En lo alto de la ladera del monte guipuzcoano de Karakate, tupido por un frondoso bosque de pinos y robles, los arquitectos de Onyon han reconstruido un caserío de tradición familiar tras el incendio que lo dejó en estado de ruina en 2019.
“El proyecto del Caserío Korta se basa en el recuerdo, en el respeto por lo que fue, en el agradecimiento a lo antiguo”, afirman Hugo Pardes, Ion Zubiaurre y Jone Arruabarrena, los directores de este estudio de arquitectura e interiorismo con sede en Bilbao. Y es que el volumen del nuevo caserío se ha levantado entre los gruesos muros de mampostería de la edificación original, que data de antes de 1900. Cuando fue construida, daba servicio también a las labores del campo y la cría de ganado, pero en la actualidad celebra su uso exclusivo como vivienda.
Típicos de la arquitectura popular del País Vasco, los caseríos pueblan desde hace siglos el paisaje rural con sus características paredes de piedra y tejados a dos aguas. Residencias aisladas, rodeadas de terrenos agrícolas, donde se instalaban graneros y establos. Así era también el antiguo Caserío Korta. Su último nivel estaba destinado al hogar, mientras que las dos plantas inferiores albergaban las dependencias agrícolas, así como los animales durante los duros días de invierno. Unos usos que exigían un tipo de construcción más hermética, con ventanas pequeñas para evitar la entrada del frío. Y, al mismo tiempo, más espaciosa para acoger las diferentes actividades. En cambio, el nuevo caserío se concibe únicamente como vivienda. Los arquitectos optaron por reducir su dimensión de 425 a 201 m2 para crear un diseño acorde a las necesidades del modo de vida actual, donde cobra especial protagonismo la contemplación del entorno natural.
Un nuevo hogar renacido entre sus antiguos muros
En 2019, un incendio dejó completamente derruidas la parte central y las fachadas norte y este del caserío. Sin embargo, los arquitectos optaron por poner en valor la preexistencia, reutilizando los elementos que estaban en buen estado y remodelando la vieja construcción. De modo que “el nuevo Caserío Korta nace a partir de los muros originales, que funcionan tanto como muros de carga, como de contención del terreno”, explica el equipo de Onyon. En el interior de estos antiguos muros de más de medio metro de espesor, adaptados a la pronunciada pendiente del terreno, construyeron la gran losa de hormigón que sustenta la nueva edificación. Su envolvente se crea con bloques de termoarcilla revestidos de mortero y su estructura con “un sistema de tres pórticos de pilares y vigas de hormigón armado, realizado in situ, sobre el que se apoya la nueva cubierta de madera”, detallan desde el estudio.
Presidiendo un terreno de 17.046 m2, el programa de la vivienda actual se distribuye únicamente en dos plantas. El nivel principal acomoda las zonas comunes y los dos dormitorios, mientras que el sótano se reserva para almacenar los utensilios de labranza. Entre los gruesos muros de mampostería asoma el nuevo volumen, que destaca por sus ventanales de cristal y su generosa terraza, orientada al sur y con extraordinarias vistas a la sierra.
Los luminosos interiores se abren hacia la gran terraza en busca de la naturaleza
El color miel de los inclinados techos de viguetas de madera laminada marca la estética de los interiores. Fieles a la tradición, los arquitectos proyectan la cocina como el corazón del hogar. Una gran isla central que destaca por la textura de su encimera, fabricada con una mezcla de arenas de tonos crudos y grises. En el mismo espacio, una diáfana sala de estar se abre hacia la gran terraza, donde se puede contemplar la inmensidad del paisaje de montaña.
Los dos dormitorios se organizan uno a cada lado de la zona de día, al igual que los dos cuartos de baño. En el exterior, el equipo de Onyon ha recuperado el antiguo horno de pan, que se encuentra junto al abrevadero, dando la bienvenida a un hogar que bebe de su tradición y se rinde a la belleza del entorno natural.
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Créditos Reconstrucción del Caserío Korta:
Arquitectura: Onyon Arquitectura + Interiorismo
Ubicación: Korta, Guipúzcoa
Año de finalización: 2023
Superficie total vivienda: 201 m2
Superficie total parcela: 17.046 m2
Fotografía: Erlantz Biderbost