“Queer” es el calificativo que recibían aquellos relegados a los márgenes de la sexualidad dominante en la cultura anglosajona de los noventa. Las minorías sexuales siempre han sido el objeto estudiado, el “otro”. Sin embargo, la cosa ha dado un giro, en la actualidad, aquellos que así fueron etiquetados se han convertido en productores de discurso sobre sexualidad, como dice Paul B. Preciado, “en sujeto de enunciación”. Reflexionar sobre la lucha, la identidad y la diversidad son pilares del pensamiento queer. Siguiendo esta estela, activistas y teóricos continúan cuestionándose aspectos de la teoría feminista y de los estudios gais y lesbianos. Uno de los valores más importantes del término queer es no ser estanco, sino estar en permanente evolución, como las personas: la identidad no es una esencia sino un continuo y de eso va el trabajo de la artista irlandesa con base en Berlín Doireann O’Malley, de transformaciones, de disidencias sexuales y de subjetividades alternativas a través del arte.
Imagen superior Doireann O’Malley. Retrato: Matèja Hoffmann
Doireann O’Malley (Limerick, 1981) explora el género y sus manifestaciones en un cuerpo/mente posespeculativo a partir de los cuerpos en transición y de la teoría de afectos. Mediante imágenes en movimiento, animación, escaneo 3D, sonido y voz, su actual proyecto fílmico Prototypes, explora subjetividades múltiples a través de sus protagonistas trans, utilizando una metodología psicoanalítica grupal, analizando los sueños, explorando el inconsciente multicapa e introduciendo aprendizaje y transformación cuántica. En este trabajo, experiencias de los propios protagonistas sirven como punto de partida para explorar la manifestación del género más allá del ego y del deseo.
Nuestra conversación con Doireann, nos aproxima a la cultura queer, a la desestabilización de las estructuras de poder y de los sistemas dualistas occidentales además del proceso de hibridación físico y mental en su trabajo Prototypes.
Los artistas queer suelen volcar su vida e intimidad en sus obras, ¿es ese tu caso también?
Ante todo, creo que la vida se entrelaza con el arte, es una forma de explorar los aspectos interiores y exteriores del ser. Personalmente, mis películas son un intento de visualizar un mundo habitado por personajes, colores, cuerpos y arquitecturas que me atraen. Todas estas relaciones son íntimas para mí.
¿Cuáles son las pautas que te llevan a realizar los proyectos: urgencia política, visibilidad, notoriedad …?
El deseo de hacer un trabajo comienza internamente, generalmente mi inspiración viene de los sueños, las imágenes que veo mientras duermo son tan detalladas y mágicas, que me sirven como impulso para convertirlas en películas, alimentan las obras. Con Prototypes, quería explorar el “ser” transgénero desde múltiples perspectivas y mediante diferentes métodos de análisis. Es importante abordar la identidad mirando a través de un prisma con muchas caras, más allá del cuerpo y sus representaciones. Si la transexualidad es un estado psíquico, entonces es interesante explorar la mente desde un espectro de diferencia en lugar de utilizar la sexualidad y el cuerpo como una intersección de lecturas trans. La visibilidad era una necesidad personal para mí, para sobrellevar la vergüenza y el miedo, para sentirme cómodx con una auto identificación no binaria.
¿Piensas la práctica artística queer, debido a su larga tradición en el trabajo con el cuerpo y los afectos, como un “cuerpo colectivo” aunque enfatizando particularidades y diferencias?
Yo creo que la práctica artística queer no debe categorizarse como tal. La individualidad necesita ser afirmada a través de dicha práctica en lugar usarla como un estilo o conjunto de teorías; para mí, ésta es una de las problemáticas de la representación queer. La diferencia es imprescindible como herramienta para reescribir una perspectiva individual; por eso me gusta trabajar con muchxs protagonistas, esencialmente con el fin de diferenciar las distintas capas.
El hecho de trabajar con experiencias y procesos largos, el trabajo en comunidad, como es el caso de tu proyecto, ¿refuerza lazos de afecto o también genera fricciones?
Pues mira, en el 2015 comencé a trabajar con un par de trans masculinos fotografiándolos en ubicaciones del proyecto de viviendas Interbau en Berlín. Me di cuenta de modo bastante orgánico de que estaba intentando explorar la experiencia trans y la transición desde una perspectiva más allá de la representación. Quería explorar la mente. Comencé a escribir y documentar mis sueños sobre cuerpos híbridos y arquitecturas surrealistas. Por esta época, comencé a trabajar con Pol Merchan, que se convirtió en protagonista de Prototypes. A la vez participamos en un taller de análisis de sueños con un psicoanalista junguiano y tanto Pol como yo soñamos vívidamente; eso esta en la película. De modo similar, en la segunda parte, las protagonistas Elena Schmidt, Rhyannon Styles y Matèja Hoffmann, aportan elementos de su propia experiencia. Estas colaboraciones fueron mágicas y extremadamente tiernas, estoy muy agradecidx por estas exploraciones y por la confianza y las conexiones que hicimos juntxs. Siento que durante la realización de esta película se ha forjado una comunidad con perspectivas similares, diferencias y vulnerabilidades compartidas.
