Electrónica en Abril vuelve a La Casa Encendida con Jokkoo Collective a cargo de la música. Del jueves 31 de marzo hasta el domingo 3 de abril, en Madrid
Electrónica en Abril es uno de los festivales más especiales de la escena musical española. Siempre vanguardista, visionario y apostando por lo diferente. Ahora regresa tras el Covid en su 18º edición con Jokkoo Collective, uno de los colectivos artísticos, de djs y productores musicales más interesantes de Barcelona.
Electrónica en Abril por Jokkoo Collective (@jokkoo.collective) cartel diseñado por Helin Sahin
Mónica Carroquino, Subdirectora de La Casa Encendida, explica en exclusiva por qué esta edición es imprescindible.
Tras dos años de parón, ¿cómo vuelve Electrónica en Abril y por qué?
Electrónica en abril está hoy más vivo que nunca, es un festival pequeño, pero es el que tiene más trayectoria y relevancia en la ciudad de Madrid. Por Electrónica en Abril no solo han pasado Kelman Duran, Holly Herndon, Yves Tumor, Caterina Barbieri o Jana Rush en los últimos años, bajo el comisariado de Abraham Rivera. También Autechre, Thomas Brinkmann, Alva Noto, Manuel Göttsching Lorenzo Senni, Hudson Mohawke, figuras de varias generaciones de la electrónica más vanguardista. Hay una trayectoria y un interés por parte de La Casa Encendida en seguir apostando por este formato y ampliar el discurso musical. De ahí She makes noise, por ejemplo, festival que celebramos desde 2015 para provocar un cambio necesario, el de la inclusión de mujeres y personas no binarias con un festival con perspectiva de género que ha sido y es un referente.
¿Cómo ha sido montar esta edición de Electrónica en abril en un momento tan de incertidumbre en cuanto a medidas y en una escena cambiante?
Es una edición emocionante. Coincide con la reapertura de muchos festivales en un momento en el que por fin las artistas se están desplazando con más facilidad y volvemos a encontrarnos físicamente con los aforos habituales, aunque en La Casa Encendida no hemos parado de programar música pese a las dificultades, buscando nuevos formatos y adaptándonos a las nuevas necesidades y restricciones. Electrónica en abril fue el primer festival que tuvimos que cancelar en 2020. A muy pocas semanas de su apertura, nos confinaron y pensamos que en un par de semanas estaríamos fuera, que podríamos celebrarlo. El shock fue tremendo para todxs cuando no quedó más remedio que cancelar todo.
Después, la historia ya la conocemos. El sector de la música ha sufrido como el que más las consecuencias de la pandemia. En 2021 entramos en pausa y sustituimos Electrónica en Abril por un festival dedicado a la música horizontal y la escucha profunda llamado así: En Pausa. Ahora por fin ha llegado el momento de reencontrarnos en el formato habitual. La de 2022 es sin duda una edición muy especial que nos coloca de nuevo en la casilla de salida. El reto es recomenzar desde lo aprendido y reconociendo el valor de la música electrónica, su potencial y el excelente momento creativo que está viviendo después de 17 ediciones y una pandemia. La música nos ha salvado a muchos durante estos dos años, ahora nos toca celebrarla. Estos dos años nos han demostrado que en La Casa Encendida estamos preparadas para surfear las dificultades, que somos flexibles ante los cambios y que tenemos claro lo que nos mueve: una cultura para todxs, trasversal e inclusiva, experimental y accesible.
Beatrix Weapons tocará en Electrónica en Abril por Jokkoo Collective (@jokkoo.collective)
¿Cómo habéis hecho para escoger o seleccionar los artistas?
Hemos trabajado en colaboración con Jokkoo, comisaros del festival, un colectivo musical barcelonés que nace con la necesidad de investigar y difundir el sonido electrónico más actual y avanzado del continente africano y su diáspora. Trabajamos con ellos desde la confianza total, intentando facilitar el trabajo y apoyando su visión. El cartel es un sueño por muchas razones: hay artistas de Uganda, de Ghana, Reino Unido, Francia, Jordania, Angola, Japón y España, es la edición en más apuesta por el sonido experimental y en la que sonaran más idiomas diferentes. Y más allá del riesgo y la innovación electrónicas como una muestra del universo sonoro actual, el hecho de presentar el trabajo de tantos artistas africanos y de la diáspora africana en un mismo espacio es una apuesta que trasciende lo musical y provoca un cambio de perspectiva importante y necesaria, digamos que amplía el relato y recoloca posiciones desde las que orientarnos. Nos ofrece una nueva perspectiva.
