Construir en una ladera de pendiente pronunciada rara vez permite licencias formales. Sin embargo, en Casa Magarola la arquitectura no pretende domesticar el terreno, sino adaptarse a él sin imponer alteraciones sustanciales.
Gracias a este planteamiento, Casa Magarola, proyectada por Raúl Sánchez en Sant Cugat del Vallès, se materializa como una construcción que apenas toca el suelo, sostenida sobre un sistema de pantallas estructurales que permite conservar intacto el perfil original de la parcela, compuesta por roca de pizarra y densa vegetación.
La estrategia de implantación redujo al mínimo el impacto: durante la obra solo se eliminaron dos ejemplares arbóreos de los más de cuarenta existentes.
Sistema de acceso de Casa Magarola y relación con el exterior
El ingreso a la vivienda se produce desde la cota más elevada, donde el volumen aparece compacto, cerrado al entorno inmediato. A medida que se desciende, el esquema estructural se hace visible: elementos verticales de hormigón que soportan la edificación sin necesidad de cimientos extensivos. Una escalera suspendida enlaza el punto de llegada con una terraza de grandes dimensiones, concebida como umbral funcional hacia el interior. Cuatro ventanales correderos abren por completo el frente principal, fusionando la zona de cocina-comedor con el espacio abierto y generando continuidad entre actividades interiores y paisaje.
Distribución interior de Casa Magarola y estructura portante
En el nivel inferior, los usos se organizan en torno a un núcleo central que agrupa las funciones técnicas -baño, escalera, despensa- y libera el perímetro para zonas comunes. Este anillo continuo incorpora cocina, salón y mirador, con un frente completamente acristalado orientado al valle. Un banco fijo recorre toda la longitud de la fachada, reforzando su condición de galería contemplativa. La estructura, basada en losas de hormigón armado de solo 20 centímetros, permite una planta diáfana sin soportes intermedios ni interrupciones visuales.
Los dos niveles de Casa Magarola se conectan visualmente gracias a un espacio a doble altura que atraviesa la escalera interior. Esta sube hasta una abertura circular y desemboca en la cubierta, a través de un pequeño torreón girado 45 grados. Arriba, un distribuidor central da paso a tres dormitorios y un baño, y además incluye dos balcones pequeños que se abren al paisaje de forma puntual. El dormitorio principal tiene vestidor y baño propio, con una ducha colocada frente a una ventana que deja ver el exterior sin perder intimidad. Las puertas correderas permiten reorganizar el espacio según el uso o el momento.
Verticalidad, circulación y cubierta practicable
En la planta alta de Casa Magarola, el esquema se repite con variaciones. Así, tres dormitorios y un baño se organizan en torno a un espacio central que se abre a dos balcones mínimos, pensados más para enmarcar el paisaje que para colonizarlo. El dormitorio principal dispone de vestidor y baño propio, con una ducha que se orienta hacia una ventana estratégicamente colocada. Las puertas correderas permiten jugar con la configuración de los espacios.
Control solar, materialidad y criterios compositivos
Formalmente, las proporciones generales siguen parámetros geométricos basados en la sección áurea. Las fachadas orientadas hacia parcelas vecinas presentan huecos mínimos y celosías que actúan como filtros solares. En contraste, el alzado que da al valle se libera por completo, garantizando una relación abierta con el exterior. Esta diferencia se refuerza mediante un tratamiento cromático dual: un acabado claro en la zona más expuesta y un revestimiento terroso en el resto del volumen, en sintonía con la tonalidad de la tierra local.
Eficiencia energética y recursos sostenibles
Como dato de interés, Casa Magarola introduce medidas activas y pasivas para optimizar el comportamiento térmico: aislamiento continuo por el exterior, ventilación cruzada natural, aerotermia y generación fotovoltaica. A ello se suma un sistema de recogida de agua de lluvia, así como la elección de materiales de proximidad y bajo impacto ambiental.
Mobiliario, piezas artísticas y selección de diseño
Asimismo, el equipamiento interior incluye piezas cedidas por Fenix Originals, con diseños de Vico Magistretti, Federico Correa, Verner Panton, Jasper Morrison o Miguel Milá. La selección busca coherencia formal con el lenguaje arquitectónico, sin competir con la expresividad de los espacios. Las alfombras de Nani Marquina, las cerámicas de Catalina Montaña y las obras de la galería Víctor Lope completan la ambientación desde una lógica de sobriedad y precisión estética. El primer peldaño, tallado en una roca del terreno, señala el inicio del recorrido al modo de Carlo Scarpa, que acostumbraba a iniciar sus escaleras con una pieza singular del propio lugar.
Retrato del arquitecto Raúl Sánchez en el interior de Casa Magarola
Sobre el arquitecto
Raúl Sánchez es arquitecto titulado por la Universidad Rovira i Virgili. Desde su estudio, con sede en Barcelona, desarrolla proyectos de vivienda, espacios comerciales y obras de rehabilitación, tanto en el ámbito nacional como internacional. Además, su trabajo se centra en el diseño arquitectónico desde todas las fases, desde la conceptualización hasta la ejecución.
Ficha técnica de Casa Magarola
Localización: Sant Cugat del Vallès, Barcelona
Autor: Raúl Sánchez Architects
Equipo de proyecto: Paolo Burattini, Flavia Thalisa Gütermann, Dimitris Louizos, Carlos Montes
Cálculo de estructuras: Diagonal Estructuras
Ingeniería de instalaciones: Marés Ingenieros
Aparejador: Gruart
Superficie construida: 175 m²
Presupuesto estimado (PEC): <400.000 €
Ejecución de obra: 2021–2024
Fotografía: José Hevia
Aquí puedes ver los planos