El Festival Cinema Jove de Valencia aborda este año un ciclo con las primeras películas de David Cronenberg. Masacradas en su día por todos los críticos de cine, hoy son mucho más que simples películas de culto: son la inquietante profecía de la “Nueva Carne”.
El Cinema Jove valenciano es un festival consagrado a cineastas menores de 40 años. Con esa disculpa su edición de este año, entre el 23 y el 29 de junio, incluirá un ciclo con los 7 largometrajes que David Cronenberg rodó antes de alcanzar esa edad: los films con los que podría haber competido en la Sección Oficial del certamen. Siete joyas que vaticinan lo grande que sería Cronenberg, al alcanzar su consagración… pese a que fueron vapuleadas por la crítica en el momento de su estreno. Pero, ¿qué películas son esas, qué hace a Cronenberg tan bueno, y qué narices es la “Nueva Carne”? Te lo contamos en estas líneas.
Imagen superior: Fotograma de la película Scanners.
Fotograma de la película Vinieron de dentro.
Por qué David Cronenberg es un grande
El director de “Promesas del Este” o “Una historia de violencia”, entre otros recientes y conocidísimos films, “es uno de los directores con los que se entiende mejor el cine contemporáneo”. Son palabras del director de Cinema Jove, Carlos Madrid, que añade que“revisar sus inicios en el cine no decepciona”, por su habilidad para “sorprender, epatar y envolver al espectador en mundos pesadillescos, y lo logra además con coherencia interna y gran elocuencia narrativa”. Su narrativa se forja en los 14 cortometrajes y telefilms que realizó, antes de debutar en el largometraje. Sus mundos de pesadilla nacen de la enfermedad degenerativa de su padre, que traumatizó y a la vez inspiró al joven Cronenberg.
Fotograma de la película Cromosoma 3.
El médico que se hizo cineasta
En respuesta a la enfermedad de su padre, el canadiense David Cronenberg se matriculó en la Facultad de Medicina. No llegó a cursar la carrera, pero casi todos sus films traslucen una obsesión por los ambientes médicos, los artefactos quirúrgicos, las enfermedades y eccemas. El horror que surge, en suma, de nuestras propias carnes. Por eso a sus primeros films se les puso el sello de “Body Horror”, “Horror Corporal”. Un sello que fue mutando, cual célula cancerígena, en lo que luego acabaría llamándose “Nueva Carne”. Y esa mutación se puede ver, punto por punto, en las 7 películas del ciclo de Cinema Jove. Son estas:
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“Vinieron de dentro de…” (1975)
El primer “largo” de Cronenberg trata sobre una epidemia de diminutos parásitos que convierten a sus huéspedes en zombis sedientos de sangre y sexo. Se financió con fondos públicos de apoyo a la cultura… desatándose un escándalo en Canadá. La revista especializada Saturday Night proclamó: “Si hay que hacer películas como ésta para tener una industria del cine canadiense, entonces no deberíamos tener una industria del cine canadiense”. El crítico de la BBC Barry Norman dijo que “Es el peor film que jamás he visto”. Y en el propio parlamento de Canadá hubo un debate sobre “los valores artísticos y sociales” del film y “su efecto en la sociedad”. Hoy es el aplaudidísimo film que abre el ciclo a Cronenberg en Cinema Jove.
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“Rabia” (1977)
En “Rabia”, una mujer se vuelve adicta a la carne humana después de una cirugía plástica experimental; sus víctimas contraen esa misma adicción y se desata una (otra) epidemia. El horror surge nuevamente del interior de la carne. Y dando carnalidad al film, su director contrató como protagonista a Marilyn Chambers: superestrella del cine “porno” gracias a la mítica “Tras la puerta verde”. Produjo “Rabia” el amigo de adolescencia de Cronenberg, Ivan Reitman: futuro director de… “Los cazafantasmas”. Y una vez más, las críticas fueron furibundas. Pero “Rabia” se convirtió enseguida en una de las películas más taquilleras de toda la historia del cine canadiense.
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“Tensión en el circuito” (1979)
El tercer largometraje de David Cronenberg es una rareza en su filmografía: una historia de carreras de coches y obsesión por la velocidad, que apenas tuvo distribución fuera de Canadá por la repentina bancarrota de la productora que la financió. Aparentemente lejos del imaginario de Cronenberg, “Tensión en el circuito” se erige sin embargo, hoy en día, como antecedente directo de “Crash” (uno de los hitos de madurez del cineasta) en la fusión de chapa metálica y carne humana. Empieza así a asomar en su cine el concepto de “Nueva Carne”.
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“Cromosoma 3” (1979)
Un psicólogo de métodos extravagantes, una niña con ronchas y eccemas y una invasión de niños mutantes deformes (o así) se dan cita en el primer film “respetable” de David Cronenberg: con presupuesto holgado, estrellas internacionales (Oliver Reed y Samantha Eggar) y temas “serios” (la familia, el divorcio y la alienación de los hijos). El cineasta escribió el guión mientras se divorciaba de su primera esposa… y obtuvo con la película un premio especial del Festival de Cine Fantástico de Sitges de 1981. Lo que significa que Cronenberg obtuvo el primer reconocimiento internacional de su carrera, a sólo tres horas en coche de Valencia: la ciudad que ahora le dedica un ciclo en el Cinema Jove.
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“Scanners” (1981)
Para los fans del cine de terror, “Scanners” es la película en la que a Michael Ironside le explota la cabeza. El film narra una suerte de guerra secreta entre telépatas, y sus luchas mentales acaban invariablemente con cráneos reventados. La leyenda de la crítica cinematográfica Rogert Ebert aplaudió los efectos especiales de “Scanners”, añadiendo no obstante que “podría haber sido muy buena, si hubiera encontrado la manera de hacer que nos interesemos por ella”. Hoy marca un hito en el (sub)género de los poderes mentales: es, quizá, la primera película donde los esfuerzos telepáticos se asocian a narices sangrantes.
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“Videodrome” (1983)
Y aquí llega, por fin, en toda su sanguinolenta plenitud, la “Nueva Carne”. Tras el “Body Horror” de sus primerísimos films, los coches de “Tensión en el circuito” y las mentes y cuerpos torturados de “Scanner”, David Cronenberg da un paso más en “Videodrome” mostrando un mundo en que los humanos, enfermizamente adictos a las pantallas, se fusionan con ellas en una cópula de carne, sangre y metal. Es la Mayoría de Edad de Cronenberg como cineasta, es su primera película verdaderamente grande… y es dolorosamente actual. ¿La humanidad literalmente pegada a las pantallas? ¿Gente que vive por y para ellas las 24 horas del día? ¿De qué me suena?
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“La zona muerta” (1983)
Cronenberg rodó “La zona muerta” entre enero y marzo de 1983, inmediatamente antes de cumplir 40 años. Es, por ello, la película que da fin a su ciclo en Cinema Jove. Y es también su primer film de encargo: una producción de Dino De Laurentiis adaptando un “best-seller” de Stephen King… que el director canadiense supo sin embargo hacer (muy) suya, incorporando su imaginería, sus obsesiones y su quirúrgica mirada. Un film tan bueno que el citado Roger Ebert le puso un sobresaliente en su columna del Chicago Sun–Times.
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Fue a partir de “La zona muerta” cuando llegaría por fin, poco a poco, la relectura y reivindicación de los primeros films de David Cronenberg. Ahora en pantalla grande, para que los goces como la primera vez, en el Festival Cinema Jove de Valencia. Recuerda: del 23 al 29 de junio. ¡No te lo pierdas!
