eso se aplica a todo el arte, y al arte dramático también, considero. No me considero limitado, claro. Obviamente tendré más afinidad con unos personajes que con otros, como todo el mundo, y eso nos pasa a todos los actores. Pero creo que con el trabajo puedes conseguirlo, claro. Sí o no.
¿Has experimentado el peso de las etiquetas o prejuicios por tu apariencia o trasfondo, y cómo ha afectado tu carrera artística? ¿Cómo has conseguido transmutar esa rabia en algo constructivo y convertirte en un referente de proyectos de futuro?
Creo que el arte es uno de los lugares que te pueden llevar a una vida hermosa. Haz que el cráneo de la persona trate de ver. Pero es difícil porque también tienes que ser valiente. Tienes que tener agallas para que tu debilidad se convierta en tu fortaleza. Y yo soy un cabrón. Voy a decirle al mundo que soy un cabrón. Así que no es fácil. Claro. Intenta hacerlo y déjalo ser, ¿sabes? Así que es un trabajo de locos. Pero estamos en ello.
¿Sientes que eres una referencia para alguien en particular?
No sé. No es una pregunta que me corresponda responder, pero sí, no voy a negar que me haría mucha ilusión.
¿Con quién te gustaría trabajar, tanto en la actuación como en la dirección?
Me gustaría trabajar con Sergio Peris Mencheta, realmente valoro su trabajo como director. Angélica Lidell también me mola mucho. Es una chica muy loca. Me gusta lo que hace.
¿Cuál sería tu papel ideal?
Estoy interesado en contar cierto tipo de historias, cine más abstracto, más poético, metafórico, con un mensaje social.
“Pandataria” en Muxikebarri Zentroa Getxo