La productora británica Charli XCX regresa con Brat, su álbum más cohesionado. Todo un ejercicio de hyperpop con ecos del pasado y aroma a futuro, en el que hay momentos, tanto para la fiesta, como para la lloradita en la pista de baile.
En un lejano 2012, un auténtico trallazo musical llegaba a nuestros oídos. Las suecas de Icona Pop nos decían que I Love It mientras todos cantábamos a pleno pulmón sintiéndonos ‘nineties bitches’. Pero si algo no pasaba desapercibido era ese feat con una desconocida Charli XCX. Una colaboración mal denominada, ya que la inglesa era la verdadera artífice detrás del éxito que incluso versionaron las Nancy Rubias. Una maravillosa puerta de entrada que nos presentó, a través de un banger, a una de las ingenieras pop más importantes de nuestra generación.
La primer ministro de la música de baile contemporánea, la británica Charli XCX
Varios discos de los que reniega, mixtapes, singles y ejercicios creativos aparte, Charli XCX regresa a la actualidad con Brat, un regalo para los oídos con sello Ministry of Sound de la década de los 2000. Charlotte Aitchison, verdadero nombre de la artista, recoge el testigo de un sonido compacto de épocas anteriores y lo deconstruye, traduciéndolo y adaptándolo a su propio imaginario creativo. El resultado: una demostración de alta eficiencia pop subida de BPMs que es todo un ejercicio de hedonismo y autodeterminación.
Charli XCX en la Gala del MET 2024 vestida de Marni (Foto de Getty por cortesía de Marni)
Con este disco nos sumerge en el club de baile para pasar una noche perfecta y con las dosis justa de drama
Desde el inicio de Brat, la autora nos sumerge en el club de baile para pasar una noche perfecta y con las dosis justa de drama. Desde el inicio con la dupla 360 y Club Classics, la XCX hace una declaración de intenciones sobre la naturaleza despreocupada del LP, y que sirve para dejar atrás los prejuicios de que la electrónica del baile no es un género elevado y relevante a nivel artístico.
En cuanto a letras, en Brat, Charli XCX vuelve a sus temáticas confesionales habituales de amor, desamor, crisis existenciales, depresión y chutes de amor propio
En cuanto a letras, en Brat, Charli vuelve a sus temáticas confesionales habituales de amor, desamor, crisis existenciales, depresión y chutes de amor propio. Prueba de ello son I might say something stupid o I think about all the time, dos letras que nos transportan directamente al sentir de la autora.
Un homenaje en forma de canción para Sophie
Mención especial a los homenajes velados a Sophie, la talentosa productora fallecida en 2021 tras un accidente fatal, y de la que Charli era gran amiga y admiradora. En cortes como So I, con ecos del tema de SOPHIE, It’s OK to Cry, queda latente la influencia y la nostalgia musical y personal por una amiga pérdida.
Un disco que sirve para encapsular lo más estimulante del momento actual, mirando al pasado para inspirarse, pero con la vista puesta en el presente y en el futuro
En resumen, ‘ Brat es uno de esos álbumes define-épocas. Un disco que sirve para encapsular lo más estimulante del momento actual, mirando al pasado para inspirarse, pero con la vista puesta en el presente y en el futuro. Un elevado concepto con el que Charli XCX entra en el Olimpo del Pop por autopista de peaje.