VELAS Y OSCURIDAD PARA EL CIERRE DE CICLO DEL DISEÑADOR DELFIN
David Delfín siempre ha tenido seguidores y detractores. No es un diseñador al uso y eso lo saben quiénes siguen su trabajo. Si la Pantoja en sus conciertos siempre mandaba mensajes ocultos tras las letras de sus canciones, el diseñador rondeño hace lo propio pero hilvanado los suyos entre los tejidos de sus looks. Con ‘Inferno’ cierra el ciclo que ya abriera con ‘No One’ y ‘El tiempo de los monstruos’, una trilogía de destrucción y creación que concluye como Caroline caminando hacia la luz. Una colección que enteramente masculina (¡gracias!), da por finalizada una etapa y se dirige del luto al alivio, del negro al blanco, pasando por los grises, creciéndose según abandona las también inspiradoras lágrimas. Propuestas que para el próximo O/I 2015 se diseñan incidiendo en una siniestralidad de la que ya es maestro y reafirmándose en esa atmósfera de lado oscuro y guiños absolutamente artísticos. De ahí, las pinturas de Santiago Yánez, que combina con sus piezas más claras, mientras que a través del aikido, propone la neutralización del opuesto sin que sufra daño. Una inspiración que añade tono marcial a sus salidas, donde podemos ver como faldas y faldas pantalón se incorporan al sobrio armario masculino sin que en esa modernidad (o excentricidad), exista ni un ápice de chirrido estético. Monos, chaquetas, plisados, camisas con pequeños motivos, guiños al milenario kimono, plumas y entalles para este hombre que arrasa y quiere volver a ser libre, manteniendo la comodidad y la ausencia de color como estigma necesario que le acompañará durante toda la temporada. Un infierno en el que nos imbuimos con cada uno de los diseños planteados por Delfín, que se apoya en las pieles de Elena Benarroch, las joyas de Helena Rohner, las botas de Dr. Martens o las gafas de Opticalia, para ilustrarnos su celebrado renacer de las cenizas, una aventura maravillosa que nos deja el mejor desfile del diseñador en mucho tiempo.
