Con Victoria la vida es un festival
El pasado sábado tuvo lugar una esperada cita para los amantes del indie y de la música patria en general. La firma de calzados Victoria, que a todos nos ha acompañado en algún momento de nuestra vida, aterrizó en el madrileño Teatro Barceló para celebrar su centenario con una nueva edición de su festival de conciertos eléctricos. Victoria reunió a un plantel de artistas de lo más variopinto, creando un acertado mix entre los consagrados y los que están por consagrar. Los madrileños Pol, con Joaquín a la cabeza, pisaron las tablas, haciendo rugir a los asistentes con su descarga de trallazos. Los divertidos y bizarros (en el sentido anglosajón del término, por supuesto) Mamita Papaya, sin duda protagonizaron una de las mejores actuaciones de la noche. Con sus canciones de la escuela de Los Delinqüentes pero en clave independiente, lograron una perfecta comunión con la gente, haciendo que declamaran su particular y genial oda a la cerveza. Después tocaba un poco de romanticismo y poner a flor de piel los sentimientos con los madrileños Hynkel. La banda con sus temas más intimistas y sus letras cargadas de experiencia, se metieron el teatro en el bolsillo, siendo los encargados de crear uno de los ambientes más bellos del festival.
Una de las actuaciones más esperadas de la noche por parte de un servidor era la de June’s Kaleidoscope. Tras numerosos éxitos en Londres, Arantxa y su troupe desembarcaron en la capital y se subieron al escenario para demostrar que su éxito no es flor británica de un día y que les espera un brillante futuro en la música. Con sus espectaculares atmósferas katebushianas, nos trasladaron a esos paisajes neblinosos Made in England. Sin duda, la marca Victoria sí que sabe como celebrar un aniversario de altura. Les deseamos que nos alegren y endulcen la existencia con sus bambas muchos años más, porque con su calzado en nuestros looks, la vida es un festival.