Nació como Borja Segarra, pero desde hace unos años se hace llamar Andrea. Actor, director, guionista… Es el responsable de la serie Barbitúrica Burlesque, del corto El ángel azul y del filme La petite mort. Trabajos que le han convertido en la gran promesa del cine LGTBIQ+ mientras prepara su siguiente obra homónima: Andrea.
Andrea es el nombre artístico de Borja Segarra, un nombre “neutro, libre y sin género”. ¿Dónde empieza Andrea y acaba Borja?
Borja Segarra: En Madrid, exactamente en la sala Mirador el 19 de abril de 2013. Mientras estudiaba interpretación en la escuela de Cristina Rota, en una clase de movimiento. Lo que viví aquel día… hizo que me replantease mi vida a todos los niveles. Desde aquel día Andrea late con fuerza dentro de mí. Andrea es el nombre que siempre quiso ponerme mi madre… pero en el último momento lo cambió por Borja.
Artísticamente Andrea me permite trabajar desde la libertad, sin los juicios de la mala educación. Dónde empieza uno y acaba otro es algo que voy descubriendo cada día y que varía mucho según mi estado de ánimo. Cuando me encuentro inmerso en un proceso creativo (casi siempre) es como estar en una montaña rusa. Siento que puedo disfrutar de los momentos más altos a través de Andrea, y que con Borja paso mejor las resacas, me permite tomar distancia y ver las cosas desde otra perspectiva… Me ayuda a salir del trance creativo.
Andrea es el nombre también de tu nuevo proyecto, una dramamedia que ha sido seleccionado por Mediapro Labs. ¿Qué formato tendrá y cuándo podremos verlo?
Sí, Andrea ha sido uno de los proyectos seleccionados en la categoría de ficción de Media Pro Labs. Ahora mismo me encuentro inmerso la escritura del guion de la primera temporada. Por el momento no puedo contar mucho, aún tienen que concretarse algunas cosas, pero estoy muy emocionado con esto y ahora mismo le estoy dedicando todo mi tiempo a este proyecto. Es un proyecto que parte de mis propias vivencias, y el proceso de escritura está siendo apasionante.
Borja Segarra: sus filmes
Escribiste y dirigiste La petite mort, protagonizado por Rocío Molina y Kees Harmsen. Una película sobre “la imposibilidad de soportar el peso del ideal femenino”. ¿Qué repercusión tuvo y dónde puede verse actualmente?
Estamos muy contentos con la repercusión que ha tenido y con el premio a Mejor Guion por parte del festival Global India International Film Festival (India). La petite mort aún se encuentra en distribución así que por el momento solo ha podido verse en festivales Internacionales como Los Angeles Cine Fest (Los Ángeles), Global Motion Picture Awards, el festival de cine erótico de Turín, el Erie International Film Festival (Pensilvania), Festival Internacional de Cine del Cono Sur (Valparaíso, Chile) o el Festival Internacional de Cortometrajes La cruz y el mar (Venezuela).
Estamos preparando el estreno en Madrid para 2020 con una instalación inmersiva de vídeo y en torno al proyecto y al proceso creativo. La petite mort fue una experiencia muy intensa, durante los dias días que duró el rodaje vivíamos en la localización principal, y la cámara de making nunca dejaba de grabarnos.
También diriges y protagonizas el corto El ángel azul. ¿Qué tal funcionó en el circuito de festivales y certámenes?
El ángel azul fue creado para conmemorar el 17 de mayo, día en que la homosexualidad fue excluida de la lista de enfermedades mentales de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Y lo estrenamos en un evento benéfico que recaudó fondos para la Asociación Russian LGTB Network, que ayuda al colectivo LGTB de Chechenia.
El ángel azul fue galardonado en el festival Videopride. En el Festival Mix Brasil de Cultura y Diversidad (Brasil), en el Nahia Film Fest (Granada), Festival internacional de cortometrajes sobre sexo, género y erotismo. Actualmente puede verse en mi canal de Youtube @theundeadparadise.
Borja Segarra: Barbitúrica Burlesque
Otro de tus trabajos, la serie Barbitúrica Burlesque, ha fichado por la plataforma Revry en Los Ángeles. ¿Sabes qué acogida está teniendo por parte del público internacional?
Que Barbitúrica Burlesque haya cruzado el charco y esté teniendo tan buena acogida en América ha sido sueño hecho realidad. Es un proyecto muy arriesgado y que ha sido bastante polémico. Barbi es una prostituta del Raval de Barcelona, que sueña con ser actriz y triunfar en Hollywood, y aunque (en la ficción) nunca llega a salir de su barrio, (en la realidad) la serie sí lo ha conseguido.
Este verano inauguraste una exposición, ¿qué nos puedes contar de esta faceta?
Fue una instalación artística en torno a la serie Barbitúrica Burlesque, creía interesante poder mostrar el universo del personaje, recreando localizaciones con arte y vestuario del rodaje, así como fotografías promocionales del proyecto y proyecciones de making of. También se me dio la oportunidad de realizar un taller sobre creación de personaje y deconstrucción del género basado en mis experiencias con el proyecto, y fue genial.
Borja Segarra: delante y detrás
Diriges, escribes y actúas, ¿te sientes más cómodo delante o detrás de las cámaras?
En principio detrás de las cámaras me siento más cómodo, pero cuando llevo tiempo sin actuar el cuerpo me lo pide. Siento que actuar me permite vivir la experiencias de forma directa, me gusta dirigir, y lo disfruto muchísimo… pero el actor o actriz es quien realmente vive las historias. Además, me gusta escribir pensando en que voy a interpretar lo que estoy escribiendo. Cuando quiero decir algo, no me basta con escribirlo, necesito dirigirlo. En Barbitúrica Burlesque o El ángel azul fue así, pero hay veces que la historia necesita otras cosas. En La petite mort necesitaba distanciarme más y no quise actuar, he de confesar que ha sido la vez que más he disfrutado dirigiendo, ya que solo estaba a eso. No tenía que preocuparme por mi interpretación y podía relajarme más.
Cortos, largos, series… ¿Tienes predilección por algún formato a la hora de trabajar?
El cine. Para mi el formato del cine es perfecto, tanto para trabajar como consumidor. Ir al cine es un ritual que adoro, sentarse en una sala oscura repleta de desconocidos y mirar una enorme pantalla, de principio a fin, sin pausas. Aunque cada vez cierren más salas y consumamos más cine en casa. Al no haber realizado nunca un largometraje, es lo que más quiero hacer ahora mismo. Por otra parte, creo que las series te permiten profundizar más en las historias y en los personajes… y creo que estamos viviendo un momento maravilloso en este formato.