Las ciudades de noche y nuestro lugar en el universo.
Si alguna vez has viajado en avión por la noche y has tenido la suerte de coger el asiento de ventanilla, habrás observado cómo las ciudades, desde el cielo, se asemejan con bastante precisión a las constelaciones de estrellas que se ven desde el suelo. Tierra y firmamento son durante unas horas imágenes especulares inexactas, que bajo un mismo continente expresan contenidos muy distintos.
A partir de este fenómeno surge ‘Constelaciones dismórficas’, el último trabajo de la artista Rosalía Banet (Madrid, 1972) que se expone hasta el 19 de diciembre en la sala Twin Gallery. En un intento por comprender y representar la relación del ser humano en un mundo cada vez más deshumanizado, la madrileña ha construido 250 constelaciones humanas que muestran nuestra pequeñez y volatilidad en comparación con la inmensidad -aparentemente- estática del universo. Pequeños mapas nocturnos de luces dibujadas sobre fondo negro que muestran una visión distinta de pueblos y ciudades. “El trabajo de campo y desarrollo del proyecto suponen una relectura del entorno conocido, que al ser focalizado desde un punto de vista distinto, nos muestra un mundo diferente dentro del que nos era tan conocido y familiar, redescubriéndolo y redibujándolo”, explica la propia Rosalía.
Buscando la coherencia en el discurso y una mayor inmersión del espectador en la obra, la sala cambia su estética habitual de blanca neutralidad a un negro absoluto. La instalación se completa con una serie de planetas enfermos que cuelgan del centro de la sala. En su superficie se representan diferentes enfermedades psicosomáticas, simbolizando el signo de nuestro tiempo, un tiempo confuso dentro del cual el ser humano se agita entre la obsesión, la dispersión y la desidia. Además, se incluye un pequeño gabinete de dibujos que bajo el título de ‘Sangre’, reflexiona en rojo sobre el ser humano dentro de la sociedad actual.
‘Constelaciones dismórficas’ se puede visitar en Twin Gallery hasta el próximo 19 de diciembre.
Fotos de Daniel Vega Borrego.
Constelación humana 230, Benidorm
Constelación humana 242, Shinjuku Tokio
Esfera enferma 02, Erythema Iris
No hay vacío no hay quietud
Niña atada
Human hair balls
Chica con brazos que la agarran