El estudio madrileño Ooiio Arquitectura diseña ocho apartamentos para jóvenes con un estilo fresco y muy colorido en un antiguo local a pie de calle, situado en un bloque residencial de los años setenta frente al río Manzanares de Madrid.
Contagiándose del proceso de transformación que ha experimentado el contexto urbano de la ribera del Manzanares, Ooiio Arquitectura ha convertido en viviendas un bajo de dos alturas anteriormente usado como almacén. Y es que, desde hace más de una década, Madrid Río se alza no solo como una fusión ejemplar entre paisaje e infraestructura, sino como uno de los epicentros culturales clave del sur de Madrid. Espacios de creación contemporánea, como Matadero, se encuentran a tan solo cinco minutos paseando de estos apartamentos.
Los edificios de la avenida Manzanares presumen hoy de disfrutar de unas formidables vistas al gran parque que se eleva junto a la orilla del río soterrando la M-30. Un privilegio que ha contribuido a la desaparición gradual de los talleres industriales en esta zona y a la proliferación de viviendas, ante la creciente demanda en Madrid de residir cerca de amplios espacios ajardinados. Este es el caso del último proyecto de Ooiio Arquitectura en el barrio de Moscardó, donde acaba de completar ocho unidades residenciales en el bajo de un bloque en esquina, que albergaba un almacén abandonado de 295 m2.
El amarillo rememora las huellas del pasado con una estética contemporánea
Los arquitectos singularizan la fachada con dos tonalidades anaranjadas de ladrillo visto, creando composiciones de líneas verticales y horizontales. Un material, que el equipo ha combinado con el vivo pigmento amarillo, escogido para los marcos de las puertas y ventanas, y que, además, define la estética de esta intervención.
Y es que en amarillo también lucen los elementos de la prexistencia que se han mantenido en el interior, como las vigas y los pilares estructurales. Aunque el más especial es el entramado de tuberías vistas que recorre todos los estudios y las zonas comunes, aportando unidad al proyecto y rememorando su origen industrial.
Los apartamentos se han construido en dos alturas, cuatro en cada planta. Los del nivel inferior cuentan con su propia puerta de entrada desde la calle. Y el acceso a los cuatro superiores se realiza a través de las escaleras interiores que dan al rellano compartido. El tamaño oscila en torno a los 40 m2 y sus reducidas dimensiones están aprovechadas al máximo. Los arquitectos han organizado el salón, el comedor, la cocina y el dormitorio en una única estancia. Tan solo el cuarto de baño está independiente. Una distribución que permite usar de manera flexible el espacio y dotar con más almacenaje a las viviendas.
La sugerente paleta de tonos brillantes y pastel realza la decoración
A la hora de diseñar unas viviendas en planta baja que dan a la calle, dos condicionantes fundamentales a tener en cuenta son la luz y la privacidad. Con el objetivo de garantizar que los hogares recibiesen abundante luz natural, los huecos de las ventanas se han diseñado de suelo a techo. Y para mantener la privacidad, sus cristales son translúcidos en el nivel inferior.
Celeste y amarillo, verde y añil o amarillo y verde. Estos son algunos colores de la alegre paleta con la que los arquitectos juegan hábilmente en los interiores, creando distintas atmósferas. Y es que los paramentos y el mobiliario de DM lacado sorprenden por su combinación de tonos brillantes y pastel. A diferencia de los neutros pavimentos, que son de porcelánico gris. También recurren a materiales en tonos crudos, como los paneles de OSB de viruta ancha, para resaltar ciertas superficies. Por ejemplo, las paredes de la zona de descanso, las encimeras del salón o la barra del comedor.
La viveza del color está presente también en los baños. Revestidos con azulejos de cerámica vidriada, a veces en su versión blanca para realzar la luminosidad. Un proyecto readaptado para un nuevo modo de vida, fiel al dicho popular de “renovarse o morir”.
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Créditos de Apartamentos Man:
Arquitectura y diseño de interiores: OOIIO Arquitectura
Equipo: Joaquín Millán Villamuelas, Federica Aridon Mamolar, Raf Dierick, Claudia Sánchez Villares, Ximena Zenteno Ladrón de Guevara, Daniele Marino
Finalización del proyecto: 2024
Localización: Madrid, España
Superficie: 295 m2
Constructora: Reformas CI
Fotografía: Javier de Paz