LA VISIÓN DESDOBLADA. LA FOTÓGRAFA BARBARA PROBST EVIDENCIA CON EXPOSURE EL PODER INFINITO DEL PUNTO DE VISTA
Antes de pulsar el botón, un fotógrafo se enfrenta a tres preguntas: qué, cuándo y desde dónde. Una imagen suele ser el resultado de darle un solo valor a cada uno de estos factores. Pero la alemana Barbara Probst ha decidido no resignarse a elegir un solo punto de vista. Prefiere desdoblarse para mostrarnos lo mucho que nos estamos perdiendo con nuestra visión unilateral de la realidad.
La artista, de 43 años, utiliza un juego de cámaras controladas de forma automática para disparar hacia una misma escena exactamente en el mismo instante pero desde varias ubicaciones distintas, dando lugar a un resultado desconcertante.
En algunas de las obras que forman Exposure el cambio del punto de vista es muy sutil, como en el caso del primer plano de una joven que mira fijamente a la cámara en la primera imagen y en la segunda tiene la mirada desviada sólo unos centímetros, lo que transmite una sensación de melancolía. En otros ejemplos, sin embargo, el cambio es tan tajante que necesitamos observar el conjunto unos instantes para descubrir los puntos comunes, ya que de pronto ha aparecido una persona o un elemento más. Es el caso de una escena en la que una chica tiene a su espalda un paisaje exterior nevado, y en frente la pared de una casa. Hay que hacer un esfuerzo para encontrar qué es lo que permanece, de tan distinto que resulta el momento en su cara y en su cruz. La colección en su conjunto nos pide una forma de observación diferente que una puntos entre una imagen y otra, como si estuviéramos realizando mentalmente un pasatiempo.
En sus imágenes abundan las cámaras, trípodes y otros elementos fotográficos, lo que ha sido en ocasiones explicado como un acto de honestidad y naturalidad en su trabajo. También podría ser traducido como una oda a las posibilidades técnicas de la fotografía, a su poder para acabar con los límites tradicionales y ofrecer un rico escaparate de opciones a la obra de arte.
¿Y más allá de ese juego, de ese desafío al concepto natural de espacio? Sus fotografías, observadas de forma aislada, siguen valiendo la pena: luces suaves, gestos limpios, motivos desenfocados y un encuadre lleno de sensibilidad que sugiere una autoría femenina.
Normalmente, el marco fotográfico selecciona. Lo que hace Barbara con sus tomas alternativas es escribir unos puntos suspensivos detrás de tus imágenes. Te demuestra que en la forma de mirar radica todo el poder: un mismo momento puede irradiar optimismo o desasosiego, como en el caso de la niña con los pantalones de brillantes colores y la misma escena tomada en blanco y negro, desde su espalda y con inquietantes juegos de sombras. Te invita a elegir, sí; casi sin darte cuenta te has decantado por una de ellas. Pero no es sólo la riqueza de esas opciones lo que maravilla al espectador, sino sobre todo la posibilidad de muchas otras que no están ahí representadas. Esa “opción B” que presenta la autora es el pistoletazo de salida para abrir la puerta a incontables alternativas. ¿Estamos ante la foto infinita? Si es así, nuestra mirada tiene mucho que ver.
Próximas exposiciones:
Marzo / abril ◊ Murray Guy Gallery (Nueva York)
Abril / junio ◊ Still’s Gallery (Edimburgo)
Mayo / junio ◊ Galería Mónica de Cárdenas (Milán)
Desde el 8 de marzo ◊ Madison Museum of Modern Art (exposición en solitario)