¿Cuáles son las diferencias en los contextos en los que te mueves: Berlín/ Irlanda?
Crecí en Irlanda en los años ochenta y noventa. Me eduqué en un internado católico —ahora desaparecido— perteneciente al Convento de la Misericordia en Cork. La experiencia de ser educadx por las hermanas del Sagrado Corazón y vivir en un convento, en retrospectiva, desató mi interés por buscar otras formas de vida comunitaria, experiencias grupales espirituales y no hetero normativas. El reciente referéndum sobre la legalización del aborto en Irlanda es un paso importante para la reescritura de los traumas que sufren las mujeres irlandesas a causa de la religión y de las instituciones de estado. Los derechos queer y trans están ganando importancia, y esto repercute en la educación de lxs jóvenes, les enseña a tratarse con más amor y compasión. Por otro lado, vivo en Berlín desde 2007, estos once años han supuesto un contexto para la auto exploración personal y artística. He vivido en diferentes comunidades queer, participando en talleres y actividades grupales como diy darma, butoh, thai chi o meditación. Todo lo que he vivido me ha llevado a investigar sobre estudios de género, feminismo, teoría queer, la relación entre física cuántica y feminismo, esquizo y psicoanálisis o budismo. Me ha llevado mucho tiempo desentrañar los prejuicios y la vergüenza que rodean la sexualidad y el género para sentirme cómodx con mi identidad a lo largo de un espectro de lo transitorio.
¿Y esta nueva tendencia “gender non-conforming people” con respecto al uso del lenguaje, no encasillarlo en femenino masculino?
Las nuevas conceptualizaciones de la transexualidad han comenzado a surgir a medida que las nuevas formas de identidad y orientación sexuales se han hecho visibles en nuestro paisaje social. En la cultura contemporánea, la visibilidad de la transexualidad es parte de una revolución cultural mayor, que reorienta la identidad, la sociabilidad y los modos de autoconstrucción. Creo que la reformulación lingüística es una poderosa reflexión sobre el creciente deseo de que las personas expresen su insatisfacción con las restricciones que el género binario impone.
Yo pienso que esto del género es una construcción moderna para clasificarnos, una manipulación política … Tú que te has documentado tanto sobre teoría de género, ¿es el género una construcción política o es realmente físico, me refiero a biológico?
Hmmm, el tema género es muy complejo. Es todo lo anterior y más. La construcción binaria de género pensada como opuestos para separar roles masculinos y femeninos es un lugar para la opresión, la violencia, el control económico y político, la discriminación a las mujeres y la desigualdad. Tras la industrialización, la división del trabajo, pensada para la gobernanza económica del hogar fue adoptada por la mayoría de los estados después de la Segunda Guerra Mundial, tal como señala Preciado en su texto Farmacopornografía: Hacia Una Nueva Ecología De Género. La desestabilización de lo binario en género también es una amenaza para los sistemas filosóficos dualistas occidentales y está en juego la deconstrucción de muchos más estamentos, no simplemente el género. Dicho esto, lo transgénero, la transexualidad y la identidad de género son espectros de estados tanto psíquicos como físicos, son biológicamente complejos y además socialmente construidos. De ahí la complejidad y la dificultad de imponer un análisis médico o institucional sobre los cambios de los estados de ser y la no conformidad de género como una categorización colectiva.
Quizás soy optimista, pero creo que hoy en día, la mayoría entiende que no todo es blanco o negro y estamos en contra de lo puramente binario. En esta línea de ideas ¿no sería lo transgénero un proceso continuo de convertirse en lugar de pasar de un sexo a otro?
Creo que es problemático hablar sobre lo que significa ser transgénero; principalmente porque es una experiencia subjetiva e indivisible para cada una de las personas que lo experimenta. Personalmente estoy interesadx en explorar la posibilidad de géneros inestables o cambiantes. Por eso me interesa como iconografía recurrente el tema de los caracoles, porque son criaturas hermafroditas y nos recuerdan que la naturaleza siempre ha seleccionado cuidadosamente una amplia gama de sujetos no humanos para mantener la visión de lo que significa precisamente ser natural. En un futuro especulativo, se abrirán puertas a una cosmogonía desnaturalizada y posgénero donde los cuerpos se hibridan y las limitaciones semánticas se desafían. Todas estas ideas junto con los caracoles aparecen en el filme Prototypes II.
