La Casa de los Gigantes es la residencia de un artista, una vivienda reformada por el estudio Iterare Arquitectos en un edificio de más de cien años en el barrio valenciano del Cabañal. En ella se ha respetado el patrimonio histórico de la zona utilizando los materiales originales de la vivienda con un nuevo lenguaje contemporáneo.
La reforma de esta vivienda, que originalmente fue una casa de pescadores, se basó en respetar su esencia histórica y darle un aire contemporáneo. En su remodelación, los arquitectos del estudio valenciano Iterare Arquitectos han utilizado los materiales característicos de la construcción mediterránea como la piedra natural local, los enfoscados tradicionales de cal, la madera recuperada de la propia vivienda y otros materiales y técnicas tradicionales con un nuevo lenguaje contemporáneo. También aprovecharon las alturas para difundir la luz por el interior y jugaron con los materiales, las texturas, las luces y las sombras para darle un nuevo aire contemporáneo y único al interior. El resultado es una reforma innovadora tanto por el empleo de tecnologías de vanguardia como por la actualización histórica del edificio.
Su nombre, La Casa de los Gigantes hace alusión a su fachada, en la que el propietario de la casa, artista y grabador de profesión, ha realizado una serie de gigantes grabados en piedra y vidrio, un guiño a las viviendas tradicionales en las que se imprimía en el exterior el carácter de sus propietarios mediante simbología. Con este juego visual se proyectan luces y sombras de las siluetas de los gigantes en el interior que van cambiando a lo largo del día, creando una espacio en constante cambio.
La Casa de los Gigantes, Iterare Arquitectos.
El interior se proyectó en vertical aprovechando las alturas y abriendo unos vanos a doble altura que crean un efecto tragaluz en el patio interior y distribuyen la luz por todo el interior. Esto permite crear un espacio visualmente más amplio y aprovechar los metros al máximo. La cocina se extiende hacia el patio y se abre a la luz exterior. En las fachadas interiores también se recuperaron las paredes de piedra y el enfoscado con las que se genera un contraste de materiales y texturas. Las paredes definen una misma gama cromática en tonos ocres en toda la vivienda dándole un caracter único y contemporáneo al interior.
La Casa de los Gigantes, Iterare Arquitectos.
Desde el punto de vista espacial, la escalera que comunica las tres plantas es la protagonista del espacio. Los arquitectos han creado una experiencia sensorial en la que se crean juegos de luces y sombras según la hora del día. Un espacio construido en piedra natural, casi simulando una gruta, en la que los efectos de los reflejos, luces y sombras acompañan a lo largo de su recorrido.
La Casa de los Gigantes, Iterare Arquitectos.
En toda la casa se aprovechan al máximo los elementos de la construcción original. En el techo se recuperaron las vigas vistas de madera creando un contraste entre los distintos tonos de madera y piedra originales que aportan calidez al interior. Las que no se pudieron recuperar se sustituyeron por otras pintadas de blanco que ayudan a realzar la luz. También se recuperaron otros materiales originales de la vivienda tradicionales como el suelo de baldosa hidráulica, con el que se crea una división en el suelo, a modo de alfombra, o las paredes de hormigón y ladrillo visto. Una vivienda minimalista y a la vez cálida protagonizada por sus tonos ocre, en la que Itinerare Arquitectos han logrado crear una atmósfera tranquila e inspiradora para la residencia de un artista. Como una paleta en blanco con siluetas de gigantes.
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www.iterarearquitectos.com
Fotos: David Zarzoso
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La Casa de los Gigantes, Iterare Arquitectos.