En La Casa Encendida trabajamos desde la transversalidad, no podemos entender el mundo contemporáneo sin aportar una mirada diversa y con perspectiva crítica. Como decía el escritor y filósofo Eduard Glissant “hay que buscar el intercambio global que no homogeneiza la cultura, sino que produce una diferencia de la cual pueden surgir cosas nuevas”. No nos interesa presentar un cartel con un motón de nombres más o menos conocidos, sino conseguir que el festival sea una oportunidad, un espacio para descubrir, despertar la curiosidad y dejarse llevar. Aunque no conozcas las propuestas concretas, te va a sorprender, vas a abrir tus oídos sonidos nuevos, tu cuerpo a nuevas formas de entender el baile, otros ritmos y velocidades, pero también están las personas, sus historias, quiénes son, de dónde vienen, y quiénes somos nosotras y dónde nos colocamos en ese encuentro que la música provoca. Al fin y al cabo, un festival de música es un espacio de transformación cultural y social a muchos niveles. Ver a una rapera ugandesa como MC Yallah que lleva más de veinte años rapeando y que lo hace con la potencia que tiene su propuesta en la que mezcla hasta tres idiomas africanos diferentes es empoderamiento al cubo.
¿Qué tienen en común?
La mayoría de los artistas provienen de África o de la diáspora africana. Más allá del origen concreto de los artistas, es que el sonido que producen ya son el presente y futuro de la electrónica. África está liderando la búsqueda de nuevos sonidos, la experimentación y la vanguardia. Si queremos hablar de sonidos actuales no es que debamos mirar a África es que debemos cambiar nuestra mirada radicalmente y descentralizar nuestra escucha. Y ese es el camino que hemos iniciado gracias a Jokkoo.
En un momento en el que toda la escena musical está tan fragmentada, ¿cómo veis la escena electrónica en este momento?
Si miramos al mainstream, ahí está Motomami, un disco que hoy se define como pop y bebe de la experimentación electrónica de infinidad de géneros y latitudes. Me parece un buen ejemplo de las posibilidades de las músicas hasta hace nada consideradas periféricas. La música electrónica está hoy en un momento espectacular, el problema de la poca diversidad que aún existe en la mayoría de festivales o clubs no es responsabilidad de los creadores sino de quienes estamos en el sector y programamos clubs o festivales, etc. Es fundamental representar artistas que generalmente no se visibilizan para que también otros públicos se puedan sentir identificados. Es imprescindible ampliar la mirada, salir de nuestra zona de confort. En los últimos años, el reconocimiento de muchas de las músicas electrónicas que se están creando en África y su diáspora es ya un fenómeno imparable, muy presente ya en algunos lugares del mundo importantes en el flujo de la electrónica y, poco a poco en España gracias a Jokkoo por ejemplo, festivales como Nyege Nyege y su sello discográfico Nyege Nyege tapes han venido a poner el mundo del revés y ya no hay vuelta atrás.
¿Qué os gusta de ellos y de su visión?
Precisamente eso: esa visión que tiene algo de misión y mucho de experimentación, de romper moldes establecidos, de entender la música y sus posibilidades de una manera amplia y sin concesiones.
Steloolive tocará en Electrónica en Abril por Jokkoo Collective (@jokkoo.collective), foto por Ofoe Amegavi
Para alguien que no esté muy metido, ¿qué es la diáspora africana?
Son todos los artistas cuyos orígenes vienen de África, de alguna generación anterior o de hace siglos, pero que emigraron a otros países, y esta emigración suele estar vinculada casi siempre con procesos de colonización y lo que eso conlleva.
Contáis con artistas musicales que vienen a España por primera vez, ¿por qué?
El propio proceso de trabajar con artistas africanos es muy interesante. Permite darse cuenta de las dificultades de movilidad que tienen las personas africanas para viajar a Europa. Esto da mucho que pensar. Organizar un festival se convierte en un trabajo político y diplomático. Es importante ser consciente y ver a qué responde nuestra realidad cultural y conocerla para intentar cambiar lo que no funciona.
¿Cuál es la banda sonora de Electrónica en Abril?
Los discos de Nyege Nyege tapes, Klein y Lorraine James.
¿Planes que podáis adelantar?
El viaje empieza en Electrónica en Abril.