Bien, tras todas estas interesantes teorías preparatorias, entramos ya de lleno en tu trabajo Prototypes, donde como has adelantado, se trata de una exploración del transgénero desde múltiples perspectivas a través de las transiciones —tanto corporales como identitarias— de sus protagonistas. ¿Cómo comenzó este proceso?
El guion comenzó como un texto especulativo y visualmente fantástico sobre la transformación y el anhelo trans. Empecé a entrevistar a lxs protagonistas sobre varios aspectos de su experiencia trans y de sus transiciones. Los ya mencionados talleres psicoanalíticos junguianos en los que participé y el sueño de Pol Merchan conformaron la primera parte. De hecho, el sueño de Pol se representa en una escena de una sesión psicoanalítica y el texto del análisis que aparece en el filme es la respuesta auténtica de Andrés Ocazionez, el psicoanalista que nos dio el taller. En la segunda parte, un psicoanalista lacaniano y un psiquiatra de género explorarán los impulsos inconscientes de las protagonistas: Elena Schmidt, Rhyannon Styles y Matèja Hoffmann. Además, estos profesionales analizan otros conceptos como el yo doble, el yo dividido y la sombra en relación con la formación de identidad transgénero. La masculinidad y la feminidad se deconstruyeron en los talleres que exploran los multiversos utópicos y las concepciones de género. Todo esto se refleja en los filmes, explorando las relaciones entre psicoanálisis, cibernética y género.
En las películas, la arquitectura, esos edificios tardo-modernos del Interbau de Berlín de los que hablas, la su visión utópica modernista de las urbes, la arquitectura y la vivienda funcional, con sus espacios convertibles actúan como espejos de los cuerpos transformados de tus filmes. ¿Usas un paralelismo entre las utopías del pasado y las distopías del presente?
Me atrajo filmar en el proyecto de reedificación Interbau del barrio Hansa —destruido en la Segunda Guerra Mundial y construido de nuevo entre 1957 y 1960—. Hansaviertel es un entorno arquitectónico modernista increíblemente rico y diverso llevado a cabo por arquitectos de primera línea, donde la vivienda queda incorporada al ambiente exterior, al paisaje. Este contexto funciona como telón de fondo de las películas. Me interesa el aspecto utópico que propuso el modernismo y también los estudios sobre cibernética del matemático y científico pionero de la computación Alan Turing (1912-1954). Turing fue una figura clave en el descifrado de los códigos de comunicación nazis, ayudando a la victoria aliada, aunque más tarde fue procesado por homosexual. Combino los conceptos de encarnación e identidad de género con teorías del cuerpo como máquina y con una arquitectura que puede reconstruirse, reprogramarse. Creo que lo trans también requiere una reconstrucción, una reinvención tanto de cuerpo como de mente. Estoy profundamente interesadx en la física cuántica, los escritos de Karen Barads sobre transmaterialidad y ocurrencias queer a nivel molecular. La pieza tiene muchas capas e influencias de todo esto que aparecen en la configuración total de Prototypes.
Conceptualmente, las películas retratan la encarnación transgénero a través de la lente de la imaginería onírica y de la hibridación. Formalmente, el trabajo es también híbrido, usas súper alta definición 4K, animación 3D y sonido multicanal entre otros formatos…
Cuando comencé a investigar, escribiendo elementos para el proyecto, vi la inmersión de los cuerpos y la política trans ligada a las narrativas de la opresión de los cuerpos como un avance de las estructuras de control dualistas en la sociedad occidental. Quería explorar estas estructuras a través del uso de diferentes modelos o marcos para desentrañar lo binario en varias formas y disciplinas. Con respecto a los formatos, quise usar muchos signos, símbolos y protagonistas para crear un tableau de referencias, algunas más visibles que otras.
¿Crees que hay mucho más arte queer ahora o ya estaba y no se veía?
El arte siempre ha sido un motor para la expresión queer, artistas y escritores usaban la creatividad y la expresión artística para tener voz, una voz tan encubierta y sutil como fuese necesario. Las voces queer han sido reescritas a partir del canon patriarcal de la historia del arte, quizás ahora hay un incremento visible de voces y cuerpos queer porque la censura es menos volátil, al menos en Europa. Por supuesto no me refiero a África, Asia u otras partes del mundo, donde la opresión aún está muy presente y es peligroso revelarse como persona queer, tanto a través del arte como del activismo.
Para terminar, ¿qué planes futuros tienes?
Prototypes se exhibirá en The Hugh Lane Gallery en Dublín hasta fin de septiembre. La publicación que acompaña a la exposición será publicada por Sternberg Press y The Edith Russ Haus für Medien Kunst, que han sido partners del proyecto desde el comienzo. También es parte de la exposición colectiva Somewhere in Between en Bozar en Bruselas. Además, Prototypes ha sido nominado para el Berlín Art Prize que se fallará el 31 de septiembre y se exhibirá en Shelf durante la Berlin Art Week.
Imágenes: Cortesía del artista