¿Por qué denuncian al festival Sónar y al artista Cecilio G por ir montado a caballo en la Fira Montjuïc?
Tengo que decir que no estuve en la edición del Sónar de este año. Pero lo vi en los Stories de Neo2. Vi a Cecilio G entrando a caballo en el recinto del Sónar, la Fira Montjuic, institución ferial de Barcelona gobernada por la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cámara de Comercio de Barcelona. Lo primero que pensé al ver a Cecilio G a caballo es “mola”. A Cécilio G le gusta épica… los grandes gestos… la epopeya. Podría ser un personaje homérico con sus aventuras y desventuras. Lo segundo que pensé, viéndole con el cabello atigrado y erguido sobre el caballo, fue… “bueno, tampoco es tan original” (no puedo evitar quitarle importancia a las cosas, aunque me molen).
A mediados de los 70, después de la muerte de Franco, Pau Riba ya recorrió a caballo la calle de Alcalá de Madrid promocionando un concierto en el Teatro Alcalá. Con el tiempo, al enterarme que el artista agitaba la contracultura desde la comodidad de la alta burguesía catalana, también me dejó de impresionar ese gesto.
La verdad es que los équidos han protagonizado grandes momentos de la música contemporánea. Otro de ellos también es de los 70, del 77, la famosa imagen de Bianca Jagger a caballo en el famoso club neoyorquino Studio 54. Aunque posteriormente ella negase que fuese hasta la discoteca a caballo, que solo “tomo la estúpida decisión de montarlo unos minutos”. Otro momento mítico es el de Nico, cantante de la Velvet Underground, protagonizando el famoso anuncio de las bodegas Terry a lomos de un caballo tordo galopando por la playa. Y el propio Sónar parece tener obsesión con los caballos… En 1997 Jimi Tenor también hizo acto de presencia en el festival montado a caballo. En 2009 también se vio durante la noche a un jinete cubierto con una sábana a modo de fantasma paseando por el recinto de la Mar Bella, espacio donde se celebraba el Sónar por aquel entonces. Curiosamente, ese mismo personaje aparece en el cartel de una película estrenada en 2010, Finisterrae, la ópera prima de uno de los fundadores y directores del festival, Sergio Caballero. Y este año, el mismo escenario donde actuaba Cecilio G estaba coronado por la cabeza de un caballo, aparentemente, disecado… Y eso por no hablar de la móvida que hubo entre Madonna y el alcalde de Lisboa porque la artista quiso meter un caballo en el palacete de la Quinta Nova de Assunção para grabar un videoclip.
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Foto superior: Gecilio G a caballo en el Sónar (Cortesía de Sónar. Foto: Nerea Coll
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Después de estas curiosidades equinas, y pasados unos días del festival, los titulares de los periódicos me devuelven al episodio original: “Cecilio G podría tener que pagar una multa de 20.000 euros por utilizar animales en el Sónar”… “El Ayuntamiento de Barcelona abre expediente al Sónar por dejar que Cecilio G use animales en su show”… “Barcelona expedienta al Sónar y a la Fira por el caballo de Cecilio G”… Pero, ¿qué ha pasado? ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Me he perdido algo?
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Video superior: La actuación de Cecilio G con un buho en Sónar 2019 (Cortesía de Perix)
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Leo las noticias. En resumen, la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (Faada) ha denunciado ante el Ayuntamiento de Barcelona los actos protagonizados por Cecilio G en el Sónar con animales. Pero, ¿por qué? No lo sé. Sigo leyendo. En algún periódico leo que en Barcelona está prohibido utilizar animales en los espectáculos. Pero eso no puede ser cierto. Si fuera así, Barcelona no tendría un zoológico por el que se cobra entrada, digo yo. ¿Puede que haya habido maltrato? Yo no lo veo por ningún lado. En las imágenes de Cecilio G a caballo se le ve custodiado por al menos 6 personas, que supongo van protegiendo al caballo para que nadie se acerque. Un animal que parece muy bien cuidado. Además se ve a un público respetuoso que mira al rapero y al caballo con admiración, pero desde la distancia. Y tampoco es que se utilizase al caballo durante toda la noche, hizo un corto trayecto desde la entrada y de ahí regresó a su caballeriza. ¿Maltrataría al buho? Busqué vídeos en Youtube, y no encontré ni rastro de maltrato. Todo lo contrario. Mucho mimo. Dejo el vídeo para que lo chequee el consistorio.
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Foto arriba: Gecilio G cantando en el escenario Sónar XS (Cortesía de Sónar. Foto: Leaf Hopper)
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Así que voy a ley. Encuentro en el BOE la Ley de protección de animales, también para la Comunidad Autónoma de Cataluña. Y busco la lista de posibles infracciones. Identifico la única que podría tener relación con el caso, está dentro del capítulo “faltas graves”: “Hacer uso no autorizado de animales en espectáculos”. En este caso, la falta real sería no haber pedido autorización, si es que no se hubiera pedido. Y si Cecilio G no hubiese tenido autorización, ¿cómo es que le dejaron entrar con el caballo? Un animal de esa envergadura no se puede esconder en la mochila como si fuera una petaca. Bueno, ahora se ha abierto expediente, cosa que no significa nada más que van a investigar el tema. Hemos intentado que Cecilio G nos dé su versión de los hechos. Pero nada, quizás sea el tema de su próxima canción. Ya cantó aquello de “A los 15 años me colaba en Razzmatazz… A los 16 me colé en Sónar… Ahora Sónar me paga por cantar… A los 17 no me paraba de drogar… Pintaba en metros y robaba Brugal… Yo soy de la calle loco, yo no soy Bad Gyal… A los 18 no sé bien qué pasó… A los 19 me encerraron en el penal… A los 20 me dejé de drogar… A los 21 me volví a drogar”.
Por su lado, el Sónar, según Efe, dice que dará todas las explicaciones a la Administración. Y la Fira, por lo visto, también según Efe, elude responsabilidades argumentando que desconocían que se fuesen a utilizar animales, y que “en todo caso fue una decisión de un artista que actuó en un evento impulsado por un organizador externo”.
¿Y cuál sería la multa real, en caso de que se hubiera cometido la falta de solicitar autorización? Bueno, pues mucho menos de lo que se dice por ahí. Según la Ley, como falta grave sería… “de 401 a 2.000 euros”. Pero, ¿de verdad alguien considera denunciable lo que ha ocurrido en el Sónar con el buho y el caballo de Cecilio G? Entonces denunciemos también a la gente gente que pasea por la Gran Vía madrileña con sus perros. Obviamente, el perro preferiría que le llevasen a pasear por el monte. A muchos les aterrorizan las bocinas. Ya sé que hay muchos grados de activismo animalista. Yo el que defiendo es el mismo que debería aplicarse a las personas, y que ni tan siquiera se cumple con los humanos: “El derecho a una vida y una muerte digna”.
3 de febrero de 2020 a las 21:18
Vaya tela, compadre. Qué falta de sensibilidad y criterio