Luis Tosar saca lo mejor de sí en la ópera prima de Dani de la Torre
La primera sensación que me sacude nada más volver a la realidad, y después de haber visto El Desconocido, es que la primera película del director Dani de la Torre es un verdadero caramelo para un actorazo como Luis Tosar. ¿Qué actor, en su sano juicio, no aceptaría el papel de ambicioso director de sucursal bancaria que una mañana cualquiera, al llevar a sus churumbeles al colegio, recibe una llamada anónima que le insta a ingresarle una jugosa cantidad de dinero o de lo contrario hará explotar el coche en el que viajan, puesto que está provisto de explosivos hasta en el retrovisor? Lo dicho, un verdadero caramelo para un actor de primera que nos hace mantener el interés intacto de principio a fin, pese a no contar con un guión (ni un final) digno, quizá, de su primer y segundo acto. Aún así, De la Torre se desvirga en el largometraje por todo lo alto, con una cinta que vuelve a demostrar que el cine español no solo está mejor que nunca sino que además insiste en apostar por argumentos mucho más comerciales (y de calidad) con el fin de seguir manteniendo ese tirón en taquilla. Luis Tosar lleva a cabo un trabajo impecable que se desarrolla a la par que el de sus hijos en la ficción, Marco Sanz y Paula del Río, formando un trío donde la tensión thriller conforma el verdadero interés de la película. Goya Toledo y Fernando Cayo convencen en sus pequeños roles secundarios, mientras Javier Gutiérrez y Elvira Mínguez brillan en las escenas que salpican el final de la aventura. Explosiones, estrés, llamadas en bucle, gritos y mucha angustia sobre el asfalto de A Coruña son los ingredientes perfectos que harán de esta historia de suspense sobre ruedas el mejor de sus atractivos, teniendo en cuenta las buenas críticas que además ha cosechado en el Festival de Venecia o San Sebastián. La fotografía y el ritmo frenético,montado por Jorge Coira, no hacen otra cosa que completar esta película de la que muchos hablarán y espero sigan manteniendo al “desconocido” en el anonimato.