A través de sus instalaciones audiovisuales, el artista francés Antoine Schmitt expone procesos del movimiento para plantear problemáticas de naturaleza plástica, filosófica o social.
La obra de Antoine Schmitt abarca varias disciplinas artísticas que gravitan en torno a la idea de los procesos del movimiento en sus diferentes modalidades. Una obra mínima y abstracta que aborda problemáticas conceptuales intrínsecas sobre aspectos plásticos, filosóficos y sociales, como la condición del ser libre, los sistemas de realidad o las fuerzas y sus formas. Influido por el arte cinético y el CyberArt, sus trabajos cuestionan de forma continua las interacciones entre la naturaleza humana y la naturaleza de la realidad.
Imagen superior: Atotal. Foto: Quentin Chevrier.
Generative Quanntum Ballet.
Editor del grupo gratin.org, Schmitt explora la vinculación entre el arte y la programación, la cual sitúa en el corazón de casi todas sus creaciones, considerándola un medio artístico radicalmente nuevo por su activa dimensión.
Schmitt elabora objetos o situaciones, sistemas generativos o interactivos físicos, visuales o sonoros, que cuestionan las modalidades del ser humano libre en un mundo complejo. Solo o en colaboración, Schmitt confronta su enfoque en campos artísticos más consolidados como la danza, la música, el cine, la arquitectura o la literatura, revisando sus códigos.
Etre Machine. Foto: Quentin Chevrier. 2021.
Tu obra engloba diferentes disciplinas como instalaciones, performance o música, que a menudo se representan de manera simultánea. ¿Quién es Antoine Schmitt y en qué disciplina se encuentra más cómodo?
Antoine Schmitt: No tengo ningún motivo para permanecer en una categoría determinada. Mi principal interés es el movimiento y más concretamente los procesos del movimiento, por qué se mueven las cosas y cómo lo hacen. Este enfoque puede producir obras de arte visual, pero también tiene una fuerte relación con la performance en la que el movimiento es importante y, por supuesto, con la música. Algunas de mis obras son individuales y otras se tratan de colaboraciones en las que confronto los movimientos que creo para otras prácticas.
Atotal. Foto: Quentin Chevrier.
Los inicios de Antoine Schmitt fueron completamente tecnológicos, trabajando para empresas de telecomunicaciones o creando arte generativo y música. Sin embargo, ésta última parece ser un ingrediente fundamental en tu obra , como hemos podido comprobar con el concierto audiovisual ATOTAL, junto al músico Franck Vigroux, con quien has creado un espectáculo en vivo que plantea el tema del totalitarismo, tanto en la política como en las artes y con quien comenzarás una gira este año. ¿Puedes hablarnos de cuándo empezó esta relación con la música y hacia dónde va?
Antoine Schmitt: En mis primeros trabajos como la Nanomachine Performance lo creé todo, desde los programas hasta las visuales y la música. Después, comencé a colaborar con músicos profesionales. La música me resulta interesante porque creo que para la experiencia del oyente es fundamental cuestionarse ‘qué pasará después’. Esta cuestión también es importante en mi trabajo en general. Existe una relación entre el tiempo y la acción que se vincula fuertemente a mi cuestionamiento. Es más, en el caso de las obras audiovisuales como ATOTAL y otros proyectos con Franck Vigroux como Tempest o Chronostasis, o con otros músicos como Suguru Goto en CsO, la relación entre la música y la imagen es primordial: ¿sería la imagen la que produce el audio o viceversa? ¿Es la relación entre la imagen y el audio causal, accidental, metafórica, realista? Indudablemente, la música cuestiona la realidad.
Recientemente has participado en la primera exposición de NFT Meta ArtFair en París titulada Unvirtual, un evento co-organizado por la Galería Charlot, para el que creaste una serie de 50 obras de arte generativo titulado Generative Quantum Ballets, con variaciones sobre un mismo tema, de las cuales algunas salieron a subasta a través de la casa Aguttes. ¿cuál es tu opinión con respecto a la gran expectación en torno a los NFT?
Antoine Schmitt: Los NFT como tecnología resulta muy interesante para los artistas digitales a nivel económico, ya que permite el mercadeo de las obras de arte. Además, la tecnología de los smart contracts presente en los NFT introduce un concepto realmente nuevo como los derechos de autor automáticos en las ventas secundarias. También presenta potencial para otros sistemas económicos automáticos, aún por inventar.
En la actualidad, el bombo y la especulación en torno a NFT ocupan todo el espacio mediático, lo cual es una pena. Estoy totalmente convencido de que esto se tranquilizará y de que las NFT se convertirán en una forma más de vender cosas digitales, entre las que se encuentran las obras de arte.
CliMax.
Háblanos de tu proyectos para un futuro inmediato
Antoine Schmitt: Entre mis proyectos actuales se encuentra la promoción de CliMax, una pieza que creé hace dos años en colaboración con mi compañera Hortense Gauthier. Ésta versa en torno al mecanismo del deseo, presentando un duo formado por un humano y una entidad artificial previamente programada con, lo que yo denomino, hormonas profundas, que imita los procesos hormonales de los animales en celo. Este proyecto se materializa en una performance, una instalación, un video, un taller de audio, música…También tengo prevista la participación en la Tongyeong Triennale, Korea, donde mostraré la serie Cascades en un montage extraordinario.
Cascades.
Antoine Schmitt – FineFente / Thin Slit (Cascades series) from Galerie Charlot on Vimeo.
Antoine Schmitt – Horizon (Cascades series) from Galerie Charlot on Vimeo.
