Saborear la Mermelada Dorada, segundo disco de Aries -proyecto en solitario de la bilbaína Isabel Fernández Reviriego-, es devolver al paladar sabores que merodean entre los 60 y los 80. Un pop dulce y edulcorado que nos traslada a aquellas tardes plagadas de melodías y cabeceras de dibujos animados, con el bocata de turno en mano. Hoy, ese pequeño ha crecido; y la ex Electrobikinis y ex Charades nos lo recuerda a través de 11 temas que, cargados de efectos y despliegues instrumentales, cantan a la superación, a la autosuficiencia, a las motivaciones individuales y a las relaciones interpersonales. En definitiva, un canto a la vida y al progreso íntimo que comienza con la luminosidad de “Visiones” y culmina con la introspectiva y ecléctica “Transmisión”, instrumental de 11 minutos de duración donde se recogen influencias de todo tipo (sonidos árabes, fusión, oscurantismo, guitarras flamencas, electrónica…). Pues eso, la vida misma.
Mermelada Dorada, publicado el pasado 20 de marzo de la mano del sello La Castanya, es la continuación del debut de Aries en 2012, La magia bruta. Ha sido grabado entre los estudios Ultramarinos Costa Brava y Vigo, ciudad en la que Isabel reside ahora, y desde la que ha querido recordarnos lo que un día fuimos y lo que somos ahora. Un disco homogéneo y compacto que brilla especialmente en temas como “Si te desanimé” y “Moverme de aquí”, a pesar de contener los pasajes más oscuros y la mayor presencia de unos silencios bien escogidos que engrandecen las atmósferas de ambos cortes. Comunión con cierto tropicalismo en “Migrañas” y “Sólo quedas tú”, donde las guitarras reclaman su lugar entre los efectos de un teclado que, en ocasiones a manos de Alba Blasi (Extraperlo), se convierte en el gran omnipresente del álbum, junto a la voz de Isabel que juega hipnótica como un instrumento más.
Otras de las colaboraciones en esta nueva entrega de Aries, son las de Joan Colomo e Inés Martínez, que comparten coros con Alba, en un alarde de concatenación vocal a tres bandas, si no más, y que suena ininterrumpido en canciones como “Luz Dorada”; “Algo mejor”, la más dark del disco; y la meta-orgánica “El ritmo del fuego”. Patente es la influencia en Aries de grupos como The Zombies o Jefferson Airplane. Un marcado carácter percusionista, donde samples, coros y aliteraciones morfológicas y semánticas se han unido para dar forma a una oda sixtie cuya máxima expresión queda representada con “En el Sur”, la pueril y a la vez rasgada consigna de Mermelada Dorada. “Hace tiempo que me fui”, asiente ahora esa niña que veía la tele con su merienda.