El evocador paisaje de Tarifa ha inspirado el diseño de la casa frente al Atlántico proyectada por el estudio de arquitectura Langarita-Navarro, fundado por María Langarita y Víctor Navarro.
La vivienda unifamiliar PS-50 sorprende con un zigzag, que desafía los límites de la arquitectura de hormigón. Una geometría dentada especialmente pensada para salvar las grandes luces y aligerar el peso de su cubierta verde intensiva. Y es que, a vista de pájaro, el volumen queda totalmente camuflado en el paisaje autóctono de la baja sierra que arropa la costa gaditana, como si siempre hubiera estado allí.
La naturaleza cobra especial protagonismo en este proyecto, no solo en la cubierta sino también en el propio acceso a la vivienda. El recorrido de entrada en la planta semisótano (que conecta al mismo tiempo con la zona de la piscina y el garaje) se realiza a través de un patio semicubierto, presidido por una exuberante vegetación. En la parte central, se encuentra la escalera helicoidal que conduce a la puerta principal de la casa, ubicada en el nivel superior.
En el interior de la vivienda, los espacios permanecen al cobijo de la geometría dentada de hormigón, que proporciona un distintivo ornamental y parece levitar, al apoyarse puntualmente sobre los muros. Este recurso es utilizado por el equipo de Langarita-Navarro para maximizar la entrada de luz natural en las habitaciones. Todas están aisladas acústicamente con un cristal, que corona la parte superior de los paramentos verticales.
La distribución en planta se organiza a partir de una serie de muros paralelos. Su disposición posibilita, que los ventanales de cristal se puedan abrir y cerrar, haciendo frente al vaivén de los intensos vientos de poniente y levante, que atraviesan en Tarifa el estrecho de Gibraltar. En este nivel, se encuentran las zonas comunes y los dormitorios principales de la vivienda. Todas las estancias tienen terrazas orientadas al mar y están protegidas por la gran cubierta.
La vivienda asoma en el paisaje costero de Tarifa como la proa de un barco
La plataforma de las terrazas y la cubierta sobresalen al unísono del volumen de la casa generando una superficie triangular, que recuerda a la proa de un barco. Su extremo apoya sobre una poza de granito asentada en el terreno y tallada con la forma de un prisma. Desde este nivel, desciende la cascada de escalones que da al jardín. Y se detiene ante uno de los grandes lujos de esta residencia: su piscina infinita con vistas, a esa playa del Atlántico tan popular para hacer surf.
El juego de texturas es otro de los grandes atractivos de este proyecto. La materialidad de los muros de cal y los planos horizontales de hormigón conviven en perfecta simbiosis con los acabados amaderados, el acero reflectante y las carpinterías oscuras. Creando una estética de tonos neutros, tanto en el interior como en el exterior. El resultado final: una casa, que se mimetiza con los colores del entorno natural, y seduce desde la discreción con una forma única.
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Créditos de Casa PS-50
Lugar: Tarifa, España
Año: 2022
Arquitectura: Langarita-Navarro Arquitectos (Víctor Navarro y María Langarita)
Colaboradores: Antonio Antequera, Javier Estebala Alández, Fran Abellán Estevan y Pepe Susín
Arquitecto Técnico: José Ignacio Calderón Naval
Paisajismo: Ambienta
Instalaciones: Argenia, Ingeniería y Arquitectura, S.L. + BAC Engeneering Consultancy
Estructuras: Bernabéu Ingenieros
Fotografía: Luis Díaz Díaz