Vallformosa celebra sus 150 años de vida con un cava gran reserva nacido a la luz de la luna
El cava debe su nombre a las bodegas, o cavas, situadas bajo tierra donde este vino toma forma y se conserva. Deben estar situadas a unos 20 metros de profundidad para que la temperatura sea siempre más o menos homogénea. En la Edad Media estas cavas eran habituales en los sótanos de conventos y monasterios. Pero fue mucho después, ya en el siglo 19, cuando el cava se introduce con gran éxito en la viticultura catalana. Vallformosa es una de esas bodegas de origen familiar que nació por entonces, elaborando vinos y cavas desde hace nada menos que 150 años. Pero el hecho de ser centenarios no quita que se adapten a los nuevos tiempos, y puedes encontrarles por ejemplo en eventos como Tomorrowland, en Bélgica, o The Shopping Night en Barcelona. Para celebrar sus 150 años de vida han lanzado el Cava Vallformosa 150 Gran Reserva, un cava de espíritu rebelde y actual, concebido durante una noche de luna llena con la idea de hacer “… el cava más mágico que hemos hecho nunca, y guardaremos en cada una de las botellas un poco de fiesta, de alegría, de locura y de esta luz de la luna”. Para su elaboración han utilizado uvas Xarel-lo, seleccionadas de sus viñedos más viejos, unas uvas que llevan 40 años bajo el influjo de la luna. Después de 30 meses en sus oscuras y centenarias cavas, esas uvas ya se han transformado en el cava perfecto para que lo disfrutes cuando y como gustes. Aunque si es bajo la luz de la luna, mejor.