Un espacio canalla e informal es la nueva propuesta del grupo hostelero Foodclub. Clubhaus, nuevo y único espacio multi- conceptual que aterriza en Barcelona para hacer las delicias de los que nos gustaba jugar en la calle hasta tarde.
Diseñado por Motel Studio y dirigido por los dos socios agitadores Joel Serra, conocido por muchos por ser el fundador de Eatwith y por romper reglas en la cocina, y Alberto Mateo, músico y apasionado del arte, reúne las señas de calidad que abrieron la curiosidad y estimularon el apetito de la que aquí escribe.
Con la comida sí se juega, se canta en la mesa, se come con la boca abierta ( porque es como te quedas durante un buen rato) y con las manos, sí señor. Además se juega al golf en los baños, al ping pong frente a la cocina y se come en una mesa de billar.
Porque aquí, personas, nos tomamos el juego con mucha seriedad, pues es el preámbulo de la creatividad. (Charles & Ray Eames aprox. dixit)
Hace un tiempo ya que quería ir a ver qué sucedía en este palacete del siglo XIX ubicado en pleno centro histórico del distrito barcelonés del Born. Clubhaus desde su apertura, el 8 de marzo de este año, ha estado en boca de todos. Éste es el primer espacio multi-conceptual en Barcelona donde se enlazan arte, comida y juego.
Imagen superior: Joel Serra y Alberto Mateo de Clubhaus
Imagen superior: Mesa pin pon del Jungle Room de Clubhaus
Me recibe Joel Serra, este amante de la comida callejera y de Asia me cuenta, con cara de niño con un juguete nuevo, que para conceptualizar Clubhaus se inspiraron en propuestas de Nueva York, Melbourne y Londres. Propuestas transgresoras que difuminan los límites entre diferentes formas de creatividad contemporáneas. Y es que no solo de pan vive el hombre ¿no?
No me imagino cómo de complicado ha debido ser conseguir licencias para una propuesta como ésta en un país en el que la flexibilidad brilla por su ausencia. Y es que esta fórmula nace orgánicamente de las ganas de juego, de creatividad y de sentirse “como en casa” de dos mentes inquietas. Joel y Alberto transforman Clubhaus en el hogar lejos del hogar para todas las mentes creativas de Barcelona, creando un espacio de sinergias y co-creaciones. La intención fue crear un playground para que las cosas sucedan. Joel me explica que el concepto radica en la triangulación de las tres columnas capitales: arte, juego y comida. De allí su imagen corporativa y el triángulo como elemento repetitivo en el interior del local.
Imagen superior: Clubhaus, barra del Showroom
El resultado, un espacio con varios lugares de encuentro y modelos de negocio. No sé si la burocracia estaba preparada para esto, más de una cabeza habrá estallado en las oficinas de turno.
Imagen superior: Clubhaus, ostra un solo shot
En el piso inferior de estos 700 m2 se encuentra Jungle Room. Es el playground para los niños y niñas adultas de la ciudad condal. Desde un minigolf en los baños y mesa de ping pong con vistas a la cocina, a una sala de Karaoke privada. Su oferta gastronómica es más de batalla: hamburguesas, hotbutis, patatas y la hamburguesa vegetal Beyond Burger para veganos, vegetarianos, carnívoros y omnívoros, pues su sabor es apto para complacer a todos los paladares.
El Galaxy Room, es un espacio secreto de co-creación, disponible exclusivamente para invitados, con diferentes sesiones creativas y el secreto mejor guardado de Clubhaus
Me centro en el Showroom, con un diseño urbano y exhibiciones de arte itinerantes, es el lugar perfecto para los hambrientos que buscan un sitio donde desconectar y dejarse inspirar durante todo el día. Su carta fusiona los ‘streetfoods’ asiáticos y mexicanos, hecha para perderse en las calles más rebeldes del mundo y descubrir lo nuevo.Real Fucking Food, es como definen su propuesta. Se trata de una cocina de memoria de recuerdos viajeros para unos y de recuerdos de la gastronomía de origen de otros. Porque en Clubhaus locales y expats se encuentran a diario sin distinción ni definición, para compartir motivaciones, anhelos y arte.
Imagen superior: Clubhaus, Showroom
A nivel organoléptico es complicado distinguir que es Asia y que México. Yo tuve la ocasión de probar las tostadas de atún tataki, thai ceviche de coco crujientes, refrescantes y llenas de matices. Seguidas por tres tacos: baja style ( bacalao crujiente con panko, mango, cebolla encurtida y wasabi mayo), Coreano (con ternera bulgogi, col agridulce y gojuchang mayo), Son mágicas ( setas shiitake con mole de cacao, maíz braseado y rabanitos) a destacar el juego de texturas imprescindibles en el mundo “taco”. Sabor bueno pero con una textura blanda de principio a fin empalaga y aburre. Como decía, tacos crujientes, divertidos, con picos de sabor y con una mezcla de ingredientes entre las dos culturas tan interiorizadas que a penas te das cuenta.
Imagen superior: Clubhaus tostadas hawaiano poke salmón
Imagen superior: Selección de tacos en Clubhaus
¿Mi preferido? Como suele ocurrirme una de las elaboraciones más básicas y sencillas, los elotes aztecas ( choclo braseado con mayonesa de chipotle, queso latino, mermelada de tomate – la cual ruego que comercialicen ya- y Tajín elaborado en casa también). Staple food de la comida callejera mexicana con la que toque el cielo y bajé para revolcarme por el suelo y ensuciarme las manos para volver a casa tal cual niña que ha pasado la tarde en las calles de su barrio a por una ducha y a dormir.
Imagen superior: Elotes Aztecas en Clubhaus
En definitiva, no hay momento de consumo y motivaciones que esta propuesta no cubra. Si eres una mente canalla, te gusta el arte, la música y jugar en la calle. This is your place.
—–
Clubhaus
Av. de Marquès de l’Argentera, 13
Barcelona.
Tel: 938 588466
www.clubhaus.es
—–