Los “hot dogs” sin salchichas se llaman “Döggo” y están en Chamberí. Un restaurante de perritos calientes gourmet que nace gracias a la idea de Javier, el amor por la cocina de su padre y la apuesta de 29 amigos.
Javier Kirschner, amante de los hot dogs, bocadillos, hamburguesas y cualquier comida que vaya entre panes y se coma con las manos, decidió diseñar un híbrido entre mundos, ampliando el abanico de ingredientes y sabores y reinventando así el concepto que tenemos de los perritos calientes.
Imagen superior: (superior) Mis bolas: Döggo de “almóndigas” guisadas en salsa de tomate dulce tipo curry wurst casera, queso havarti y cebollita morada y (inferior) restaurante de perritos calientes Döggo en Chamberí, planta baja.
Hace unos años empezamos a incluir en nuestro imaginario la opción de ir a comer o cenar hamburguesas elaboradas con ingredientes de calidad y con sabores diferentes, dejando así de relacionar hamburguesas con comida basura e incrementando nuestro nivel de exigencia ¿Nos pasará ahora con los perritos calientes?
La diferencia de nuestro concepto entre hamburguesas y “hot dogs” sucede por algo, nos comenta Javier Kirschner, ya sea la percepción de calidad de la materia prima, el sabor de las carnes o la mezcla de ingredientes, eso es lo que hizo que este joven optase por modificar la idea tradicional que tenemos de hot dog.
Imagen superior: alitas de pollo tai: receta casera inspirada en la street food Tailandesa. Marinadas durante 48h.
Aunque te avisan de que los Döggos no son moco de pavo y que llenan, tienen entrantes, como las Bolitas Sweet Kuchana, los nachos Döggo, las alitas de pollo tai o el hummus de tomate seco, por si estás impaciente y necesitas distraerte hasta que llega tu Döggo o te decides por cuál quieres. No es una decisión fácil.
Imagen superior: “Gamba cósmica”: Döggo de gambón a la plancha con cebolla morada, base de lechuga y crema cajún.
Una vez pasados los entrantes, llegamos a los protagonistas: los Döggos. Entre la variedad de perritos calientes sin salchichas encontramos recetas caseras muy especiales y llamativas con inspiración de sabores del mundo. Con la bandera china encontramos el Döggo “Pato Chun Lee”: confit de pato, lechuga, queso havarti, pepino y cebolleta. Acompañado de salsa pekinés y un toque mágico de ralladura de naranja; con la bandera de México el Döggo “Don Pancho”: carne original tipo taco de cerdo duroc, mezclada con pimiento rojo y verde pochado, maíz dulce, cheddar, guacamole, pico de gallo y jalapeño opcional; con la bandera de España encontramos el Döggo llamado “El Guanche”: mar y montaña por aquí: bacon y gambón a la plancha sobre una cama de guacamole, lechuga picada, brotes tiernos, cebolla krispy y nuestro mojo verde canario. Y si quieres saber el resto mejor visita su web o ve directamente al restaurante.
Cabe destacar, para que te entren más ganas de descubrir la carta, que cada Döggo viene acompañado de una sugerencia de maridaje a través de cócteles, una idea perfecta para redondear tu experiencia en este restaurante de perritos calientes, porque están buenísimos.
Imagen superior: “Pato Chung Lee”: Döggo de confit de pato, lechuga, queso havarti, pepino y cebolleta. Acompañado de salsa pekinés y un toque mágico de ralladura de naranja.
Le preguntamos a Javier Kirschner curiosidades:
¿Por qué un restaurante de perritos calientes?
Por un lado, mi padre había desarrollado en su día unas salchichas frescas, caseras y de gran calidad y por otro, yo había estado unos meses viajando por Sudamérica y fue trabajando en un chiringuito donde se me encendió la bombilla pensando en esa base de sabores tan personales, y empecé a darle vueltas al concepto actual.
¿Tú o tu padre sois cocineros? – ¿De dónde viene el amor por la cocina?
Ninguno somos cocineros ni nos hemos dedicado nunca a ello, pero en mi casa siempre se ha comido muy bien, muy variado y muy elaborado. No es solo amor por la cocina, sobre todo mi padre, que es el más entendido. Es conocimiento de gastronomía, de historia, de dónde vienen los sabores, y todo eso viene de viajar, leer y probar.
Yo pienso en cosas que creo que pueden funcionar, y algunas las elaboro yo y el resto le paso la idea a mi padre para que le dé una vuelta y desarrolle la receta en casa
¿Cómo convences a 29 amigos para crear Döggo? ¡son un montón!
El proyecto lo estuve planificando durante tres años mientras trabajaba por cuenta ajena. Poco a poco dándole vueltas al concepto, pensando en cosas y cómo hacer todo ya que no tenía experiencia alguna en hostelería, por lo que preguntaba y buscaba información. Cuando decidí que tenía todo y era el momento de lanzarme, tenía dos opciones: hacerlo en un formato muy reducido explotado de manera unipersonal tipo “puesto callejero” o ir más “fuerte” con más inversión y con un local y concepto más grande.
Pasé otros seis meses preparando el Business Plan para hacer una ronda de financiación. Avisé a amigos y familia y no hizo falta más. El proyecto de este restaurante de perritos calientes les sedujo, los sabores que degustaron también y depositaron la confianza en mí. Dos semanas después, tenía todo lo que necesitaba. El siguiente paso fue dejar el trabajo y emprender.
Imagen superior: el pan sellado de restaurante de perritos calientes Döggo.
Cabe destacar para los intolerantes al gluten que no se olvidan de nosotros. Hay una opción de pan sin gluten para la mayoría de los Döggos donde la calidad no se queda atrás: no se desmiga, ni deshace, ni está compacto, simplemente está buenísimo y a la altura del resto de la carta en cuanto a calidad (aunque este no lo hacen ellos, nos vale).
Los “veggies” también están en el corazón de Döggo con “Lennon”, un Döggo de salsa fresca de alubia roja, garbanzo, maíz, cilantro, cebolleta, chipotle y especias propias, acompañado de queso havarti, lechuga, guacamole y pico de gallo.
Imagen superior: interior del restaurante Döggo – planta alta
Prácticamente todo lo que hacen en este restaurante, lo elaboran de forma casera y son recetas familiares, tan pronto pican la carne, como muelen o hacen la mezcla de especias. Así nace una gran calidad de productos bajo la filosofía de “hacer las cosas para los demás como si fueran para nosotros mismos.”
Imagen superior: Mis bolas: Döggo de “almóndigas” guisadas en salsa de tomate dulce tipo curry wurst casera, queso havarti y cebollita morada.
———
Döggo
C. de Juan de Austria, 25, Madrid
Teléfono: 914 44 04 91
+ www.maddoggo.com
———