En estos días visitar un museo puede resultar una tarea tan estresante como ir de compras navideñas: esperar largas colas, esquivar manadas de gente y tratar de adelantar al de delante son gestos que definen ambas acciones. Algo parecido a lo que plantea Eugenio Ampudia en su obra “Prado GP”. En la que convierte una visita al Prado en una vertiginosa carrera de motos que atraviesa las galerías de la pinacoteca madrileña.
Por eso proponemos empezar una deriva por otros lugares que albergan arte en la capital y en los que podremos disfrutar del arte a la velocidad que nos apetezca. Empezamos el nuevo año visitando estas galerías, como forma de tomar el pulso a lo que ocurrirá dentro de unas cuantas semanas cuando se celebre Arco. La feria internacional de arte contemporáneo llenará las calles de Madrid de observadores de la vida moderna, de esos que Delacroix llamaba “flaneurs”.
Podemos empezar este particular viaje bajo la sombra del edificio de Jean Nouvel para el Reina Sofía, en pleno barrio de Lavapiés. En la calle Doctor Fourquet 20, concretamente en la “Galería Moisés Pérez de Albeniz” . Dentro, podemos sumergirnos en los “Mundos Flotantes, en los tiempos del Iphone 5s” de Juan Ugalde. Una exposición que nos presenta una superposición de técnicas mixtas en las que a través de collages se pretende unir el mundo del arte con el mundo más real. En este caso la realidad adquiere el matiz contemporáneo que determina la presencia de la tecnología en nuestras manos.
Si andamos unos metros más hacia el Norte cruzando la calle Huertas, nos podemos detener en la calle Alameda 5 en la galería “Ponce + Robles”. Esta vez, dejamos el mudo de la tecnología para sumergirnos en la naturaleza inventada de los paisajes de Françoise Vanneraud. “Insights of Passage” trabaja con la experimentación con el territorio y la naturaleza, para configurar nuevas topografías y realidades fragmentadas que dan vida a los contornos blancos de la galería.
Muy cerca de la anterior se encuentra la “Galería Paula Alonso”, en la calle Lope de Vega 29. Desde el exterior podemos ya contemplar la pieza de Rodríguez Méndez construida a partir de una gran malla metálica y turba. Se presenta como un gran agujero negro que concentra toda la energía de la sala. Si caminamos unos metros al fondo podremos descubrir la huella, en forma de fotografía de de otra de la piezas de la exposición “Romper uma palavra e pasar”.
Seguimos de nuevo caminando hacia el Norte hasta llegar a los límites de la calle Barquillo, en este caso en la calle Santo Tome 6. La “Galería Max Estrella” nos recibe escondida al fondo de un portal kitsch. Con “THEGRASSISALWAYSGREENER“ nos adentramos en el mundo de color del artista alemán Markus Linnenbrink. Nos recibe su site-specifics, que parece continuar el recorrido iniciado unos metros antes en las puertas del edifico de viviendas. Se trata de un espacio que trabaja con las tres dimensiones al igual que sus obras de resina epoxi, que unen estratos de color de forma arqueológica.
Que mejor manera de terminar un viaje que comenzando otro. De tal forma que podemos terminar mas al Norte en la calle Carranza 6. La nueva exposición de “La New Gallery” nos recibe con su sugerente título “Almost There”. En ella podemos perdernos en la contemporaneidad de los viajes. Ya no es importante el transcurrir, si no el estar ahí. Aleix Plademunt nos recuerda a través de sus obras que no se está nunca tan orientado como cuando se va a la deriva. Nuestro mundo está determinado a fijar las ideas, a alcanzar el conocimiento. Sin embargo, “Almost There” nos revela que cuando la visión de conjunto del mundo se amplía, no sólo disminuye el dolor que causa, sino también el sentido.
