La arquitecta checa Markéta Cajthamlová diseña una casa de vacaciones familiar, inmersa en el entorno natural virgen del suroeste de la República Checa.
En el territorio del Parque Nacional de Šumava se alza entre los árboles este volumen de dos plantas, que reinterpreta la tipología tradicional de la casa de campo checa. El acceso a la parcela de 1.839 m² se caracteriza por la hilera de piedras, que señala el camino hasta la sencilla puerta de entrada, pintada en un suave color verde a juego con las contraventanas.
La vivienda de 185 m² se distingue por su cubierta jerkinhead, construida con chapa de aluminio plegada, que combina elementos de los tejados a dos y a cuatro aguas para ser más resistente a los fuertes vientos, la lluvia y la nieve. Su discreto color gris oscuro convive en perfecta armonía con el revestimiento de madera de abeto de la fachada, teñido en un tono negro-marrón. A fin de aislar la parte baja de la casa, se ha construido un zócalo con la misma piedra que se ha utilizado para crear la plataforma de la terraza y los escalones del exterior.
El banco corrido junto al ventanal del comedor traslada el espacio doméstico al aire libre
La predilección del cliente por las bellas vistas del paisaje fue determinante para el diseño de los amplios huecos que iluminan las distintas estancias. En la planta baja, un ventanal en esquina preside la zona de estar, orientada al sur, que acomoda el salón, la cocina y el comedor en un único espacio. Cada uno de los tres ambientes está delimitado por singulares piezas de mobiliario. La estufa de leña se convierte en el elemento central del salón. La isla acota la zona de la cocina y la gran mesa de madera de fresno natural sorprende en el comedor.
La sauna húmeda del baño de la planta baja tiene la particularidad de contar con una ventana horizontal que deja entrever el paisaje. Los escalones han sido diseñados a medida con finas tablas, colocadas también sobre el resto de las superficies. El ala norte se destina a zona de servicio y dispone de su propio acceso independiente.
Los paneles de madera utilizados para la estructura de la vivienda siguen el sistema Novatop con un tablero de abeto visible en la cara interior de las paredes, el techo, las escaleras, y las puertas. La pizarra negra se escogió para las baldosas de la planta baja, que además cuenta con calefacción por suelo radiante con aerotermia. En cambio, en el pavimento del piso de arriba, se han empleado las tablas de abeto nórdico. Su agradable textura permite generar una cálida atmósfera en toda la zona de noche, comprendida por tres habitaciones, un baño y un amplio distribuidor. De manera que se ha podido crear en este último espacio un íntimo rincón, ligeramente apartado, donde poder sentarse a contemplar el paisaje a través de una original ventana con forma de rombo.
La serenidad de la madera envuelve en su totalidad la zona de noche
Las piezas de mobiliario han sido fabricadas con estructura de acero y con tableros de abeto y arce. El almacenaje empotrado, tanto en armarios como estanterías, garantiza el máximo aprovechamiento del espacio al formar parte de la propia arquitectura. La inclinación de la cubierta da lugar a los aristados techos que personalizan cada una de las habitaciones de un modo sumamente acogedor, que invita a desconectar de la rutina y disfrutar de la paz de la naturaleza de Šumava.
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Créditos de Cottage in Šumava:
Arquitectura: Markéta Cajthamlová. Architektonická projekční kancelář
Equipo: Markéta Cajthamlová, Petra Pelešková
Ubicación: Šumava, República Checa
Año de finalización: 2023
Superficie: 185 m² (vivienda), 1.839 m² (parcela)
Colaboradores:
Sauna y mesa del comedor: Jan Mates
Construcción de madera: Pop Building
Cimentación: JIRAM
Muebles empotrados: JRV interior
Fotografía: Petr Polák