La manufactura de Le Brassus presenta un modelo de Royal Oak con Tourbillon volante construido con la su nuevo material estrella: Oro Arena.
El ya icónico (y altamente codiciado) Royal Oak se ha reimaginado a través de los años en una infinidad de materiales. Sin embargo, todos estos eran ya conocidos por el mundo… y eso cambia justo ahora. El nuevo Audemars Piguet Royal Oak Flying Tourbillon Open Work presenta la nueva aleación de la manufactura: un oro de tonos arena que hace de punto medio entre el blanco y el rosa.
El modelo más rebelde de la relojería de lujo se ha puesto aún más extremo
La historia del mismo Royal Oak y el oro es bastante curiosa. Corría la década de los 70 y la demanda por piezas de este material estaba en su punto álgido: todo el mundo quería un reloj de oro amarillo y todas las casas les daban lo que querían… menos Audemars Piguet. En su lugar, la manufactura comenzó a experimentar con la idea de transformar el acero inoxidable en un material para los relojes de lujo (y convertirlo así en un material precioso). Para esta tarea, AP encargó diseñar un reloj deportivo al mítico Gerald Genta (padre también del Nautilus de Patek Philippe).
El diseño de Genta es el reloj con el que todos fantaseamos el día de hoy: el Royal Oak de Audemars Piguet. Introducido por primera vez en 1972, esta nueva estrella brilló entre los fanáticos de la relojería por ser una alternativa más adecuada al contexto deportivo. Además, el Royal Oak se anticipó al cambio de lifestyle que deparaban los 80. Con el tiempo, el modelo comenzó a ofrecerse también en versiones bicolores e íntegramente de oro amarillo. Luego, cuando todo el mundo comenzó a experimentar con el oro rosa, vimos también las primeras versiones de esta pieza salir de Le Brassus.
El siglo XXI trajo un declive en la demanda por relojes de oro amarillo y rosa, por lo que estas versiones comenzaron a salir del catálogo (para regresar solo en momentos especiales). Pues ahora, Audemars Piguet mira una vez más al futuro con una nueva aleación de oro, cosa que no es raro en el mundo de la alta relojería. Muchas casas tienen su propio oro, y el de esta manufactura se llama Oro Arena. Esta nueva aleación se hace con de oro de 18 quilates, cobre y paladio para lograr un acabado pálido y muy interesante. Es el punto medio entre el oro blanco y el rosa y, según lo miremos en la luz, cobra distintas tonalidades.
El nuevo Audemars Piguet Royal Oak Flying Tourbillon Open Work, el primero en llevar oro arena
El estreno de un material propio para una manufactura es una ocasión -muy- especial, entonces ¿qué mejor manera de conmemorarla que lanzándolo con la versión más espectacular del Royal Oak? Audemars Piguet estrena su nueva aleación de oro con el Flying Tourbillon Open Work, de construcción esqueletada al extremo. Nos llega con una caja clásica en 41 mm (el mejor, si les preguntáis a los puristas) y con brazalete articulado a juego en oro arena.
En el interior, nos encontramos la ausencia del dial Tapisserie y en su lugar un armazón expuesto de oro arena que sujeta el mecanismo (el calibre de 2972 de la manufactura). Como de costumbre, nos encontramos el Flying Tourbillon en la sexta posición y los indicadores clásicos de un Royal Oak en el bisel interior. Las agujas y el logotipo de la firma también se mantienen para respetar el ADN icónico de la pieza.