El cineasta madrileño nos desvela los secretos de su trabajo más radical, el documental “Al Margen” que no deja indiferente a nadie.
“Al Margen” es un documental inclasificable que pide a gritos no quedarnos en la superficie, atravesar la epidermis y ver lo que hay detrás de la historia de un físico, de una perdición, de un ser humano. Ante semejante logro, no puede hacerse otra cosa que aplaudir.
Si lo pensamos detenidamente, nos encanta el horror. El sufrimiento ajeno es algo permanente dentro de todas las ficciones que consumimos, e incluso me atrevería a decir que también en la música. En las series, las películas y las canciones, las personas lo pasan mal, fatal. Su existencia es un auténtico sinvivir. Da igual que la trama sea cómica o trágica, los personajes están abocados a sufrir desgracias, aunque sea para robar una carcajada al espectador.
—¡Pero como te va a dar miedo esa pelicula si lo que veiais en Embrujadas era mucho peor! —me decía mi madre, y no le faltaba razón. Desde niño, me crié viendo a mujeres vestidas de Escada combatiendo demonios. Pero resulta que no ha sido suficiente. Suficiente para insensibilizarme, y Eduardo Casanova es la prueba de ello.
Eduardo Casanova, actor y director madrileño es el auténtico enfant terrible del cine español y es que no se anda con chiquitas. Sus películas, desde la muy humana Pieles hasta la tortuosa La Piedad, han dejado a todos los espectadores boquiabiertos, pero al mismo tiempo pidiendo más. Él, con su maestría, nos coloca frente a un espejo que nos devuelve un terrible pero inevitable reflejo.
Hola, Eduardo. Enhorabuena por este proyecto. ¿Qué tal has vivido los días posteriores al estreno?
Estoy muy feliz de la repercusión que está teniendo la película después de su estreno en el festival Rizoma, y la acogida que está teniendo en Filmin, donde actualmente se encuentra entre las películas más vistas de la plataforma. Me hace muy feliz que historias tan diferentes, tan crudas y tan controvertidas tengan tan buena acogida porque para mí eso significa que algo está cambiando, ya no solo en nuestra industria, sino en nuestra sociedad.
¿Cuándo fue el momento en el que decidiste hacer un documental sobre Moises?
Decidí hacer este documental para hablar de la salud mental, cuando el protagonista, Moisés, pronunció sus primeras palabras, después de darme permiso para ser grabado. Sus primeras palabras fueron: “estoy sufriendo ataques por armamento de microondas” ahí me di cuenta de que había una historia detrás y del sufrimiento que esta persona estaba viviendo en silencio. Vivir en silencio respecto a algo que sufres es algo que me horroriza. Por eso decidí hacer esta película.
A Moises lo viste por primera vez en el metro, ¿eres una persona que se inspira en las vivencias de su día a día?
Siempre que me preguntan por mis referentes cinematográficos y hablo de ellos, que a estas alturas creo que todo el mundo los conoce, me gusta especificar que esos y esas cineastas me han influido en mi vida como persona porque realmente quién a mí me inspira es la vida real. Aunque mis películas parezcan distanciadas de la realidad nacen de los conflictos más reales y de los conflictos humanos que todas y todos sufrimos en nuestro día a día, normalmente yo lo suelo maquillar con decorados muy estéticos. Esta vez quería hacerlo de forma diferente y mostrar mi fuente de inspiración, tal y como es: real.
Yo personalmente considero que “Al Margen” más que una obra al margen de tu filmografía, es una especie de cima para ti como director al introducir en tu propio imaginario una verdadera historia real sin trampa ni cartón pero igualmente increíble. Esto hace que me pregunte cómo te sentiste cuando viste el proyecto terminado.
Es una historia muy delicada, sobre todo, porque está narrada de forma documental, es decir, con personas reales. Sentí mucho miedo de cómo iba a ser recibida, de cómo iba a ser comprendida. Todos queremos que nos quieran, todos queremos que quieran a nuestras películas y más si son películas que normalmente ocupan los márgenes, es decir, películas más autorales, más pequeñas. Por otro lado sentí que cerraba una especie de tríptico con mis dos anteriores películas, donde se trata los físicos disidentes y las relaciones humanas de principio a fin principio a fin. Yo estoy muy orgulloso de la película y estoy muy orgulloso de cómo gran parte del público está entendiendo que la película para mí es un antes y un después.
Como espectador he sentido viendo el documental que el aspecto de su protagonista no era lo chocante, lo importante, es la historia y lo que ha causado en la vida de las personas de su alrededor, ¿no crees?
Ese es el problema de la salud mental y también el problema de las adicciones, que no solo afecta a la persona que lo sufre, sino a su entorno. muchas veces cuando hablo de poner en el centro de la historia y no al margen esta película no me refiero al protagonista, a Moises, sino a su entorno. Me parece que ellas son las grandes damnificadas que sufren los daños colaterales de un personaje tan controvertido como Moisés.
Moises plantea un discurso muy diferente del de las personas de su alrededor, ¿te costó mucho sacar tus propias conclusiones sobre los acontecimientos que se narran en “Al Margen”?
No me gusta revelar mis conclusiones sobre mis películas. Siempre digo lo mismo, pero es que es así. Las conclusiones que yo saqué me gusta quedármelas para mí porque si las hago públicas entonces entonces le estaría quitando a las espectadoras y a los espectadores la posibilidad de sacar las suyas propias. Para mí el arte del cine es que cada espectadora y espectador pueda creer y pensar lo que decida. Mi punto de vista solamente lo dejo claro en mi película y eso es algo que hay algunas personas ven y otras no.
A raíz de los comentarios conspiranoicos que se comentan en parte del documental, no he podido evitar preguntarme. ¿Nos creamos nuestra propia realidad para poder soportar la realidad de verdad?
Hay muchos actos que comete Moises que jamás podría justificar, pero en cierta parte entiendo que elija vivir esa realidad que calma y le quita un poco de responsabilidad de la vida que le ha tocado vivir con las herramientas que le ha dado el entorno deprimido donde se ha criado.
Eduardo Casanova. Foto Mauri
Es evidente que “Al Margen” causará reacciones variadas pero, ¿qué te gustaría que sintiera alguien cuando vea el documental?
Lo que yo siempre pretendo con mi cine es poner al espectador delante de algo que evita ver. Normalmente lo que evitamos ver es sin darnos cuenta lo que más nos afecta en nuestro día a día. Creo que seríamos mucho más felices y más libres si aprendiéramos a ver “lo diferente” como algo que forma parte de la vida. Pero siempre me encuentro con gratas sorpresas. Hay mucha gente que se siente muy agradecida y feliz de que le muestre una realidades diferentes a las que viven. Vivimos un momento convulso en el mundo, pero creo que la sociedad cada vez es más empática o al menos intenta serlo.
Eduardo Casanova. Foto Mauri
¿Te gustaría seguir experimentando con el formato documental?
No tengo ni idea y no me gustaría saberlo. Me gusta estar en continua búsqueda y evolucionar y cambiar continuamente. Sin embargo el manejo de la realidad es algo que me fascina. Creo que en la parte más formal de mi trabajo estará más presente a partir de ahora.
Háblame de tus próximo proyectos como director, ¿en qué andas trabajando actualmente?
Actualmente estoy preparando el Remake de la película “Angustia” de Bigas Luna y estoy en la postproducción de “Silencio”, la serie producida por Apoyo Positivo, que habla de vampiras, lesbianismo y sida.