La Fundació Joan Miró de Barcelona presenta ‘¿Arte sonoro?’ hasta el 23 de febrero. Una pregunta en forma de exposición que revisa la cuestión de la sonoridad en el arte y se plantea la posibilidad de la esteticidad del sonido.
La muestra se articula como un recorrido sobre elemento sonoro en las artes plásticas del siglo XX, de la mano del comisario Arnau Horta, experto en creación sonora contemporánea. ¿Arte sonoro? reúne setenta piezas de treinta y seis artistas: pinturas, grabados, dibujos, esculturas e instalaciones, que ilustran la continua y rica conversación que históricamente han mantenido las artes plásticas con el sonido.
Foto portada: John Baldessari, Beethoven’s Trumpet (With Ear) Opus # 133, 2007
¿Arte sonoro? se despliega en cinco ámbitos, desde sonido como fuente de inspiración para artistas visuales hasta el arte sonoro como posible categoría estética, pasando por la partitura como espacio de experimentación, el cuerpo como dispositivo de escucha o el silencio como elemento discursivo y conceptual.
Ámbito 1. Los ojos escuchan
Desde finales del siglo XIX y durante el siglo XX, artistas visuales se inspiraron en lo sónico y lo incorporaron a sus creaciones. La música, en particular, estimuló la imaginación de los artistas de las primeras vanguardias sin ir más lejos, Kandinsky, pioneros de la abstracción, decía que sus pinturas se podían oír y las llamaba “composiciones”.
Los títulos de las obras incluidas en esta sección hacen una referencia explícita a la música, a sus códigos y a su terminología. Es el caso de Nocturne: Blue and Silver − Chelsea (1871), de James Abbott McNeill Whistler; el díptico Prelude and Fugue (1908), de Mikalojus Konstantinas Čiurlionis, o Chanteurs de flamenco (1915-1916), de Sonia Delaunay. Al final de esta primera sección, se incluyen piezas explícitamente sonoras que apelan simultáneamente a la mirada del espectador y a su experiencia auditiva.
Vista Ámbito 1. Trabajos de Rolf Julius
James Abbott McNeill Whistler, Nocturne: Blue and Silver – Chelsea (1871)
Izquierda: František Kupka, Bock syncopé (Rythme heurté) (c. 1928-1930). Derecha: Sonia Delaunay, Chanteurs de flamenco (1915-1916)
Small Music, Un Homenaje a Rolf Julius
Una selección de obras de Rolf Julius (1939-2011) forman parte de la exposición distribuidas en distintos espacios del museo. Esta muestra dentro de la muestra coincide con el ochenta aniversario del nacimiento del artista alemán y reivindica su figura como uno de los pioneros del arte sonoro en los experimentales años setenta.
Julius decía que no hay distinción entre los ojos y los oídos y aseguraba confundirlos. Desarrolló su particular universo artístico a partir de objetos encontrados, materiales naturales y dispositivos sonoros de baja fidelidad. En su simplicidad humilde y poética, las obras de Julius participan de lo que él mismo denominaba small music (música pequeña), una categoría acuñada a la medida de un trabajo que se despliega entre lo musical, lo pictórico y lo escultórico.
Rolf Julius, Silent Music (2004)
Rolf Julius, Singing (2000-2005)
Rolf Julius, Window Piece 1
Ámbito 2. Música Sobre Papel
Desde mediados del siglo XX, un importante número de compositores y artistas visuales, muchos de ellos vinculados al colectivo Fluxus, como Dick Higgins o Milan Knížák, convirtieron la partitura en un espacio de experimentación. Los acordes y las notas escritas sobre las cinco líneas del pentagrama fueron reemplazados por elementos gráficos de todo tipo, muchas veces resultantes de gestos corporales u otras acciones.
La partitura, que tradicionalmente había servido para representar el sonido mediante signos gráficos silenciosos, se transformó en lienzo, dejando atrás texto destinado a una lectura atenta y disciplinada.
Además de incluir ejemplos de partituras gráficas, esta sección incorpora obras que se inspiran en la arquitectura de la partitura, como Segundo cantoral, de Pablo Palazuelo, o en determinadas formas de composición musical, como Tintinnabuli, de Frank Badur.
Rolf Julius, Piano Piece No. 4 (2007), frente
Channa Horwitz, Sonakinatography Description (1969)
Ámbito 3. Cuerpos Sonoros
Las obras de esta sala proponen una experiencia del sonido dirigida no solo al oído (o a la mirada), sino a la totalidad del cuerpo. El cuerpo se entiende aquí como un dispositivo transmisor para experimentar la vivencia sonora del mundo.
Apoyando los codos sobre la Handphone Table (1978) de Laurie Anderson, los visitantes pueden escuchar dos sonidos que únicamente son accesibles mediante una vibración transmitida a través de los brazos hasta las manos, que actúan como auriculares.
Mannheim Chair (2015-2016) es un asiento concebido por Michaela Melián para que el público pueda escuchar sus composiciones. La silla sonora se acompaña de una selección de dibujos-partitura.
Por último, TV Experiment (Mixed Microphones) (1969-1995), de Nam June Paik, invita a los visitantes a generar formas abstractas sobre la pantalla de un televisor a través de la voz.
Ámbito 4. Los Sonidos Secretos del Silencio
Sin duda el silencio es parte del sonido, por eso la selección de piezas de este apartado propone pluralizar la noción de silencio y situarlo bajo el escrutinio de la escucha, la mirada y el pensamiento para desentrañar lo que se esconde detrás de lo “aparentemente” inaudible.
Marcel Duchamp ya había incorporado la cuestión del sonido y de la escucha en sus ready mades proto conceptuales, como À bruit secret (1916-1964), una pieza que tiene dentro un pequeño objeto de metal que produce ruido cuando se sacude. El compositor norteamericano John Cage llegó a la conclusión de que el silencio era una variable, nunca completamente silenciosa, y dio origen a su controvertida composición 4’33” (1952).
Vista Ámbito 4: Fondo Izquierda: Joan Miró, Silence (1968). Frente Derecha: Paul Kos, El sonido del hielo derritiéndose (1970)
Duchamp Marcel, À bruit secret, 1887-1968
John Cage, Cadaqués 1 (1982)
Fondo: Joan Miró, Silence (1968). Izquierda: Joseph Beuys, The Silence (Ingmar Bergman) (1973). Derecha: Tres, Bola de Silencio Negro (2003)
Ámbito 5. ¿Arte Sonoro?
La última parte de la exposición gira en torno a la «sonorización del objeto artístico». Las obras reunidas aquí, todas ellas realizadas en la última década, son esculturas, instalaciones o dibujos pero el sonido constituye implícita o explícitamente su núcleo discursivo y articula su formalización.
Vista Ámbito 5, Rolf Julius, Window Piece
Vista Ámbito 5. Frente centro: Carsten Nicolai, Yes/No(2008). Izquierda: John Baldessari, Beethoven’s Trumpet (With Ear) Opus # 133, 2007
Chiyoko Szlavnics, dibujos musicales
Ámbito 6. Espacio participativo
¿Arte sonoro? se completa con un programa específico de actividades para todas las etapas educativas y para público familiar y general, con propuestas dentro y fuera de la Fundación y en colaboración con otras instituciones académicas y culturales.
Espacio participativo, formas de las ondas