Los arquitectos de Wow Estudio diseñan, con dosis de dinamismo y blanco extremo, los interiores de una vivienda contemporánea de 400 m2 abierta al jardín, situada en los alrededores de la capital de Ecuador.
El mayor reto para el equipo de Wow Estudio cuando recibieron el encargo de intervenir en esta casa de una sola planta emplazada en Puembo, una parroquia rural del Distrito Metropolitano de Quito, a unos veinticinco minutos de la ciudad, fue idear una propuesta que: “planteara un espacio de materialidad homogénea y casi blanco en su totalidad, pero que transmitiera calidez”, detalla Juan Esteban Andrade, fundador de Wow Estudio en 2020 junto a María José Puga.
Atemporal, cálido y neutro. Atendiendo a estos tres conceptos, los arquitectos empezaron a imaginar cómo redefinir el interiorismo de esta casa con parcela de 1.200 m2 construida en: “un valle, con un clima muy agradable, que se ha ido poblando en los últimos años con viviendas unifamiliares. La residencia se ubica dentro de un club privado, junto a un gran campo de golf y con vistas a las montañas de los Andes”, describe Andrade.
Una de las decisiones más importantes que tomaron los arquitectos fue la de reorganizar la vivienda para conseguir unos interiores fluidos mediante paneles móviles. Cuando están abiertos, crean un espacio diáfano tipo loft. Y al cerrarse, compartimentan el espacio posibilitando que distintos usos tengan lugar de manera independiente. “Por sus dimensiones, la mayoría de las puertas son correderas para ganar flexibilidad en los ambientes y lograr una optimización del espacio. La idea de usar estos elementos de gran formato permite descubrir las nuevas estancias también a partir del movimiento”, explica Andrade.
Un patio ajardinado da la bienvenida a un hogar presidido por un diáfano salón con una terraza abierta al campo de golf
La planta cuadrada de 400 m2 destaca por su circulación dinámica, especialmente en la zona de estar, concebida como el corazón del hogar. Al estar situada en la parte central, es idónea para articular las conexiones con todas las habitaciones de la casa. A un lado, da acceso a la cocina con bodega, la lavandería y el garaje; y al otro, a un enorme dormitorio con vestidor y baño, un aseo y un cuarto de invitados con baño.
Esta zona de estar, utilizada como salón-comedor, se encuentra además vinculada al jardín con sus dos frentes acristalados. Uno, que da al íntimo patio situado justo delante de la puerta de entrada, concebido como “un patio silencioso, con pocos elementos. Tan solo hay un árbol de guayaba hawaiana con césped chino alrededor, colocado junto a una base de piedras y una gran roca volcánica”, cuenta Andrade. Y otro, que está orientado a la alargada terraza de la fachada posterior con vistas al campo de golf, ubicado a “1,50 m por debajo del nivel del terreno de la casa. Lo que permite que la vegetación del jardín cree ese efecto de ‘borde infinito’ que prolonga el límite de la parcela hacia el club”, señala el arquitecto. El resto de la vegetación de la parcela se diseñó “en tonos violetas y verdes. Elegimos plantas como los plumbagos, varias especies de lavandas, sigses rojos y salvia morada”, detalla Andrade.
Los interiores bañados en blanco realzan la luminosidad y se combinan con detalles de madera para elevar la sensación de confort
Los generosos ventanales permiten iluminar abundantemente los interiores níveos, decorados con un estilo minimalista que proporciona serenidad a las estancias. El equipo de Wow Estudio utilizó en todos los pavimentos “porcelánico de gran formato de la marca Atlas Concorde y la serie Marvel X, que da un efecto de mármol contemporáneo con tonos grises y beige. Al igual que en las encimeras de la cocina y los paramentos de los baños”, dice Andrade.
El blanco es el color que unifica todas las estancias: “las paredes están pintadas en tono blanco puro, las puertas son de madera lacada también en blanco y las ventanas utilizan el sistema Minimalist Cor Vision, en el mismo color, para mantener el concepto de sutileza presente en toda la vivienda. El fin era que el espacio se sintiera amplio, luminoso y monocromático”, afirma el arquitecto.
La madera se introduce como contrapunto a las superficies blancas. Su textura natural genera una atmósfera acogedora, que hace los espacios más amables. “Los objetos de madera logran cierto protagonismo, aportando toques cálidos a la vivienda, como el tablón rústico junto a la chimenea del salón y la madera de laurel de la isla de la cocina”, detalla Andrade. Y asegura que, a pesar de su aparente sencillez, el proyecto requirió: “mucha atención a los detalles y precisión en su ejecución. En Ecuador, la mayoría de los sistemas de carpintería y mobiliario minimalistas se están empezando a implementar ahora. Por lo que ha supuesto, tanto para nosotros como para las empresas con las que hemos colaborado, un trabajo de aprendizaje que nos ha permitido lograr el resultado deseado”.
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Créditos de Blanco Cálido:
Arquitectura (diseño de interiorismo): WOW estudio (María José Puga + Juan Esteban Andrade)
Ubicación: Quito, Ecuador
Año de finalización: 2024
Superficie: 400m2
Construcción: Ing. Diego Puga
Fotografía: WOW estudio
