La bodega española Bodegas Balbás, establecida en Burgos (La Horra) en 1777, fue un motor clave en la creación de la DO de Ribera del Duero y se ha convertido en una de las más representativas de esta región vinícola. Ahora, ha lanzado una selección de 4 vinos parcelarios que encarnan el espíritu emprendedor y creativo de la bodega.
Bodegas Balbás es una empresa familiar que lleva más de 7 generaciones dedicada al negocio vinícola, con una historia que se remonta a casi 250 años. Con más de 160 hectáreas de viñedos propios distribuidos en diversas fincas, producen y distribuyen vinos con un carácter único. A pesar de tener una producción anual de alrededor de 500.000 litros, la bodega se enorgullece de cumplir con los más altos estándares de calidad y de mantener un equilibrio entre la tradición y la innovación. El enólogo Pedro de la Fuente, que ha estado vinculado a la bodega durante más de 25 años, se rige por un sistema de elaboración y producción propio que combina la técnica, la elaboración y el cuidado para crear distintas crianzas.
Bodegas Balbás: 250 años de historia
La familia Balbás, que representa la sexta y séptima generación de la bodega, está orgullosa de su legado de casi 250 años en la industria vinícola. Con Juan José y Patricia Balbás, director general y directora adjunta de la bodega, liderando la iniciativa, la familia ha llevado a cabo una cata que destaca tanto la tradición como la innovación en su línea de vinos “Pagos de Balbás”. La cata incluyó presentaciones de las nuevas añadas de La Retama 2020, Ritus 2019, Ancestral 2018 y Alitus 2015, cuatro de sus vinos más simbólicos, y se sumó el Balbás Reserva 2017, un vino clásico que resalta la trayectoria y el origen que les ha otorgado su reconocimiento actual.
“Desde la propia bodega estamos convencidos de que hay que evolucionar, el consumidor nos pide un paso más adelante y creemos que el futuro del mundo del vino está en la especialización. Nosotros podemos hacerlo gracias a nuestro terroir, porque La Horra es probablemente la zona productora más exquisita de la Ribera del Duero”, explica Juan José Balbás,
4 vinos parcelarios que encarnan el espíritu emprendedor y creativo de la bodega
El enólogo Pedro de la Fuente presentó cada uno de los cuatro vinos de Pagos de Balbás durante la cata, colocando a la bodega en la vanguardia de la evolución creativa que se está experimentando en la Ribera del Duero. Cada vino es único y cuenta con una historia propia, ya que proviene de una de las mejores fincas de la bodega.
La selección incluyó el exitoso blanco de Albillo Mayor, La Retama 2020, seguido de tres tintos: Ritus 2019, el buque insignia de la línea; Ancestral 2018, un vino de alta expresión que homenajea las técnicas de elaboración más antiguas de la región; y Alitus 2017, el vino más exclusivo de la bodega, elaborado a partir de cepas centenarias de la finca familiar más antigua, El Portillo, ubicada en el Diamante Dorado de la Ribera del Duero. Todos los vinos siguen las tendencias más actuales en el sector, lo que posiciona a la bodega en la vanguardia de la creatividad en la región.
1) La Retama 2020
Es un vino elaborado con uva 100% Albillo Mayor procedentes de la finca La Retama. Criado 12 meses en barricas de roble francés, es un vino de una riqueza y estructura distintas al resto. Complejo, para apreciar con conciencia, único en su especie.
Notas de cata
Color: Amarillo verdoso, muy brillante.
Nariz: Sutiles aromas de fruta de árbol (albaricoque). También aparece algún tropical (piña) y todavía mantiene algún floral. Su crianza sobre lías en hormigón y su posterior paso por barrica le otorgan una gran complejidad y elegancia.
Boca: Entrada fresca y elegante con amplitud en el paladar. Retrogusto mineral que le hace muy sabroso.
2) Ritus 2019
Vino elaborado con uva 75% Tempranillo y 25% Merlot procedentes de la finca La Malata que a 940 metros de altitud corona la Ribera. Criado 18 meses en barricas de roble francés y americano, es un vino delicado y fresco.
Notas de cata
Color: Rojo picota intensa con ribetes amoratados.
Nariz: Muy expresiva, destacan la fruta madura con fondo de especiados. Se aprecia mineralizad, aportada por la caliza de la finca. Todo esto se complementa por su crianza que nos aporta matices de vainilla, tostados. Todo esto muy bien ensamblado.
Boca: Sedoso, con taninos redondos y dulces, corpulento. Un vino muy equilibrado.
3) Ancestral 2018
Elaborado con uva 100% Tempranillo procedente de la finca El Castillo. Criado durante 24 meses en fudres de roble francés, es un vino con una personalidad compleja que recupera el estilo, el tipo de botella y la etiqueta del primer vino elaborado por la familia. Y para el que se ha perfeccionado la técnica, pero en el que siguen intactos el espíritu, el cariño y la ilusión de aquélla primera botella.
Notas de cata
Color: Rojo cereza con alguna tonalidad purpura. Brillante.
Nariz: Aromas de frutos negros sobre maduros como la grosella y la mora. Con matices de especiados, frutos secos y algún caramelizado. Finos tostados y madera elegante.Boca: Cálido paso de boca, con gran concentración y finura. Su tanino dulce y envolvente hace que tenga un final largo, elegante y complejo.
4) Alitus 2015
Elaborado con una mimada combinación entre Tempranillo (75%), Cabernet Sauvignon (20%) y Merlot (5%) procedente de la finca El Portillo, la más antigua de la familia con más de 70 años. Criado 36 meses en barricas de roble francés, es un vino excepcional que hace disfrutar de los sentidos.
Notas de cata
Color: presenta una capa muy alta con ribetes de color cereza oscuro que reflejan su gran potencial. Limpio e intenso con una buena densidad glicérica.
Nariz: su gran complejidad aromática se debe al largo tiempo que pasa en barrica y a la amalgama de olores que producen la mezcla de las tres variedades de uva que se utilizan en su composición. La crianza provoca el desvanecimiento de los aromas primarios de las uvas.
Boca: ofrece una aterciopelada suavidad que envuelve la primera impresión, donde la acidez y los taninos, aunque continúan presentes están perfectamente integrados.