La artista multimedia Dominique Gonzalez-Foerster, presenta una flamante exposición inmersiva en la galería Albarrán-Bourdais de Madrid.
Todo comenzó a partir de una conversación de Dominique Gonzalez-Foerster con su amigo Enrique Vila-Matas en octubre de 2022, en la que éste le contó, cómo su padre medía la distancia entre farmacia y farmacia. Durante la pandemia, esta idea pareció cobrar sentido en el ideario de Dominique, ya que eran las farmacias, las protagonistas indiscutibles de la extraña época que nos estaba tocando vivir.
“Farmacias distantes” consiste en una experiencia inmersiva en la obra de Dominique Gonzalez-Foerster, que nos adentra a su ecléctico y multidisciplinar mundo donde pasado y futuro parecen convivir, a través de una constelación de farmacias. Una historia en torno a la farmacia, que toma como referencia el Museo de la Farmacia de Lisboa.
“No mucho tiempo después de aquel invierno, a mis siete años acompañaba yo a mi padre por la parte alta de Barcelona, donde él se dedicaba a medir con una cinta métrica la longitud de las aceras y la distancia que había entre farmacia y farmacia, ya que la ley exigía una cifra muy concreta de metros para autorizar una nueva.” (E. Vila-Matas)
La visita comienza con la pieza “Farmaneon”, una libre interpretación danzante del logotipo farmacéutico portugués, con la serpiente y la palmera en los colores rosa y verde neón.
Según avanzamos la muestra, nos encontramos con “Farmacias Distantes”, un impresionante diorama de tres lados con una alfombra en la parte central. Al lado izquierda podemos observar una farmacia china, reminiscencia de una antigua farmacia de Macaco conservada en el Museo de la Farmacia de Lisboa. En éste podemos ver al mismo Enrique Vila-Matas de joven y de niño, el bar-farmacia espiritista, telequinético y onírico y la farmacia tropical con plantas, animales, seres artificiales y apariciones como Fitzcarraldo y Rachel, la replicante de “Blade Runner”. EL diorama está formado por ocho paneles asociados a un sentido en concreto. También hay personajes identificables como Vivian Maier en el espejo, Madge Gill, Isak Dinesen y François Tosquelles, el pintor Paul Delvaux o la hermana de Fernand Knopf.
“Mi recuerdo más nítido: cerca de la plaza Bonanova, mi padre, tras guardar la cinta en su bolsillo y dar así por terminada la jornada, me preguntó de repente qué quería ser de mayor. Se trataba de una pregunta a los niños muy frecuente en aquellos días, porque no había futuro. – Director de circo –dije. Y todavía hoy me pregunto por qué dije “director” (E. Vila-Matas)
Como podemos observar los códigos de representación espacial en la obra de Dominique Gonzalez-Foerster se proyectan a menudo como un escenario teatral. No se trata de la autonomía del arte, sino de la experiencia de éste de una manera íntima, inmersiva e interactiva en la que los espectadores tienen que desempeñar un papel activo.
Otra obra que compone la muestra es el diario digital de Dominique Gonzalez-Foerster, “Exovirus”, un laboratorio textual en curso, en el que la artista ha ido añadiendo nuevas palabras y usos desde la aparición del virus y que ha continuado con la crisis de la guerra de Ucrania.
Junto a “Exovirus” encontramos “Holorama 5”, un cabaret cósmico con música producida para la ocasión junto a Julien Perez, acompañante en su proyecto musical, Exotourisme.
En la planta superior de la galería, encontramos la pieza “Metapanorama”, un nuevo diorama que reúne a humanos, extraterrestres y no humanos en un satélite cercano a la Tierra, y “La planète close”, una alfombra de lectura que incluye impresiones de libros que forman la bibliografía de la exposición como “Pornotopie” de Paul B. Preciado, “Pussy King of the Pirates”, de Kathy Acker o “Les hétérotopies” de Michel Foucault, entre muchos otros. Las portadas de algunos de estos títulos han sido convertidos en cojines donde te puedes sentar y observar la exposición.
Imágenes: Dominique Gonzalez-Foerster. Courtesy Albarán Bourdais
“Farmacias Distantes” de Dominique Gonzalez-Foerster podrá ser visitada hasta el 22 de abril en la Galería Albarrán-Bourdais