Maria Grazia Chiuri nos presenta un estudio sobre el aura a través de un recorrido por la historia de la maison para Dior Alta Costura SS24.
Para Dior Alta Costura SS24, Maria Grazia Chiuri toma un enfoque metafísico sobre su estudio de la moda. Aquí, refleja el concepto del aura como una singular expresión de espíritu transformativo y único a través de un recorrido a la historia de la haute couture de la maison apoyado en la obra de Isabella Ducrot.
Dior Alta Costura SS24. Fotos: cortesía de Dior/ Adrien Dirand.
Más que un allure, tiene que haber un aura
Según Walter Benjamin, el aura es un reflejo único y auténtico de una obra de arte. Es una cualidad irrepetible que emana de cada uno de nosotros (o de cada objeto) y hace que se grabe en la memoria colectiva. Para Chiuri este concepto permea todo el universo de la alta costura, y es una fuente perpetuamente fértil de inspiración. Cada vestido tiene su algo, pero es quien lo lleva el elemento que dota a la prenda de aura… es un tanto metafísico, pero suena más complicado de lo que es.
Para nosotros los de la Gen Z, el aura es el vibe. Es ese elemento intangible que dota a un objeto (o persona) de un carácter individual y de una esencia propia. Y es justo esa esencia propia el punto central de la nueva colección de alta costura de la maison. Aquí, se canaliza y explica esta cualidad intrínseca a través de un recorrido al legado de Dior en terrenos de vestidos hechos a medida.
Apoyando este ensayo, tenemos Big Aura, una obra de la artista Isabella Ducrot que se plasmó sobre las paredes del recinto. Esta instalación de gran formato, compuesta por 23 vestidos gigantes, se dispuso como una composición de líneas negras e irregulares que recuerdan a los tejidos de weft y warp. Estas piezas derivan de los ropajes de sultanes Otomanos, que en sí mismos transmitían un aura de poder.
Así es Dior Alta Costura SS24
Para Dior Alta Costura SS24, Chiuri ha construido y presentado una representación metafísica de lo que es la alta costura: una experiencia poderosa que no solo es contemplativa, sino que también es interpretativa. A través de lo tangible, se crea una presencia cromática y constitutiva de la silueta de la mujer. Dentro de esta entrega, piezas históricas como el vestido La Cigale (AW 1952) se vuelven importantísimas piezas de inspiración.
El vestido, construido en moiré, inspira las líneas geométricas de las prendas y las piezas más arquitectónicas: abrigos con cuellos exagerados, faldas anchas con cortes reveladores, chaquetas y pantalones. También, otros vestidos históricos de la maison sirven como punto de partida para los detalles más trabajados de los vestidos para crear conjuntos contemporáneos. A esto, se le suma una composición metálica que pone en valor la iridiscencia de las telas: oro, blanco, gris, burdeos y verde en vestidos y conjuntos de inspiración sartorial.
Y hablando de trajes, Dior Alta Costura SS24 lleva al terreno de lo femenino algunos de los trajes más espectaculares. A través de una clásica deconstrucción minimalista, chaquetas y faldas se convierten en looks clave de altísimo nivel. Contrarrestando todo esto, tenemos una procesión de vestidos negros que desprenden un aura de elegancia sublimada a través de escotes de pico, transparencias, capas de plumas y otros fundamentos de la identidad más elevada de Dior.