RANDOM ACCESS MEMORIES. EL NUEVO DISCO DE DAFT PUNK, TEMA A TEMA
Por fin hemos podido escuchar el nuevo disco de Daft Punk. Tanta es la expectación generada con el que tiene todas las papeletas de ser el lanzamiento musical del año (a la venta el próximo 21 de mayo) que no podíamos decir que no a ser testigos del adelanto en exclusiva de su cuarto álbum de estudio, ese que tantos años llevamos esperando los fans del dúo francés. El pasado jueves 25 de abril, algo más de una treintena de personas pudimos disfrutar uno por uno, y sin distracciones, de los trece cortes que componen “Random Access Memories”. Durante la escucha hubo aplausos, hubo silencios, caras de gente convencida, gente con libretas que salieron de la sala tan en blanco como entraron, y, sobre todo, mucho piececito moviéndose. Los comentarios a la salida fueron muy dispares. Los temas que forman el disco, también. Veamos en detalle:
GIVE LIFE BACK TO MUSIC
La alegre “Give Life Back To Music” nos dice muchas cosas sobre lo que va a ser el total de “Random Access Memories”. Como ellos mismos definen, querían hacer algo “ligero y elegante”, muy del rollo de Quincy Jones y ese tipo de producciones. Llevada muy al swing sofisticado de los 70 -quizás el tono que más predomina en todo el disco- lo que está claro es que si algo les ha tirado a Guy Manuel de Homem-Christo y a Thomas Bangalter, es retomar esos ramalazos retro que se intuían en sus anteriores discos y dejarse llevar por su lado más groovie.
THE GAME OF LOVE
Primera balada del disco. Tengamos en cuenta que por balada, tratándose de Daft Punk, entendemos un medio tiempo digital y melancólico más que un lamento desmedido o un grito desesperado de atención hacia el ser amado. Una melodía limpia que recuerda a aquellos temas más lentos del “Discovery” (2001). No esperes que la pinchen en directo. Remixes are welcome, of course!
GIORGIO BY MORODER
Sin duda el tema más llamativo del disco, con una estructura difícilmente definible que comienza con un monólogo del mismísimo Giorgio Moroder, pieza clave de la música disco de la década de los 70, más tarde reinventada en la muy extendida música techno. Las palabras de Moroder trasladan a noches infinitas de clubs y juergas aparentemente lights pero de trasfondo mucho más turbio que muchas raves de las que se celebran en aeropuertos sin aviones o naves a las afueras. A lo largo de este corte se pasa por todas las fases posibles de la trayectoria del afamado dúo. En ocasiones aquellos Daft Punk de “Homework” (1997), en otras tirando más del sonido “Discovery” (2001) con pasajes más épicos y ascendentes, y en otras, directamente, metiendo la brocha gorda con riffs de guitarras propias de cualquier grupo heavy de los 80. De principio a fin, una auténtica obra de audioarte. Una joya sonora.
WITHIN
¿Dos medios tiempos en los cuatro primeros temas? ¿Es posible? Sí. Y tanto que es posible, aunque resulte un poco bajón después del corte anterior. Poca novedad, arreglos clásicos traídos directamente de la época más hortera de la música hecha con sintetizadores, pero metidos con elegancia. Aún así, un poco muermo. Tampoco espero -ni me muero de ganas- de escucharla en directo.
INSTANT CRUSH (Feat. JULIAN CASABLANCAS)
Comienza la ronda de featurings. Tantos hay en “Random Access Memories”, y resultan tan evidentes, que más que colaboraciones con Daft Punk, los temas acaban por parecer un remix de los franceses al personaje en cuestión. “Instant Crush” no puede negar la influencia de The Strokes, ni peinándose la raya al lado y disfrazándose de melodía de guateque retrofuturista, Esos bajos no engañan a nadie.
LOSE YOURSELF TO DANCE (Feat. PHARRELL WILLIAMS)
Primera colaboración del rapero integrante de N.E.R.D (la otra ya sabéis perfectamente cuál es), y, de ser par el número de temas total de “Random Access Memories”, corte ecuador del álbum. Cada vez queda más patente lo que se sospecha escuchando el single “Get Lucky”: estos Daft Punk no es que hayan echado la vista atrás, es que se han girado y reciben con alegría todo lo que venga de hace cuatro décadas. No solamente a nivel melódico, también en sus acabados, que rezuman lo analógico. Y eso que, precisamente ellos dos, siempre han destacado por aunar de manera magistral texturas clásicas con vocoders y rebers más propias de la era 2.0.
