El estudio de Ângela Roldão erige una colosal vivienda de hormigón y vidrio, abierta al exuberante paisaje natural de Nova Lima.
En la ciudad de Nova Lima del estado brasileño de Minas Gerais, famoso por su industria minera y descubrimientos de oro, se encuentra este volumen de 711 m² construido por el equipo de Ângela Roldão Arquitetura, que tiene de fondo la frondosa naturaleza de la Serra do Curral.
Las vistas panorámicas son el primero de los grandes lujos de esta casa de hormigón, desde la que se pueden contemplar las verdes montañas de la sierra a través de los planos de vidrio colocados a lo largo de casi todo el perímetro de la fachada. Otro de sus atributos extraordinarios es su amplia superficie de 711 m², distribuidos en dos niveles.
Aunque la entrada principal se encuentra en la planta baja, las principales estancias que integran el núcleo de la vivienda están en el nivel superior. En un ala de la casa, los arquitectos han organizado la zona de día, que consiste en una sala de estar, un comedor y una cocina en torno a un patio central abierto al exterior. Un espacio íntimo y agradable, engalanado con un pequeño árbol, que aporta todavía más luz a los interiores y posibilita la ventilación cruzada. Su diseño se complementa con dos hileras de jardineras corridas para que los residentes puedan plantar las especias utilizadas en la cocina.
En el otro ala de la vivienda, los arquitectos han emplazado la zona de descanso, integrada por las tres suites y los baños. A fin de otorgarle mayor privacidad y conseguir un mayor aislamiento acústico, el equipo de Ângela Roldão Arquitectura ha proyectado los dormitorios separados de las zonas comunes gracias a los gruesos muros interiores de hormigón, que conforman al vestíbulo de la primera planta.
La suite principal se abre por completo al hermoso paisaje. Posee un cerramiento de vidrio de suelo a techo, con puertas correderas y una barandilla de cristal, prácticamente invisible, que permite a los residentes asomarse igual que a un balcón. Los arquitectos han escogido un acabado de madera para los suelos con la intención de generar un ambiente más acogedor en los dormitorios. Por el contrario, en los baños recurren a la pureza del blanco para crear una atmósfera de aspecto impoluto, sobrio y elegante.
El hormigón visto aporta una bella textura a las paredes interiores, cualidad que lo convierte en el principal elemento decorativo de la vivienda. Como detalle constructivo, merece una mención especial los agujeros propios de los muros de hormigón in situ, que se preservan en la mayoría de los paramentos verticales.
La fachada frontal está presidida por un bello jardín de palmeras, que da acceso al garaje y a la vivienda. El recorrido se inicia en la escalinata que desciende desde el nivel de la calle atravesando el jardín. Y culmina en la gran puerta pivotante de la entrada, que es uno de los elementos más monumentales de este proyecto. Rodeada por un imponente marco de hormigón y un frente de vidrio que deja pasar la luz hacia el interior.
El zaguán recibe a los residentes en un espacio de doble altura con iluminación cenital. Su estética está marcada por la escalera en forma de L y la profundidad de la estancia. Y es que nada más entrar, es posible establecer una conexión visual directa con la parte de atrás de la casa, donde se ubica la gran terraza con piscina y vistas al paisaje. El lugar perfecto para tomar el sol y relajarse a disfrutar de la naturaleza.
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Créditos Casa de Concreto
Arquitectura: Ângela Roldão Arquitetura
Año: 2022
Lugar: Nova Lima, Brasil
Área: 711 m²
Paisajismo: Thiers Matos
Estructura: Construtora Privilége – Rogério
Fotografía: Jomar Bragança