El fotógrafo ampurdanés expone las fotografías de su tierra en el Estudio Ñ de la ciudad chilena de Valdivia
Bien sea por nuestra propia decisión u obligados por las circunstancias en las que nos ha tocado vivir, somos una generación acostumbrada a viajar. No nos asusta la sensación de aterrizar en un país desconocido sin la menor idea de dónde descansaremos las noches siguientes. Muchos, incluso, encontraremos al traspasar las fronteras mundos con los que ni siquiera habíamos soñado. Pero por muy buena que sea nuestra experiencia habitando otros lugares, recorriendo otras calles, el lugar donde nacimos y crecimos siempre estará presente en nuestra memoria, atrayéndonos cada vez con más fuerza.
Una sensación similar debió sentir el fotógrafo Lluís Tudela (Torroella de Montgrí, 1988), que después de acumular instantáneas de sus viajes por España, de recorrer parte de Europa, de volar a México, de visitar algunos países árabes como Turquía o Marruecos y tener devoción por Rumanía, vuelve siempre que puede a fotografiar el lugar dónde nació y el cual considera su casa, el Ampurdán. Sin embargo, será una región muy alejada de su hogar, concretamente la ciudad de Valdivia, en Chile, la que será testigo de su amor por la tierra, ya que en dicho lugar se inaugurará su primera exposición individual. “Baix Ter”, que así se llama la muestra, se expondrá a partir del 29 de agosto en el Estudio Ñ y está comisariada por Orlando Rojas. Coincidiendo con el mes de la fotografía en Chile y con el apoyo del ministerio de cultura de este país sudamericano, Tudela será el segundo artista en exponer en Estudio Ñ, un espacio recientemente inaugurado donde ya se han visto obras del fotógrafo ucraniano Sergey Melnitchenko.
“Baix Ter” se compone de un total de 16 fotografías a través de las cuales se pueden conocer rincones del Ampurdán como el Molinet, la Cala Pedrosa, el Río Ter o el Montgrí, a través de un estilo donde se mezclan el expresionismo alemán, el realismo, el impresionismo y las vanguardias. Una manera de fotografiar que ha hecho que el portal canadiense Booooooom lo situara en el undécimo lugar dentro de los cincuenta fotógrafos con más proyección del 2013 y que sus trabajos hayan sido expuestos en lugares como París, Londres o Leeds.
“Baix Ter” es un ejercicio de nostalgia, de regreso a la adolescencia, a ese momento de descubrimiento que nos hace ser lo que somos. Y aunque las fotos estén separadas por miles de kilómetros de lo que en ellas se representa, una casualidad cósmica ha hecho que la exposición se inaugure coincidiendo con los días de la fiesta mayor del pueblo que ha inspirado a Tudela. Sin duda, será un gran fin de semana para él.