TOUCH (Feat. PAUL WILLIAMS)
No es casualidad que este tema tenga un comienzo tan cinematográfico. La sombra de Paul Williams es alargada, y, aunque la carrera del músico estadounidense es amplia y variada, su querencia por la música pensada para pantallas es evidente. Pinceladas épico-melancólicas, coros infantiles y melodías con las que un “vitatriste” Guille Milkyway (La Casa Azul) haría las delicias y construiría uno y mil universos pop, nos demuestran, una vez más, de lo que son capaces los franceses del casco perenne: mezclan lo que les da la gana, y lo mezclan bien. Otra cosa es si resultará del gusto de todos.
GET LUCKY (Feat. PHARRELL WILLIAMS)
Pues eso. Que “We Are Up All Night To Get Lucky”.
BEYOND
Otro comienzo cinematográfico. Otra corroboración de que lo que predomina en este álbum es el medio tiempo. Con todo lo que eso significa.
MOTHERHOOD
Una aparente intro de lo que podía haber sido una traca final muy digna, muy de “subidón-subidón-subidón”. Pero no. De nuevo nos recreamos en lo analógico, en los elementos naturales como el agua, en los paisajes sonoros de tintes naturales. Vamos, que si buscabas tralla, espérate a la remezcla. Tengamos fe.
FRAGMENTS IN TIME (Feat. TODD EDWARDS)
Como viene siendo habitual en “Random Access Memories”, el pastiche de géneros se ha realizado de una manera muy acertada y efectiva, aunque, prestando atención a los detalles, descubras que los elementos que en realidad se están aunando son en realidad grandes tópicos de la historia del pop.
DOIN’ IT RIGHT (Feat. PANDA BEAR)
Al igual que ocurre con la presencia de Pharrell Williams, este tema está dado la vuelta. Es una canción absolutamente Panda Bear, en la que Daft Punk ha metido su mano y le ha dado una pequeña capa de barniz techno-nostálgico. Ha tenido que llegar el Animal Collective para que esto empiece a sonar al Daft Punk que todos tenemos en mente cuando pensamos en sus directos. Y estamos a un tema del final.
CONTACT
Vale, ahora sí. Ni featurings, ni elementos naturales, ni coros infantiles, ni guateques, ni leches fritas. En “Contact”, Guy Manuel y Thomas se ajustan bien los cascos, cogen aire y pulsan LOS botones. Paradójicamente, la canción con la que Daft Punk cierran el álbum, es la que, presumiblemente, podría abrir sus shows de la gira que -esperemos- hagan dentro de poco. Toda una declaración de intenciones. Somos Daft Punk, seguimos estando aquí, y seguimos queriendo que quemes suela y que disfrutes como un enano.
En conclusión, “Random Access Memories” es un trabajo algo irregular, en el que no hay canción mala, pero tampoco enamora. Merece una segunda escucha y observar sus posibilidades, pero, de momento, a excepción de un par de cortes, cuesta imaginar esas canciones sonando en lo alto de una pirámide de luces y volviendo loco al personal. Tanta cantidad de colaboraciones, y tan invasivas dentro del sonido propio de Daft Punk, puede interpretarse como falta de ideas o como una estrategia de apertura a públicos más amplios.
Los amigos de la música disco estarán contentos. Los fans de según qué vertientes de Daft Punk también. No me aventuro a decir si convencerá o no, pero con semejante campaña de promoción por delante (“Get Lucky” se ha convertido, en tan solo 24 horas, en la canción más escuchada de la historia de Spotify) la traca que han de soltar es muy gorda. Por encima de la indudable calidad de la mayoría de los temas, siempre hay un porcentaje impredecible de cómo se comportará el público, y quizá en este disco sea un pelín más difícil de vaticinar. En cualquier caso, “We’ll be up all night… -esperemos que- to get lucky”.